Según la leyenda, si eres atrapado por las puertas de un ascensor, seguirá moviéndose y puedes perder extremidades o ser decapitado. En 2003 un doctor en un hospital de Houston fue decapitado por un ascensor. Durante varios días había estado fuera de servicio por arreglos, pero en ese momento el cartel de advertencia faltaba, así que se subió en él. Las puertas se cerraron muy rápido y quedó atrapado, mientras el ascensor seguía.