Hurricanes & Suns. (Tom Kaulitz)

II.

A finales de mes ya estaba en la enorme ciudad de Nueva York. A pesar de que salir con Tom me trajo muchos malos ratos, también me abrió muchas puertas. Eso y el hecho de que siempre tuve la destreza y la inteligencia para hacer las cosas que me proponía. Lastimosamente hoy en día, ni aunque seas la mejor en lo que haces te toman en cuenta si no conoces a las personas correctas. Por eso no puedo negar que el haber sido novia de Tom Kaulitz me ayudo bastante, aunque muchas veces me hubiera gustado conseguir las cosas por mi propia cuenta. No se imaginan lo horrible que es que te critiquen todo el tiempo solo por ser novia de alguien famoso. Pero déjenme explicarles un poco mas cuando empezó todo esto. 

Tom y yo empezamos a salir cuando yo iba en sexto de secundaria y el apenas estaba empezando a hacerse famoso por todo el mundo. Las cosas iban muy bien en ese entonces. Muchas veces me pongo a pensar en ello, y extraño cuando las cosas eran mas sencillas. Cuando me gradué de la secundaria, no sabia que carajos hacer con mi vida. Mis papas soñaban con que fuera a la universidad y llegara a ser la primera de la familia en graduarse de ella, y si, me pareció buena idea, pero no estaba completamente decidida en lo que quería estudiar. Mis opciones eran Mercadeo o Diseño de Modas, pero mis papás pensaban que ese tipo de carreras no eran estables y no me apoyaron por al cien por ciento. Querían que fuera una Ingeniera o Abogada, pero eso seria condenarme a estar sentada detrás de un escritorio todos los días de mi vida. Y a pesar de no tener muy claras las metas que tenía en la vida, estaba completamente segura de que no eran esas. La monotonía no es lo mio.

Recuerdo perfectamente el día que Tom me propuso irme de gira con él. Me había graduado del colegio hace un mes, y me faltaban dos para entrar a la universidad. Había decidido hacerle caso a mis papas y estudiar Ingeniería Civil, pero cuando Tom me sorprendió con la propuesta no pude decir que no. El plan era irme con él a Alemania y luego irnos de gira por toda Europa. Fue una de las decisiones más difíciles y más importantes de toda mi vida, pero decidí tomarla y lanzarme a lo desconocido. Al final de cuentas, fue esa decisión la que me cambió la vida.  

Eso si, no fue nada fácil. Mis papas me dejaron de hablar por casi un año y ajustarme a una vida lejos de todos mis amigos fue todo un reto. Tom y yo tuvimos días buenos y muchos días malos. Al principio le soportaba absolutamente todo. Uno, porque no quería darle la razón a mis papás por haberme arriesgado tanto al irme con él para que después las cosas no funcionaran, y dos, estaba estúpidamente enamorada. Fue mi primer novio, mi primer amor, pero llegue al punto en donde aprendí a valorarme a mi misma y finalmente tuve el valor de separarme de él y aventurarme en un país que no era el mio. No pensaba soportar una infidelidad más, pero tampoco pensaba regresar a casa de mis papas en Brasil.

A lo largo del camino fui conociendo personas que llegaron a formar parte importante de mi vida, y a pesar de no haber ido a la universidad, logre convertirme en toda una empresaria. Empecé vendiendo mercancía en varios festivales de música, luego abrí una tienda de ropa en linea, y estaba a punto de abrir una tienda física en Los Angeles.

Por eso me encontraba en Nueva York. Iba a reunirme con varios proveedores y ultimar algunos detalles. Quien sabe y algún día llegue a abrir tiendas en todo el país. Es mi sueño frustrado. Me quede ahí por dos semanas, y al regresar a Los Angeles decidí sumergirme por completo en trabajo y en abrir mi tienda lo más pronto posible.

Y a eso me dedique los meses que siguieron.

A mediados de agosto, Bill se puso en contacto conmigo para invitarme a su fiesta de cumpleaños. Pero sabía a qué se refería. No era solo su cumpleaños. Nunca lo seria. Tom seguía siendo su hermano gemelo y ambos iban a alquilar una casa de playa para pasar el fin de semana. Por mas que moría por ir, no quería ver a Tom, así que evitaba asistir a lugares en donde sabía que él estaría, y este caso no fue la excepción.