Cuando desperté, todavía estaba en el sofá y me dolía todo el cuerpo. Especialmente mis costillas. Estaba oscuro afuera, lo que significaba que ya era muy de noche. Mi gato estaba acurrucado sobre mi estómago, durmiendo felizmente, solo abrió un ojo cuando desperté. Lo levanté cuidadosamente y lo puse al final del sofá para que siguiera durmiendo tranquilo.
Me puse de pie y cojee hasta mi habitación. Caminar con el cuerpo adolorido no era divertido. Revisé mi celular luego de haberlo ignorado durante un par de horas, y vi que Sebastián me llamó varias veces. Tendría que hablar con él en la mañana, tal vez después de la carne asada en casa de Bill e Irene. Bostecé y puse mi celular a cargar. Me quité la ropa y me puse pijama. Finalmente me acosté y cerré los ojos, lista para dormir.
Aparentemente olvidé poner el celular en silencio porque comenzó a sonar justo cuando me estaba quedando dormida. Sebastián estaba llamando de nuevo. Suspiré, puse el celular en silencio y esperé a que dejara de llamar. No quería hablar con el porque se estaba comportando como un imbécil y un idiota.
{ ... }
Horas después me despertó la alarma, y me sorprendió haber dormido tanto. Normalmente me despierto antes de que suene, pero supongo que esta lesión me estaba quitando energías. Apagué la alarma y vi que Sebastián me llamó tres veces más antes de rendirse. Elimine todos los mensajes de voz sin escucharlos y me dirigí al baño para darme una larga ducha. Decidí que iba a manejar a casa de Irene en lugar de pedir un Uber.
Después de mi ducha, me vestí y llamé a Irene para saber a qué hora teníamos que estar en su casa. Había puesto la alarma a las once, por si acaso.
—¿Alo? —Contestó casi inmediatamente.
—Hola. ¿A qué hora es la carne asada?
—A las 1:00 pm. ¿Has sabido algo de Tom? —Preguntó de la nada.
—No desde ayer. Dijo que iba a casa de su novia.
—Oh. Dame un segundo. —Irene se alejó del celular, supongo que para decirle a Bill.— Bueno, Bill no ha podido comunicarse con él. Por eso preguntaba. Gracias. Tengo que seguir alistandome. Te veo a la 1, ¿verdad?
—Por supuesto. Suerte con la búsqueda de Tom. —Dije, sintiéndome incómoda. Sentí que debía ayudarlos a encontrarlo, pero no estaba segura de que necesitaran mi ayuda.
Me vestí de inmediato y fui a casa de Irene. El patio trasero se había convertido en una especie de cabaña tiki. Era ridículo y lindo a la vez.
—¡¿Irene?! —Grité mientras entraba por la puerta de atrás.— ¿Hola...?
—¡Estamos aquí! —Irene gritó desde el patio trasero y luego le gritó a alguien más.— ¿Qué estás haciendo? No. Por allá. ¡Bill! —Se escuchó un fuerte estruendo. Seguí los sonidos de ambos hablando en voz alta. Finalmente los encontré debajo de un bohío en la parte trasera del patio de Irene. Bill e Irene discutían, y algo estaba roto en el suelo.
—Hola. —Dije y ambos saltaron un poco, luego me miraron.— ¿Qué está pasando?
—Es temprano. ¿Qué haces aquí? —Irene preguntó, confundida.
—Vine a ayudarte, porque es obvio que lo necesitas. ¿Qué está pasando?
—Estamos arruinando todo. Y todavía no sé dónde está Tom. —Bill resopló y gruñó un poco.
—¿Intentaste llamarlo? —Pregunté, sonriendo.
—¡Obvio! ¿Qué crees que fue lo primero que hice? —Bill gritó y se sentó en una de las sillas.
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Hurricanes & Suns. (Tom Kaulitz)
FanfictionAmbos creados del caos, nacimos para destruir. Y cuando chocamos, querido, supe que te amaba.