63. ligeras diferencias

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Ezra en multimedia

Sam:

Me tomaron de la cintura poniendo una mano en mi boca sacándome del auto mientras yo chillaban e intentaba soltarme, una vez fuera pude ver la forma tan brutal en que sacaron a tirones a Alan del auto, lo tiraron al suelo antes de darle una fuerte patada en el estómago haciéndolo escupir sangre, solté un grito que fue amortiguado por la mano en mi boca recordándome que yo tampoco estaba en las más óptimas condiciones. Cerré los ojos tironeando para soltarme pero los volví a abrir al escuchar los jadeos de Alan, él estaba definitivamente peor que yo y eso solo me hizo sentir más como la peor popó de todas. Él hacia lo posible por defenderse pero ellos eran cuatro y él estaba demasiado herido por el choque para poder hacer algo por protegerse.

- Suficiente - dijo una ronca voz junto a mi, me sobresalte cuando levantaron a Alan del cabello, el gruño y cuando sus ojos conectaron con los mios pareció recordarme así que empezó a gritar.

- ¡SUELTALA! - Gritó Alan y sonó como una amenaza - ¡ELLA NO TIENE NADA QUE VER CON ESTO! - Ordena el mientras yo grito y me remuevo, muerdo al tipo que suelta un gruñido.

- ¡ALAN! - Sollozo de nuevo y siento como mi mejilla arde mientras mi cara queda en la dirección opuesta. - Alan... - susurro con los ojos llenos de lágrimas

- Dile a tu putilla que cierre la boca - amenaza uno de ellos, él que esta simplemente parado a un lado de nosotros - o tendré que buscar una manera de ocuparla - me mira de una forma que me hace tener náuseas.

- Deja que se vaya - escupe sangre de nuevo y yo me sobresalto - ella no sabe nada, no dirá nada... Ella no...

- Debería pegarte un tiro, - vuelve a decir el hombre ignorando la petición de Alan - debería atravesar esa cabezota tuya con una bala y matarte de una puta vez para enviarle un mensaje a esa perra. - Alan me vuelve a mirar a los ojos queriendo calmarme, pero en este momento estoy de todo menos tranquila ¡Van a matarnos! - Este es un buen día para matar, pero es todavía mejor para morir. - Sonríe y yo cierro mis ojos con fuerza - Tal vez debería divertirme con tu putilla frente a ti y despues deshacerme de ella solo para demostrar que puedo hacerlo, que yo tengo el control y ni siquiera Francesco puede pararme - abro los ojos de golpe viendo a Alan. Él no puede dejar que nada me pase, él no permitirá que nadie me lastime ¿Verdad?

- Eres un grandicimo hijo de puta - gruñe Alan y yo lo miro con lagrimas corriendo por mis mejillas - No te atreves a tocarla o te juro que te mato.

- Es linda y tiene un buen trasero ¿Que dicen muchachos, quieren divertirse?

- Tócale un pelo y te aseguro que te arrepentirás toda tu vida - Todos empiezan a reír y no se lo que ocurre pero cundo lo noto, estoy tendida en el suelo con mi cabeza contra las latas de auto y Alan esta sobre él hombre mientras los otros intentan apartarlo. Pongo una mano en mi cabeza notando algo húmedo acariciar mi frente, jadeo al ver sangre y grito espantada cuando los hombres le disparan a Alan

- Dile a Juana que no voy a descansar hasta verla de rodillas rogando perdón - Escupe y Alan ríe

- Tendrás que matarla primero Matthew, ambos sabemos que Juana no se le arrodilla a nadie

- Pues lo haré - hace una ceña a los hombres que suben a su auto, me mira mientras yo sostengo mi cabeza entre mis manos - nos veremos pronto, niña - sin decir más se sube en el auto y desaparece en la carretera.

Me arrastró hasta Alan con dificultad preocupada por la pérdida de sangre, me mira fijamente con ojos vidriosos mientras me quito la camisa con dificultad, la enrrollo y presionó sobre su pecho con fuerza

muñecas 2 [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora