Un rayo de Sol iluminó los ojos de Catherine al despertarse. Instintivamente alargó el brazo para apagar un despertador que no estaba, hasta que se dio cuenta de que tenía la cabeza apoyada en el hombro de Alex.
Sin poder evitar sonrojarse, se incorporó con cuidado para no despertarlo y se dirigió a buscar a su amiga.
Apenas estaba amaneciendo, y la luz era bastante tenue, lo que dificultaba bastante la visión. Además, la tierra que había en el suelo la obligaba a andar despacio para no resbalarse.
Encontró a Judith después de dirigirse a la zona de donde se había marchado pidiendo tiempo para pensar. Estaba claro que hacía rato que se había despertado, ya que tenía algunas cosas preparadas.
-Hola... -Catherine se acercó a ella sin hacer ruido.
-Hola Cat. -Judith siguió ordenando cosas sin mirarla siquiera.
-¿Qué estás haciendo?
-Simplemente preparo cosas para el viaje. Pero igual que en un principio, no estaría mal pasarse por el apartamento de Alex. Sospecho que hay cosas que podríamos descubrir. Además, estoy segura de que tenía que mostrarte algo. Si no, no veo razón para que quisiera llevarte. Por cierto, ¿qué tal el beso de ayer? -Judith la miró con picardía.
Catherine se sonrojó hasta las orejas. ¿Cómo se podía haber enterado ya? No estaba segura de querer saberlo, pero la curiosidad le picaba, sobre todo para evitar ser espiada por segunda vez en momentos como aquellos...
-N-normal. ¡Y no... no es asunto tuyo! -Tartamudeó Cat.- ¿Cómo lo has sabido?
-Es parte de mi poder.- Judith se dio de nuevo la vuelta para seguir organizando cosas.- Ya sabes, como guardiana y eso. Tengo los poderes de la adivinación. Y me he criado desde niña acabando con bichos como los del otro día.
-¿Desde niña? -Un escalofrío recorrió a Cat de arriba a abajo.- Eso... Ha tenido que ser horrible.
-Cuando eres descendiente de Guardianes no. -Judith se detuvo y miró a su amiga a los ojos.- Se convierte en algo normal. Sientes lo mismo luchando contra esas criaturas que una niña jugando con sus muñecas. Al fin y al cabo, lo llevas en la sangre. Si no empiezas pronto da igual, al final acaba saliendo a flote.
-Todavía no me has explicado qué son los guardianes. -La chica intentó desviar el tema de conversación.
-¡Ah! Es verdad. -Judith hizo un gesto de disculpa.- Bueno, los Guardianes son todos los que siguieron el modelo del Héroe y recibieron parte del poder del Dragón del Tiempo. Son los encargados de proteger las claves que conducen a las pistas. Pero vamos, casi ningún Guardián las recuerda. Hay sedes de Guardianes por todo el mundo. Están en lo que hace años eran ciudades importantes.
-¿Hace exactamente cuántos años?
-Unos cien años. Te sorprenderías al saber que Iria se llamaba antes Seattle. -Judith se echó a reír.- Y las cosas han cambiado. Era una ciudad muy importante, y aunque ahora lo sigue siendo, ha perdido bastante influencia. De hecho, todo el país ha perdido poder.
-¿Y eso? No he estudiado nada de una crisis. Y es raro que en cien años las cosas cambien tan poco.
-Ah. -La mirada de Judith se ensombreció.- En parte es por que el Tiempo está cambiando. El equilibrio se desmorona. En otros sitios es al revés, las cosas han cambiado drásticamente. Al perder la influencia del Dragón del Tiempo las cosas se descontrolan. Ten en cuenta que lleva miles de años sin aparecer. Y por otro lado, está Lord Rendel...
-Vaya nombre más tonto. -Catherine no se molestó en disimular la carcajada.- ¿De verdad se llama así?
-De hecho, no. -Judith le devolvió la risa contagiándose de su expresión.- En realidad no sabemos cómo se llama, pero así le conocen. La primera noticia que tuvimos de él fue cuando robó el Tiempo de una zona.
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Mirando al Futuro [Pausada]
FantasyLa noche en que Catherine cumple sus 15 años, montones de sucesos paranormales ocurren. Un extraño don para ver el futuro sumado a habilidades psíquicas la acompañarán a partir de entonces. Y no sólo eso, sino que nació para ganarse el respeto del D...