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Para Reece Bibby, quien ilumina con su sonrisa y hace felices mis días con tan sólo un mensaje en una red social, me siento feliz de que seas parte de mi vida. Sé que nunca leerás esto, pero gracias por todo. Desde la distancia: Feliz cumpleaños 13/08/16.


Photograph sonó en el reproductor de música, la voz de Ed Sheeran llenaba el silencio en la habitación y rebotaba en las paredes creando que la música se escuchara más potente.

En ese momento, mi móvil sonó indicando un mensaje en la casilla, lo tomé encontrándome con Pauline entre los mensajes sin leer.

De Pauline: ¿oíste hablar de la fiesta de principio de año?

Para Pauline: no, en realidad, nunca había oído de eso.

De Pauline: se trata de una reunión formal que todos los años organiza la escuela con cada una de las familias de Lowell High, y este año, nuestro salón es el que hará la apertura de todas las fiestas. Una tradición.

Casi pude leer entre líneas: agradécele al primer director.

Para Pauline: ¿se trata de una fiesta formal? ¿sólo los estudiantes de nuestro salón estarán?

De Pauline: si y si; exactamente. Así que es mi deber prepararte para tu primera fiesta (no importa que sea algo escolar)

Reí y cerré la conversación. Me dispuse a terminar de ordenar el cuarto.

Es verdad... nada está listo en una semana.

Entre tanto y tanto acomodar, divisé la caja con fotos que había ocultado el día en que Reece vino a hacer el trabajo. No la había vuelto a abrir y evité lo más posible volver a abrirla.

Pero el simple hecho de ser masoquista, ganó.

Tomé la caja y la coloqué sobre la cama mientras me cruzaba de piernas. Dejé la cajita del cristal con el dije adentro a un lado y comencé a contemplar los álbumes de fotos.

Desde mi nacimiento hasta unas semanas antes de que murieran. Sonrientes; en vacaciones, navidades incontables abriendo los regalos y algunas en un día cualquiera. Tan felicices, centrados en el momento exacto en el que vivíamos, sin nada que estropeara esos recuerdos, sino hasta que alguien las encontrara en un futuro muy alejado e inimaginable.

Qué ironía, Ed.

Ésta vez no las escondí otra vez, ni procuré que nadie las viera, sólo me coloqué mi chaqueta y salí de la habitación. Dije a Mary tres palabras: "voy a salir". No esperé hasta que respondiera cuando ya me encontraba en la calle de camino a perderme por un momento.

Llegué al parque en el que había estado por primera vez con los chicos. Los chicos... ellos eran tan diferentes a mi y aún así continuaban junto a Lorraine Evans como si yo fuera alguien que podría cambiarles la vida con un Zap, pero ésta era la realidad, y ellos eran muy buenos para seguir conmigo. La realidad donde no importa quien seas, si fuiste bueno o malo, sólo te quitarían lo más importante de tu vida en un segundo sin siquiera preguntarte. Así es, damas y caballeros, el mundo es cruel. Y aunque yo era muy fría en ocasiones (que serían la mayoría de las veces) por no contarles nada y evitar el tema, simplemente estaba insegura. No es nada fácil, no tengo un discurso preparado, y todo esto ocurrió tan rápido.

Tomé asiento en una banca y estiré mi cabello a un costado de mi hombro, conecté mis auriculares y comencé a observar la tarde sin ningún sentido aparente.

Lágrimas habían brotado lentamente de mis ojos. No sabía en qué momento había pasado, sólo sabía que no pararían hasta vaciarse aunque tardase mucho tiempo.

Hopeless - NHCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora