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¿Experimentaron la sensación de oír una canción demasiado melancólica o triste, y sentir que la letra va dirigida a ti, que tu eres la personificación de aquellas melodías que te destrozan aún más? Toda mi semana consistió en aquellos pensamientos. De camino a la escuela, en los pasillos, a la hora de dormir y cenar. Sí, Lorraine se encontraba sumergida en una nueva especie de pre-depresión, y para colmo, todo su playlist no ayudaba tratándose de canciones que rompían corazones y sonidos intensos de piano.

Las personas lidian con sus momentos traumáticos de diferentes maneras; algunos tratan de ignorar, otros comen helado por montones, están los que se divierten y luego estoy yo, lidiando con problemas haciéndome saber a mi misma que los tengo mientras escucho canciones deprimentes.

Aunque traté de pasar inútilmente por alto muchas situaciones en el plano inter-escolar, comenzando con el distanciamiento entre mis pares, acto que conllevó a mucho más de un incómodo silencio o esquivo de miradas, sino que fue una total separación de cada uno de nosotros. George a veces aparecía en las clases y se sentaba junto a Reece, pasando del resto —excepto de Pauline—. Blake se encontraba mayoritariamente sólo en las ocasiones que yo despegaba los ojos del suelo para mirar algún punto, pero su espectral presencia me hacía volver a mi anterior posición. Tampoco quería acercarme a él. Por momentos, la rubia se turnaba para hablar con cada uno cada vez que podía.

Y para agregar datos extra a cómo es que aún sigo viva, todo debo agradecérselo a Mary. Digamos que aquella noche en la que volví luego de una fogosa discusión con mis (¿debería decir ex-?) amigos, ella secó mis lágrimas y prestó su oído para escucharme farfullar mis penas. Sus palabras me ayudaron y en cierto punto hasta me causó vergüenza que hablara sobre los "dramas del primer amor"; porque esas fueron sus palabras textuales. Al final de la noche, cuando me hube calmado un poco luego de la cena se me vino la oferta de la abuela a la mente. ¿Debería aceptar mudarme con ella? ¿Sería lo mejor para mi?

*

Pero en el mundo real, los estudiantes recibían los festejos anhelando que el ciclo escolar estaba por finalizar. Los de último año organizaban la feria del Día de San Valentín —a la que ni loca pensaba asistir porque consistía en mucho... ¿cómo lo diría la abuela? bochorno—, luego se acercaban los musicales, las presentaciones teatrales... y no me interesaba demasiado. Mi único objetivo era concluir el año sin reprobar ninguna rama de estudio porque de seguro eso me traería consecuencias con alto grado de gravedad. Así que me dije nada de proyectos nuevos.

¡Pero nada salía como quería últimamente, claro estaba!

La antes nombrada feria resultaba invitación no sólo para aquellas parejas enamoradas que irían por diversión a recorrer los distintos puestos del lugar, sino que además incluía invitación para los solitarios (como yo) y las familia. Mi considerada tía no dudó ni un segundo en objetar a venir diciendo que el salir al exterior conseguiría mejorar mi estado anímico de una posible recaída, otra vez, y los otros dos miembros Baxter no se opusieron a salir de la casa por un rato.

La plaza central parecía ser un buen lugar para organizar el evento, al avanzar se podían distinguir distintos letreros auspiciando el evento preparado por Lowell Hills, y a medida que se avanzaba por los diferentes puestos te encontrabas con algún compañero o profesor. Nos detuvimos en una carpa donde ofertaban postres y distintos dulces, y por supuesto Robert no desaprovechó el estar ahí sólo observando.

—¡Mami, mami, quiero ir a los juegos! —dejé de revisar por quinta vez la hora en la pantalla de mi móvil para desviar la vista al quejumbroso de Devon.

—¿Podrías esperar cinco minutos? Ya te llevaré hasta allí —aclaró su madre.

Pero no fueron exactamente cinco minutos, sino que el tiempo se prolongó cuando Mary encontró a una conocida y se enroscó en una afable plática en la que se veía muy a gusto, Rob seguía probando aquellos postres pero ahora conmigo a su lado.

Hopeless - NHCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora