1 4

705 66 35
                                    

Me saludaron, yo hice lo mismo. Mary nos dejó solos. Quedamos en silencio. George carraspeó y soltó un:

—Dejemos la parte dramática, vinimos para hablar así que hagamoslo sin que esto suene raro, por favor.

Todos estuvimos de acuerdo en eso. Grité a Mary que saldría con los chicos por un rato; ella accedió. Caminamos en completo silencio hasta el parque, hasta que llegamos y tomamos asiento como pudimos en una banca... Y comenzamos a hablar como debimos de haberlo hecho hace unos días atrás.

—...Yo sólo espero que entiendan. Lo repetí otras veces pero volveré a decirlo: no fue mi intención de ocultar la verdad. Estaba asustada. Tenía miedo de que en esta cuidad, me sintiera cohibida, porque tal vez ni mi familia pudiera entender que esto era algo realmente nuevo para mi. Ahora tengo miedo de arruinar las cosas. Personas como ustedes me hicieron sentir mejor pese a las circunstancias y tengo miedo de que nada pueda ser lo era antes— tomé un suspiro y miré mis manos entrelazadas sobre mi regazo.

—Lori, no bajes la cabeza— dijo Pauline—. Tu no hiciste nada malo, tu no tienes la culpa de lo que pasó; no tienes por qué sentirte así. Juro que te comprendo, yo pasé por lo mismo cuando llevaron a mi papá de mi lado, pero aunque no sean ejemplos compatibles, me sentí igual que tu. Pero tuve personas que me ayudaron mucho, no importa lo que pase. Estamos contigo— separó mis manos y las tomó entre las suyas, reconfortándome, brindándome una media sonrisa.

—Pauline tiene razón, Lori— fue el turno de George—. Estabas insegura acerca de todo lo que podría ocurrir, pero en realidad eso no importa en estos momentos, lo único en verdad es que ahora no te dejaremos sola. Puedes confiar en nosotros de verdad— sentí que me comenzaron a picar los ojos en el momento que asentí hacia George, el sonrió y se acercó a mi lado para abrazarme.

—Yo también lo siento, Lori—se disculpó Reece—. Yo te ataqué a preguntas sin darte oportunidad de explicar nada y me sentí culpable por no dejar que habláramos bien acerca de esto. Sé que fui un idiota ese día y...

—¿Sólo ese día?— espetó un George sonriente que me contagió y ocasionando que Reece lo golpeara en el hombro, desestabilizandolo pero no lo suficiente.

—Como decía... también fue mi culpa por no darte oportunidad de hablar y sólo empezar a sacar conclusiones sin sentido, haciendo que todo dudemos y alteré a todos que...— puse mis manos sobre sus hombros y lo sacudí.

—Reece, Reece, Reece, ya. Está bien...

—Bueno—suspiró Pauline—. Estos días que no estuvimos juntos estuvimos ocupados pensando con claridad las cosas; sobre todo éste asunto, así que... no más secretos entre nosotros, ¿si?— asentimos, sellando un pacto que probablemente sería para siempre. Y sin previo aviso todos se abalanzaron al rededor mío, rodeándome con sus brazos en un gran abrazo. Sabía que lo necesitaba. No los alejaría otra vez. Me sentí realmente cómoda—. Bien, ahora que resolvimos todo; hay un lugar especial al que quisiéramos llevarte.

—No te asustes—negó Reece, algo que me confundió porque tenía una brillante sonrisa expandida por su rostro—. No, es tan malo... pero no debe saberlo nadie. No se lo dirás a nadie, ¿verdad?

—¡Reece!—lo reprendió la rubia, pegándolo en la cabeza—. Bien, ahora te llevaremos. Queda algo lejos, sólo eso diré. Ahora, todos— entusiasmada, se levantó de un golpe de la banca y tiró de la camiseta de George y Reece para que hicieran lo mismo— andando.

Blake seguía a mi lado en la banca mirando el suelo, lo que me llamó la atención, no había dicho nada anteriormente y supuse que no tendría que decir algo, pero todos esos pensamientos quedaron atrapados cuando me incorporé y antes de dar un paso, tomó mi mano, haciendo que retrocediera y se afirmara un poco la presión que ejercía, hasta hacer que me sentara a su lado otra vez.

Hopeless - NHCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora