La Guardiana Del Tiempo

El Enemigo

Ambos corrimos hacia el callejón y vimos cono un hombre y una mujer eran atacados por un hombre aparentemente con un traje de soldado completamente negro que nos daba la espalda.
-Debemos transformarnos susurró Darien, yo asenti de inmediato.
-Por el poder del planeta Plutón..¡Transformación!
Me transforme e inmediatamente Darien lo hizo también convirtiéndose en Tuxedo Mask.
Y así le hicimos frente al enemigo.
-¿Quiénes son ustedes?
-"Mi planeta protector es Plutón, el planeta del tiempo. Soy la Sailor del cambio, ¡soy Sailor Plut!
-y yo soy Tuxedo Mask, y no dejare que atormentes a estas personas.
-Ustedes.-señalo a la mujer y el hombre a temorizados en el fondo del callejón.-¡Salgan de aquí!
-¡No! ¡Mis reclutas! Acabare con ustedes pero antes de eso me presentare, soy el Soldado oscuro no.87...y no dejare que interfieran en mis planes.
Saco una espada y se abalanzó hacia nostros, he instintivamente lo esquivamos , se dirigió hacia mi tratando de acertar con su espada pero logre esquivar cada golpe, aunque por un segundo sentí una punzada en mi brazo derecho.
Un bastón se interpuso entre la espada y yo, Tuxedo Mask enfrento al soldado, con un golpe certero  pudo derribarlo.
Tuxedo se giro hacia mi para ver si me encontraba bien, pero al mismo tiempo el soldado se levanto tomando su espada para acabar con él.
No lo pense ni un segundo.
-¡Grito Mortal!
El soldado fue lanzado varios metros hacia atrás gravemente herido.
Lentamente se levanto con una mirada de odio.-Esto no ha acabado.-dijo y en un instante desaparecio.
-Gracias.-dijo Tuxedo acercandose a mi.-¿Estás bien?
-Si...yo
Un fuerte dolor me hizo caer de rodillas, me estaba ardiendo fuertemente mi brazo derecho, lo toque y vi que en mi guante había sangre.
-Sailor Plut estas herida.-dijo mientras trataba de examinar mi herida.
Mis ojos se encontraron con los de él, al mimo tiempo que su cara era iluminada por un rayo, señal de que la tormenta continuaría.
Se le había caído el sombrero de copa...se veia tan diferente sus ojos, su cabello oscuro y su sonrisa me lo recordaban.
«No eres él, no todavía».-pensé.