La Guardiana Del Tiempo

La guardiana del tiempo...
Esa era yo y nadie más, ya no era Setsuna Meiou.
Tome posición actual, junto a la puerta, pero nunca me había parecido mi deber aburrido hasta ese momento.
Me quede allí mirando hacia la nada atenta a cualquier indicio de problemas, no había notado que estaba llena de arena, la empece a sacudir hasta que quedo  completamente toda en el suelo.
Un aire se llevo la arena, pero esta no fue muy lejos si no que quedo acumulada a unos cuantos metros de mi.
Comezo a tomar forma de un hombre, hasta que otra ráfaga de aire se llevo la arena sobrante dejando a un hombre alto de cabello corto y cobrizo con un traje completamente negro y con medallas en su chaqueta, me miraba con ojos de ira pero a la vez de diversión.
-Hasta que por  fin llegas Guadiana del Tiempo, la misteriosa Sailor Plut...
-¡¿Quién eres?!, Retirate inmediatamente.
-Que maleducado soy... permíteme presentarme....Soy el General oscuro, busco dominar Tokio de Cristal, destruyendo todo signo de esperanza, la hermosa Reina, el cristal de plata...
No me interesa apoderarme de Tokio del siglo XX, solo era una distracción para que no hubiera el doble de Sailors estorbando, sin embargo no puedo traspasar la puerta del Tiempo si esta sellada.
Pero ahora ya no lo esta, no ahora que estas aquí, estuve buscandote en el pasado y por fin estas aquí...ahora apartate.
-Jamás, todo aquel que quiera cruzar la puerta sin permiso debe morir
Se lanzo sobre mi, con una espada , me protegi con mi báculo y trate de atacar pero era muy rápido, lo  esquive varias veces pero me estaba agotando, mientras que él seguia con la misma energía.
-Esto es divertido, guardiana, ¿por qué no te rindes y dejas que te ejercute?
-¡Grito Mortal!
Falle.
Estaba cansada , mis brazos y piernas tenía cortadas leves a causa de su espada, además de que al usar mi ataque había perdido energía.
Se abalanzo sobre mi y me tomo por el cuello levantandome varios centímetros del suelo mi báculo yacia en el suelo, todo se estaba tornando borroso y daba vueltas.
Cuando estaba apunto de perder la conciencia me soltó, creyendo que ya había acabado conmigo.
Camino hacia la puerta dispuesto abrirla
«No, no voy a fallar en mi deber»
-¡Grito Mortal!
El ataque fue directo en su espalda, haciendo que cayera de rodillas y se evaporara en una bruma negra.
Eso fue lo ultimo que vi antes de desmayarme