Un caliente amor con ... mi cuñado ||Kai||

13.

  "Solos en casa parte II".  

  Kai no me dejó un maldito segundo sola, estaba muy atento a todo lo que yo hacía y me di cuenta de que le interesaba lo que le contaba, cosa que con Tae a veces no ocurría.

El día estaba como para no hacer nada más que solo amar. Ni siquiera para cocinar platos elaborados, porque eso podía hacerlo los 365 días del año, menos hoy. Así que solo comeríamos pizza, pero primero comimos tutti fruti con crema.

Piqué las frutas dándole trocitos a Kai que no se despegaba de mi espalda.

- Me acercas la lata de crema- se me ocurrió decirle inocentemente a este pervertido- está ahí dentro del tercer cajón de la alacena.

Apunté el sitio y Kai fue para allá, yo seguí afanada en mi trabajo de revolver las frutas pero miré a Kai, estaba con la lata en las manos, mordiéndose lo labios, cuando nuestras miradas se cruzaron él sonrió maliciosamente.

- ¿Kai?...

- Me encantaría poner esa crema en tus pechos y luego comérmela mientras me los como a besos.

No me estaba preguntando, así que solo se acercó a mí y me giró para ponerme frente a él y buscó con sus dedos la cremallera del vestido para dejar que la prenda corriera por mi cuerpo dejando mis pechos al descubierto. Luego de eso, me sentó totalmente desnuda sobre la mesa; yo, qué puedo decir, no me quedó más remedio que resignarme. Apoyé mis palmas en la suave superficie y mis pechos ansiosos resaltaron en mi abdomen. Y esparció crema por mis senos tal como yo lo había pensado. Gemí al sentir el toque de Kai sobre mis sensibles pezones.

- Qué rico- gemí

- Rica tú- dijo Kai, siguiendo su trabajo en el otro pezón.

Me echó un poco hacia atrás para que la boca tuviera más fácil acceso a mis pechos, yo me aferré con suavidad pero muy excitada a la cabeza de Kai sumergida entre mis colinas gemelas y sus lamidas me enloquecían; aun cuando ya no había que lamer Kai seguía en su afán.

Ya no pudiendo esperar más, se quitó los pantalones y se adentró en mí con una lenta pero profunda embestida, me tendió a lo largo de la mesa, sentí que estaba totalmente rendida a él, y que le pertenecía.

Ahora era suya, entonces recordé a Taemin, era cierto que él seguía siendo mi esposo, que me amaba tanto o más que Kai, que era el padre de mi hijo; pero con esto lo único que estaba consiguiendo era implantar en Kai los deseos de arrebatarme del lado de su hermano, porque nosotros nos pertenecíamos el uno al otro, y por fin tenía para él a la mujer que quería. Pero yo solo estaba notando que entre Taemin y Kai no había mucha diferencia, Kai había llamado mi atención primero, pero Taemin había sido más inteligente y me había escogido a mí por esposa, y Kai escogió a la otra rubia sin cerebro que ahora es su ex mujer. "¡oh, Tae!", gemí abrupta y exageradamente, mi subconsciente nunca me había traicionado y escogió el peor momento para hacerlo. Detuvo el ritmo de sus movimientos y bruscamente salió de mí. Me tapé la boca al instante de reaccionar, mi cerebro estaba tan enfocado en vivir el placer máximo a través de un orgasmo arrullador que me hizo nombrar a la persona equivocada.

- Kaisshi, Kai...puedo explicarlo, bebé, ven aquí, cariño...

Kai me dio la espalda y a paso seguro se dirigió hasta el sillón de la sala y ahí se sentó, a llorar porque ya no soportaba más el nudo en la garganta. Me bajé rápidamente de la mesa para salir corriendo tras de él.