Un caliente amor con ... mi cuñado ||Kai||

29.

  Pérdida  

  Hasta el momento, nadie sabía lo que Taemin me había dicho antes de morir. Ni siquiera había intentado contárselo a alguien, sabía que no me creerían, o en el muy probable caso, me enviarían a un manicomio. Pero no podía ignorar la petición de mi hermano, ya lo había intentado y esa misma noche en que había obedecido a ___ y me había ido a casa de mis padres a dormir había escuchado la voz de mi hermano:

- No dejes que ese médico te robe lo que más quieres...

- Él le dará lo que se merece- susurró mi subconsciente con tristeza

- Pero su felicidad eres tú... sé paciente, hermano, y constante, ella es para ti y eso no lo cambiará nadie

Desperté llorando, asustado como un niño pequeño, pero estaba más seguro que nunca de que no le fallaría a mi hermano.

Pero de dónde sacar fuerzas, cuando parecía que todo el mundo estaba en contra de nosotros. Mi padre había sido solo el principio.

Krystal me llamó un día, yo estaba en la empresa poniéndome al día para intentar suceder a Tae. Me dijo con la voz llorosa que fuera rápido para el hospital, ni siquiera se esperó a que le preguntara que sucedía, me lo dijo de una sola vez cómo un mortal disparo: ___ perdió el bebé. Pero qué tonto había sido, debí haber puesto más atención en ella, qué importaba lo que pensara mi padre, era mi bebé el que estaba en riesgo, porque era cierto, ella se veía más demacrada con cada día que pasaba, era una depresión que la consumía.

Krystal me contó, aún por el teléfono, que ella había acompañado a ___ al hospital cuando ella comenzó con la hemorragia de pérdida. Y pese a estar llevando en esos momentos todo el cargo de la empresa de mi familia en mis hombros olvidé todo eso para llegar cuanto antes al hospital, a cada rato secaba mis lágrimas que me nublaban la vista mientras conducía, no quería que ella me viera llorar, pero tampoco podía seguir reteniendo el terrible dolor de saber que ya no iba a ser padre.

Cuando entré a la sala, la vi sobre la camilla de la fría sala encogida como un feto. Supe que ya no había vuelta atrás, definitivamente mi oportunidad de ser padre se había derrumbado por completo. Ella tenía los ojos apretados, cuando entré ella los abrió para verme.

- Perdóname- balbuceó, su voz se ahogó mientras su rostro marcaba una expresión de dolor

- ¿estás bien?

- Sí, sí...lo estoy

Me senté en una silla pequeña junto a la cama, la misma que había dejado Krystal; luego la miré con tristeza, notando enseguida que ella tampoco estaba bien.

- Parece que te doliera algo

- Es solo el útero, me duele demasiado

- ¿llamo a una enfermera?

- No te preocupes, sé que pronto vendrá Sehun

Estuve a punto de levantarme del asiento e irme mandando todo al infierno cuando escuché ese nombre, ya veía aparecer a ese póker face andante haciéndose el dulce con ___. Por alguna razón odié más a ___ que al médico en ese momento. Apostaba por qué ese momento debíamos pasarlo juntos, pero al parecer ella ya no quería nada conmigo, como si antes de la muerte de Taemin ella y yo no nos hubiésemos amado de la manera en que lo hicimos; un estremecimiento me recorrió, ahora que no tenía un bebé que me ligara para siempre a ella quizá ya no tendría oportunidad nunca de estar con ella. Solo la idea de fallarle a mi hermano y dejar ir a la mujer que amaba, me causaba terror. La vi otra vez y toda mi cólera se volvió lástima, ella aun sentía desconsuelo tras la pérdida de Taemin, la culpa no era de ella, solamente estaba perdidamente enamorada, ya quisiera yo que se enamorara así de mí.

Hubo un nuevo silencio otra vez. ___ volvió a encogerse tratando de no quejarse. Ella nunca se quejaba de nada. Pero si se contenía de esa forma ahora era porque de verdad le dolía. De pronto, desde afuera se escuchó la voz de Sehun quien le pidió unos exámenes a la enfermera, y por fin entró a la sala donde estaba ___ con unas cuantas hojas en la mano sentándose desfachatadamente arriba de la cama.

- Lo lamento, linda

___ trató de sonreírle a su amigo, pero su expresión volvió a quebrarse.

- Qué te ocurre

- Me duele el útero

- Eso es normal, amiga, se tuvo que haber desgarrado cuando quitaron el feto

Me contuve no sé como de golpearlo ahí mismo por tratar a mi hijo de simple feto quitado.

- Con diclofenaco pasará, ¿está bien?

___ afirmó con suavidad, Sehun le sobó la cabeza con afecto.

- lo bueno de esto- dijo volviendo a darle una revisada a las hojas- es que podrás volver a tener bebés

- y de quién- dijo ___ casi poniéndose a llorar.

"De mí" pensé, mirándola a los ojos, y ella me correspondió, fue tan maravilloso hasta que la comadreja esta salió con su comentario.

- pues los míos, yehet!

Me enderecé abruptamente y muy encolerizado al oír al medicucho decir así. Pero ninguno de los otros dos lo notó porque antes de que esto acabara en tragedia, el imbécil lanzó una alegre risotada.

- ¡era broma!- exclamó

___ levantó un poco la cabeza y su brazo para pegarle un golpecito en el brazo a su amigo, algo sonriente.

- Pero entre broma y broma...- di "la verdad se asoma" y vas a saber de mis puños, cretino

- Ya- susurró ___ indicándole seriamente que se detuviera, lo cierto es que el comentario había sido muy fuera de lugar.

Sehun también se dio cuenta por fin de que yo no le miraba de una manera muy amistosa pero lo interpretó como una respuesta que daría el típico cuñado ofendido por el hermano recién muerto

Me fui a casa muy pensativo, cavilando en que definitivamente tenía que venir a buscar a ___ mañana en la mañana cuando le dieran el alta. Estaba dispuesto a disputarle a Sehun el amor de esa fémina.­

***