Un caliente amor con ... mi cuñado ||Kai||

10.

  Confundida y confusa...  

  Contaba los minutos para que Kai llegara, quería que me perdonara por lo cruel que había sido con él en la mañana. Sabía que él no tenía la culpa de nada. Ahora estaba muy confundida, quería a Kai, me cosquilleaba el estómago cada vez que lo veía, pero también extrañaba a Tae. Quizá sigo amando a Taemin, y Kai simplemente me inspira lujuria. No lo sé.

Inconscientemente me arreglé para que Kai me encontrara más linda. Me puse una camisita azul de satín y una falda corta estilo campana, de talle alto, además de unas sandalias con un tacón de vértigo; mi pelo estaba extremadamente liso, maquillaje liviano de smoky eyes y una máscara que me daba el efecto de pestañas colosales. Todo sea por subir un poco mi autoestima ¿verdad?

Me puse a leer un libro mientras lo esperaba, había leído unas cuantas páginas y estaba realmente concentrada en la historia, cuando repentinamente el timbre de la casa sonó. Mi corazón se aceleró, me levanté del sofá y caminé hacia la puerta haciendo sonar el tac-tac de mis zapatos por toda la estancia y abrí. Pude sentir la depredadora mirada de Kai de mis pies a mi cabeza y no pude evitar sonrojarme. Sin saber que más hacer, me acerqué a él y le di un abrazo muy apretado, tan feliz como una niña pequeña; porque así es como me sentí cuando le dije: "¡Kaisshi, viniste!". Para que él no creyera lo mismo, y recordara que yo ya era una mujer madura en intento de ser sexy, le besé la mejilla para que sintiera en su piel lo pegajoso de mi labial. Le hice pasar y él se sentó en la esquina del largo sofá.

- Quise que vinieras para pedirte perdón por cómo te traté en la mañana, Kai

- Sí, yo...yo también quiero pedirte perdón por lo que dije Taemin

- No te preocupes, bebé, en todo caso, tenías razón...

Kai sonrió amargamente. Me di cuenta de que algo le pasaba.

- Qué ocurre, cariño- dije acercándome a él y tomándole el muslo- te ves abatido

Kai no supo que responderme, me miró, y ahí se quedó un tiempo perdido en mis ojos. Tal vez el arreglarme tanto dio buenos resultados.

- No te vayas, Kai- le dije de pronto

- Pero eso es lo mejor, tú deberías intentar...

- Qué, cariño....

Se mordió los labios, posó la vista en sus manos inquietas, y siguió sin decir nada.

- Tranquilo, bebé, todo está bien...No quiero quedarme sola, perdón si en la mañana creíste que te quería lejos

- Ah, si ya te perdoné, qué más quieres- dijo él con algo de rudeza.

Me dolió su tono de voz, tal vez estaba siendo demasiado cargosa con él, quizá Kai simplemente no me quería en su vida. Pero tenía que demostrarle que él de verdad me importaba.

Me levanté y llevé mis manos bajo mi falda, Kai vio como mis bragas escurrían piernas abajo para finalmente hacerlas a un lado con los pies. Me senté en su regazo y él no hiso nada por impedirlo. Le desabotoné el pantalón y corrí el bóxer hasta dejar el largo miembro afuera, lo masturbé un poco para que se pusiera duro y Kai se estremeció al sentir el contraste de mis manos frías con su piel ardiente. Una vez listo, comencé a acomodarme buscando el calce perfecto de nuestros cuerpos. Kai echó la cabeza hacia atrás con un gemido mientras yo cargaba contra él mis caderas. Repentinamente me abrazó con fuerza, como si así se rehusara a dejarme ir de nuevo, o como si eso me impidiera volver con Tae. Yo solo gemí fuerte al juntar mi pecho bruscamente con el de él. Le busqué la boca y lo besé, las lenguas bailaron en una danza tan embriagante sin despegarse jamás a pesar de que yo subía y bajaba recorriendo ese miembro y ninguno de los dos podía evitar jadear.