Beth (Serie Love 06)

Aceptando una oportunidad

Steve

Aquí estoy yo, besándola de nuevo, como si solo ella pudiese llenar mis pulmones de aire.
Me estremezco al pensar en otro haciendo esto mismo, a otro tocándola o haciéndola suya y quiero morir en este mismo momento.

Los celos me comen vivo mientras mi boca no deja un lugar sin explorar de la de ella.
Mis manos, alejadas completas a mi control, se dejan llevar por lo que siento y la acercan mas a mi cuerpo.

En este momento, el cambio de marchas y la palanca de freno de mano entorpecen mis movimientos.
No quiero que ella se haga daño de ningún modo y me obligo a separarme, aunque lentamente, disfrutando de los últimos segundos de su aliento.

En este rato, ella ha mantenido sus manos pegadas a un lado, no se si por miedo a tocarme, o porque ni comparte mis mismos sentimientos.

Acaricio sus mejillas, dándome cuenta de que están bañadas en lágrimas.
¿Cuando sucedió que empezó a llorar?
-Cariño, no llores. Me rompes el corazón.
-¿Y que hay de mi corazón, Steve? ¿Acaso te importa? ¿ Te importo yo?
Suspiro y cojo aire antes de fijar mis ojos en ella y abrirle mi corazón.

Beth

Me siento completamente destrozada.
No podía ser que fuese tan perfecto.
Estaba siendo la mejor cita de mi vida.
Sé que no tengo con que compararla, pero para mi, fue la mejor.
¡Y entonces llegó ese condenado mensaje y todo se arruinó!
Si solo Ethan me hubiese explicado...
O tal vez no.
Esta claro que tiene a otra y esa otra chica ya ha dejado claro que su cama está disponible, de modo que no me extrañaría que él corriese de vuelta a casa.
Al fin y al cabo ella le dará algo que yo no puedo. Para lo que no estoy preparada.
¿Entonces por que mi cuerpo reaccionó a sus besos como lo hizo?
¿Sera posible que en realidad esté lista para dar el paso?
¿Con Ethan?
Cojo mi teléfono y lo enciendo.
A los pocos segundos me encuentro con notificaciones de mas de cincuenta llamadas de él. No dejó mensaje en ninguna de ellas.
Decido no pensarlo mucho y le llamo.
Un tono. Dos tonos. Tres tonos.
Voy a colgar cuando de pronto suena su voz al otro lado y sus palabras llevan automáticamente lágrimas a mis ojos.
-Perdoname, cariño. Por favor, Beth, deja que te lo explique.
-¿Tienes algo con ella?
-¡No! Ya no. Te lo prometo, mi vida.  Por favor. Dame una oportunidad. No quiero estar sin ti. Nunca más. Por favor.
Sé que no son imaginaciones mías cuando le escucho sollozar.
No puedo creer que yo signifique tanto para alguien a quien acabo de conocer, por mucho que él me viese por primera vez hace dos años.
-Una oportunidad.