-Chicas, este año Papa Noel se adelantó para vosotras. -Dijo Kendall-.
Este le tendió una bolsa a Macy, y todos pudimos ver como se le iluminó la cara cuando vio su mp3 y sus cascos. Habían aceptado al 100%.
-Tenía miedo de que no te gustara. -dijo Kendall-.
Ella se lanzó sobre él, dándole un abrazo muy fuerte.
-Te toca Laura, espero que te guste. -dijo James, dándole la bolsa-.
Ella se emocionó y abrazó a James, poniendo sus manos al rededor de cuello, que a mi parecer, fue muy bonito.
Carlos le dio a su esposa el vestido y ella le dio un beso en los labios mientras lo abrazaba y miraba el vestido.
-Qué bonita pareja hacen... Son preciosos. -dije-.
Ellos me sonrieron.
-Miranda... -oí a Logan-. ¿Puedes venir un momento? -preguntó-.
Miré extrañada a todos y me levanté siguiéndolo hasta mi habitación, cerrando la puerta tras mi paso.
Me tendió una gran bolsa. No puede ser.
-Ábrelo, esto es para ti. -dijo-.
Miré en su interior y saqué lo que había. Primero, un mono largo, y muy elegante, de rayas blancas y negras. Unos tacones, negros y muy altos, como a mi me gustaban. Un bikini blanco, y unas gafas de sol. Me quedé quieta y callada, maravillada.
-Espero que todo te sirva... -empezó-.
Pero le interrumpí tirándome sobre él.
-Es perfecto. Me lo probare todo. De verdad, gracias, muchas gracias Logan... -dije-. Tengo hasta ganas de llorar...
Y era verdad. Que hubiera tenido ese detalle me mataba de ternura.
-No llores... Es que sabía que mañana íbamos a la playa y también de fiesta, entonces, quería comprar algo que pudieras utilizar. -dijo-.
-Logan es tan bonito... -dije-.
-Lo mejor del mundo para mi chica. -me dijo-.
Lo besé con muchas ganas. No sabía que me estaba pasando, era como si cada vez que él estaba conmigo, a solas, perdía el control de mi cuerpo. Mi cuerpo quería dejarse ante él, quería ser suya. Y no quería ir tan rápido, pero soy una persona de instintos. Me dejo llevar demasiado y eso es lo que no quería. No quería dejarme ser por él a tal velocidad. Pero quien lo impediría... Yo no podía.
Nos tumbábamos en la cama, mientras no paraba de darse besos. Yo, con mis piernas a ambos lados de su cadera, y él dejaba besos por mis mejillas y cachete. Por un momento me miró a los ojos. Y no se si será porque los ojos son la ventana del alma... Que vio en mi el miedo, la confusión, las dudas. Pero solo me sonrió, apoyando su cabeza en mi pecho.
-Me gusta estar así contigo. -dijo-.
-Y a mí. -dije, acariciando su cabeza-. Pero cuando estas vacaciones se acaben, me darán los exámenes y tendré que estudiar y tu estás con la vuelta del grupo.
-Sí, y ensayo, pero podemos compaginarnos, ¿vale? Puedo ir a tu residencia una hora a ver una peli, así descansas. Y si un día no estudias, puedes venir al estudio, Lex viene a veces. -dijo-.
-Me gusta la idea. ¿Ya no estás enfadado con Lex por lo de la playa? -dije-.
El rió.
-Fui tan idiota que tanto Lex como Carlos deberían estarlo, no yo, pero aún así decidí no darle mucha importancia y aprovechar los días todos juntos para hablar con ellos. ¿Sabes? No soy una persona que le resulte fácil decir perdón... Pero, puedes ver en mis ojos cuanto siento hacer las cosas mal. -dijo-.
-Te miraré a los ojos entonces cuando discutamos. -dije, entre risas-.
-A mí me gusta cuando me miras a los ojos. -dijo él-.
Yo lo miré, por instinto, y dejé un beso en su mejilla.
-¿Vamos a comer? -pregunté-.
-Vamos, así estamos juntos un rato. -dijo él-.
Salimos de la habitación. Nos acomodamos juntos en la mesa, yo al lado de Lex y Logan frente a mi, junto a Carlos. A veces hacían alguna broma y los chicos se abrazaban, o reían juntos. Yo miré a las chicas, enternecidas todas por la escena. Pasamos un rato agradable comiendo. Laura se levantó a hablar por teléfono y subió las escaleras a gran velocidad. Yo miré a Macy, extrañada. Ella, me hizo un gesto como que no sabía. Al ver que no bajaba, subí tras ella. La vi en la ventana de la habitación, y la oía medio sollozar.
-Lau... -le dije, para llamar su atención-.
Ella, sin dejar de mirar por la ventana, me dijo que pasara.
Entré y me puse a su lado, en la ventana.
-¿Te acuerdas de cuando te dije que Macy y yo huimos de nuestro pasado para estar aquí? -dijo ella, de repente, sorprendiéndome-.
-Sí, claro que lo recuerdo. ¿Qué es lo que pasa Lau? -dije yo, preocupada-.
-El último año de instituto, unos chicos de nuestro curso nos hicieron una jugarreta a Macy y a mí. Dos chicos... Empezaron a acercarse a nosotras. Iban a nuestro grupo de estudio, se sentaban con nosotras y empezamos a salir los cuatro por ahí. Podríamos decir que... Nos convencieron a mi y a Macy para mandarles ciertas fotos... Comprometedoras para ambas, supongo que me entiendes. -me miró, asentí-. Pues, se lo dijeron a todo el mundo. Pues ese chico... Al que se las mandé yo... Me ha hablado amenazante estos días, pidiendome dinero a cambio de no enseñarlas. ¿Qué voy a hacer? Macy consiguió que aquel... Gilipollas, las borrara, pero yo. ¿Qué hago? -dijo ella, con un ápice de desesperación en su voz-.
La miré como pensando una respuesta y le sonreí.
-Vamos a denunciar a ese cabrón. -dije yo-.
-¿Pero y si las muestra? -dijo ella-.
-No lo hará, no lo hará porque vamos a llamar a la policía contándole lo que ha pasado. Quizá no seas la única chica y eso es delito. Podríamos mandar a la policía a su casa, que revisen su móvil, sus archivos. Todo hasta dar con ellas, borrarlas y meterle una multa increíble, incluso hablamos de prisión. -dije-. Sumándole las amenazas como pruebas.
Ella me sonrió.
-Tener una amiga hija de un juez y futura abogada es genial. -me dijo-.
Reí.
-Cuando quieras denunciar, hazmelo saber. Estaré contigo cuando hagas la llamada. -dije yo-. ¿Vamos a la mesa? -dije-.
Ella me sonrió de vuelta.
-Vamos. -contestó-.
Cuando bajé, estaban todos subiendo por las escaleras, dirigiéndose al salón de arriba, así que fuimos los ocho juntos. Kendall volvió a mirar la habitación.
-Eso que hay allí -dijo mirando una esquina-. ¿Es una guitarra? -preguntó-.
-Lo es. -dije cogiéndola-. ¿Queréis tocarnos algo chicos? -pregunté-.
Kendall la cogió y comenzó a tocar. Aquella canción... La canción que había cantado Logan en la fiesta en la que nos vimos por segunda vez...
Todos ellos comenzaron a cantar... Y me emocioné. Comencé a llorar. "Stuck" se iba a convertir en una de mis canciones favoritas, lo tenía claro.
Macy pasó su mano por mi espalda, y la miré, pudiendo ver que también se había emocionado.
Fue una bonita noche. Al rato, nos fuimos a dormir, porque al día siguiente sería un día muy largo. No nos podíamos imaginar cuánto...
Me acurruqué junto a Logan tras poner la alarma a las 7:30. Y caí dormida.
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Tan mía (con Logan Henderson)
FanfictionMiranda Miller, aparentemente, lo tiene todo. Buena familia, buenos estudios... y una vida en Barcelona. Pero todo cambia al empezar la Universidad, pues ella se traslada a Los Ángeles, ahí conocerá a sus amigas, y conocerá a un grupo de chicos que...