Capítulo 18

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-¡Guau, vaya trasto! -oí la voz de Guideon-.

-¿Tú no te cansas de aparecer dónde no se te quiere, verdad? -dijo Macy-.

-Cállate, zorra. -dijo él-.

Macy abrió los ojos, sorprendida. Kendall hizo el amago de darle un puñetazo, pero Alexa lo detuvo poniendo la mano en su pecho.

-Aquí no, Kendall, no queremos más problemas. -dijo esta, susurrando-.

Lex tenía razón.

-No la vuelvas a llamar zorra, porque te parto la cara, y yo cumplo lo que digo. Lo sabes. -dijo él, dirigiéndose a Guideon-.

Él rió más fuerte, y Kendall se mostraba tenso.

-Ya, Guideon, vete a hacer tus cosas y déjanos en paz. -dijo Logan-.

-¿Sabes, Logan? Realmente, te envidio, campeón. Ella -me señaló- todavía no se ha dado cuenta de lo mujeriego que eres. Y quizá la engañes lo suficiente como para acostarte con ell... -dijo pero fue interrumpido-.

-Eh, no actúes como si me conocieras, porque no tienes ni idea de quien soy yo. ¿Vale? Así que a hablar mierda puedes irte a otro lado. Y punto. Tenemos cosas mejores que hacer, como ves. -dijo Logan, señalando la caravana-.

-Ojalá explote. -dijo él-.

-Ojalá te explote a ti la cabeza. -escuché-.

Volví la mirada hacia atrás, asimilando que era Laura quien había dicho eso.

-Chicos, vamonos ya. -dijo James-.

Pude observar como Laura le alzaba el bonito dedo corazón mientras subía a la caravana. Yo reí junto a los demás. Una vez todos arriba, Y Kendall al volante, con Carlos a su lado, pusimos rumbo.

-Kendall. -dijo Logan-. Necesito que pares en casa de mi madre, las tiendas de campaña están ahí. -dijo Logan-.

Kendall asintió y giró hacia la casa de los Henderson. En un rato, estacionó y Logan se levantó para bajar.

-Vamos todos, vamos a necesitar ayuda. -dijo él-.

Bajamos de la caravana y yo estaba francamente nerviosa, por conocer a la familia de Logan, ya que seguramente estarían ahí.

Él toco el timbre y abrió una señora, muy bien conservada, que por la sonrisa que dirigió supe que era la madre de Logan.

-Oh chicos, los esperaba, pasad. -dijo ella-.

Pasamos a un gran salón y nos acomodamos. La madre de Logan nos trajo unas bebidas a cada uno.

-¿Quiénes son estas chicas? -dijo la señora, señalando a Macy, Laura y a mí-.

Yo las miré y me sonrojé.

-La rubia es Macy, la castaña Laura y ella... -me señaló y me miró-. Ella es Miranda. -dijo-.

La señora se levantó y estrechó la mano de todas. Cuando se acercó a mí, me sonrió, y miró como si me estuviera analizando.

-Logan no deja de hablar de ti. -dijo ella-.

-Espero que cosas buenas... -sonreí-.

Ella rió.

-Eres guapa e ingeniosa, ya entiendo porque Logan se ha fijado en ti, y anda todo el día como enamorado... -dijo su madre-.

Yo reí mientras Logan enrojecía.

Kendall, James, Macy y Laura subieron a la habitación donde Logan guardaba las tiendas y demás útiles de camping para ir cogiéndolos. Me quedé en el salón con Carlos, Lex, Logan y su madre, cuyo nombre era Pamela.

-Entonces estudias derecho... ¿Cómo van los exámenes? -me dijo ella-.

Parecía una mujer muy dulce. Así como su hijo.

-Bien, estas dos semanas han sido duras. Pero he sacado todos los exámenes. El lunes y el martes tengo los últimos. Y el jueves tengo una ponencia pública en la Universidad, que ya tengo bastante bien preparada. Se que habrá mucha gente, porque puede entrar cualquiera. Pero espero que salga bien... El viernes me darán la nota de 3 asignaturas, de las 5 que tengo. Si sigo así con las dos que me quedan, a mediados del próximo mes, no tendré que ir mas a clases hasta enero, solo estudiar para el examen final del cuatrimestre, que entra todo el contenido, y es a finales de ese mismo mes. -dije yo-.

-¿Podremos ir a tu ponencia? -dijo ella. Me sorprendí-.

-Mamá no creo que... -dijo Logan-.

-¿Por qué no? Es importante para ella, podemos ir todos a verla. Tiene que sentirse apoyada. -dijo su madre-.

La madre de Logan tenía razón. Si no tenía allí a gente que me apoyara... ¿Cómo me iba a salir bien?

-Claro, pueden ir, eso sería genial. -dije, sonriente-.

Todos me miraron sorprendidos, y la madre de Logan sonrió.

-¡Bien! Verás que a mediados de noviembre ya estás libre. Te apoyaremos desde el público este jueves. Eres una chica muy aplicada. -dijo ella-.

Me sentí alagada por ella, y me sonrojé.

-Muchas gracias, eso espero. -le dije-.

En ese momento, bajaron todos con las tiendas de campaña y nos despedimos de Pamela. Al subirnos a la caravana, Logan se sentó a mi lado.

-Le encantas a mi madre, eso está claro. -me dijo, riendo-.

-Me sorprendió que haya querido venir a la ponencia. -le comenté-.

-Ella es así, quizá te acabe queriendo como yo lo hago. -contestó-.

Yo reí y le besé.

Al llegar a la playa, tuvimos una disputa con las tiendas, tras montarlas.

-¿Y por qué no? -dijo Alexa-. Si hay dos tiendas de cuatro, chicos por un lado y chicas por el otro. ¿Qué mas da? -preguntó-.

-Que no es justo amor, quiero dormir contigo. -dijo Carlos-.

-Menos pucheritos, hoy te robamos a tu esposa. -dijo Macy-.

Todos reímos.

-Esta bien, se hará como quieren las chicas... -dijo Logan-.

-¡Ganamos! -grité-.

Todas chocamos los cinco y nos metimos a preparar los sacos.

Las chicas se estaban quedando dormidas, pero yo salí de la tienda, para no hacer ruidos y desvelarlas. Me encontré a Kendall y Carlos sentados en la arena, mirando hacia La Luna. Oyeron mis pasos, y me invitaron a sentarse.

-¿Está todo bien? -dije-.

No oí nada, se quedaron ambos mudo.

-Cuéntaselo Kendall, es de confianza. -dijo Carlos-.

El suspiró.

-Creo... Bueno, se, que me gusta Macy. -dijo Kendall-.

Abrí mis ojos sorprendida.

-¿Del uno al diez cuánto me odiarás si te digo que te vi entrando a su cuarto el otro día? -dije-.

El río.

-Un doce. -contestó bromeando-.

-No está mal que te guste, Kendall. No está nada, pero nada mal. Te aseguro que ella siente lo mismo. -le dije-. No te riendas con ella.

-No lo haré. -dijo él-. Gracias, de verdad, Miranda.

Sonreí.

-¿Y tú con Logan? -dijo Carlos-.

-Todo sobre ruedas. -contesté-.

-Hacía tiempo que no veía a Logan tan... Ilusionado por alguien. Tendrías que ver como habla de ti. -dijo Carlos-.

Yo sonreí.

Ese día de camping vino con más confesiones, anécdotas, y juegos de cartas en los que me alié con Carlos. Y llegaba ya la semana decisiva.


Tan mía (con Logan Henderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora