Tan mía (con Logan Henderson)

Capítulo 30

Cuando Logan llegó a ensayar al día siguiente, yo ya había acabado de estudiar y el entró muy feliz.

-¡Hola Logan! ¿Qué tal? -le dije-.

-Hoy más que bien, Miranda, hoy genial. Quizá me den un papel protagonista en una serie de televisión. ¿Qué te parece? Sería en septiembre. Ojalá me lo den. Y en el concierto cantaré una canción prácticamente solo. Se llama Intermission. Es preciosa. -me dijo-.

Ahí empezó todo. Al final si le cogieron para la serie, e interpretería a un padre de dos niñas soltero, teniendo que sacarlas adelante. Era una trama interesante. Mientras él se pasaba las horas que estábamos todos juntos hablando sobre la serie, yo seguía estudiando. Quedaban dos días para el examen y estaba bastante nerviosa. Sentía como Logan y yo estábamos perdiendo la comunicación, y decidí hablar con él esa noche.

Entró en la habitación y me dio un beso.

-Estos días no hemos hablado. Tenía ganas de que me contaran como van con los ensayos de la gira. -le dije-.

-Los ensayos van como siempre, pero estoy muy emocionado con la serie. Creo que va a ser genial. -me dijo-.

-Hablas demasiado de la serie, Logan. Y empieza a incomodar. Mientras los chicos se están centrando en esta nueva gira que os puede volver a lanzar a donde antes, tu solo piensas en la serie. Ya ni si quiera salimos, ni jugamos como antes. No tenemos ni si quiera relaciones, y no se. No es que eso sea lo más importante. Lo importante es que ya no paso tiempo contigo. Ni me preguntas como me ha ido. Sabes que he estado estudiando como una loca. Pero llegas de ensayar, vas a practicar el guión de la serie, hablas un poco con todos y duermes. No parecemos novios, Logan. Estoy haciendo lo posible para estar contigo. Vine a vivir contigo. -le dije-.

Se rascó la frente varias veces y me miró, sonrió con desgana. Me estaba conteniendo las ganas de llorar y él lo sabía, porque a pesar de todo me conocía como nadie. Me abrazó y sentí de nuevo ese olor tan suyo, otra vez mi cabeza se escondió en su cuello. Me sentía en casa como hacía días que no estaba. Casa no era donde vivía a diario, casa era cuando Logan llegaba y me abrazaba.

-Mira... Se que he estado un poco distante y lo siento. Mi sueño era hacer una serie y lo cumplí cuando tenía 20 años, con los chicos. Pero echo de menos los focos y actuar. Y esto es increíble. Y claro que me interesan los conciertos. Y claro que me interesa mi novia. Mi novia es lo que más me importa en el mundo. Y quiero estar con ella, pero también quiero que saque las mejores notas del mundo. -me dijo-. Porque te lo mereces, Mir.

Le volví a abrazar.

-No te alejes de mí, Logan. No lo soportaría. -le dije-.

-No lo haré, no puedo irme a ningún sitio sin ti, sin saber que me quieres. Después de los últimos repasos de la serie unos días libres, y nos podemos ir quizá por San Valentín de viaje a algún sitio. ¿Entras de nuevo en marzo, verdad? -asentí-. Pues nos iremos de viaje, tú y yo solos. ¿Quieres? -me dijo-.

-Quiero. -contesté-.

Dormí abrazada a Logan por primera vez en muchos días.

El día del examen me levanté a las 6:20 de la mañana. Logan se removió y abrió los ojos al abrir la alarma.

-Cariño duerme, yo a las 7:15 me voy, te aviso. -le dije-.

-No nena, yo te llevaré. Y después voy al estudio. Los chicos y yo debemos pasar por ahí igual. -Dijo incorporándose-.

Nos duchamos juntos y yo estaba con la mirada perdida, como pensando. Estaba nerviosa. Salí de la ducha antes que él y me puse unos vaqueros blancos, un top negro y unas deportivas también negras. Encima me puse una chaqueta gris de punto. Todo lo había comprado cuando fui con las chicas al centro comercial. Preparé un bolso con lo necesario, y Logan salió de la ducha, ya vestido.