Tan mía (con Logan Henderson)

Capítulo 24

La noche fue increíble, como siempre que nos quedábamos a dormir en su casa. Pero la mañana fue... Estresante. Primero, me despertó Logan increíblemente estresado.

-Miranda, despiértate ya, son las 11:30, vamos tarde. No nos va a dar tiempo. Vamos muy tarde. -me dijo-.

Me desvelé y lo vi.

-Logan, si lo que quieres es limpiar y todo, somos ocho personas aquí ahora mismo, y a excepción de Lex, todo podemos limpiar. Tranquilízate, ya me levanto. -le dije-.

-Es que no sabes como es mi manager. Por eso no me puedo relajar. Tengo que despertar a los demás. -dijo haciendo el amago de abrir la puerta-.

-¡Espera! -le dije, deteniéndolo-.

-Miranda, tengo prisa. -me dijo-.

-¡Estás desnudo! ¿Quieres ponerte por lo menos los calzoncillos o que todos te vean desnudo, Henderson? -le dije-.

El se rió, relajado, por un momento, y salió de la habitación sin dirigirme ni una palabra. Solo se oía por toda la casa: "¡Vamos, vamos, vamos! ¡Que hoy viene Scott!... ¡Las once y media, idiota!" Y cosas así.

Por mi parte me tomé mi tiempo para ponerme la ropa interior, el pijama y bajar a la cocina. Mientras ellos iban de un lado a otro, las chicas y yo preparamos para desayunar tortitas. Y pusimos vasos de zumo.

Nunca había visto a los chicos comer tan rápido. Normalmente se tomaban su tiempo, pero no.

-¡Chicos! ¿Podéis relajaros? ¡Es solo el mánager! -dije yo-.

-¡Solo el mánager! ¿Solo el mánager? Es más que eso, es el que nos lleva los conciertos, las giras, las actuaciones. ¡Todo! ¡Y tenemos que causar buena impresión! -me dijo Logan-.

-Pero Logan... Si os estresáis va a ser peor... Podemos organizarnos para limpiar toda la casa, preparar el salón para que podamos sentarnos todos y aún así tener tiempo para desayunar y comer como gente civilizada. No todo tiene porque ser tan estresante. -le dije-.

Soltó un "ja" muy irónico. Todos nos miraban serios. Un consejo y querer ayudar a mis amigos se había convertido en algo entre Logan y yo. Sabía como iba a acabar esto.

-Es nuestro trabajo Miranda. A mí no me hables de estresarte cuando eres la primera que llora de agobio cuando tiene exámenes. Lo mío es importante, por lo menos. Tengo derecho a estresarme. -dijo. Supe en cuánto lo soltó que sabía que no debía haber dicho eso-. Mir... No quería decir eso.

Yo dejé el plato sobre la mesa y me fui.

-Me importa una mierda. -dije antes de salir-. Tu trabajo no es más importante que el mío. Cada uno hace sus cosas, Logan. Pero no puedes dejar que te agobie una visita. Tienes que mostrar seguridad. Pero haz lo que te de la gana. Yo no pienso bajar. -sentencié-.

Me dirigí a su habitación y me di una ducha de agua fría. Al salir, él estaba sentado en la cama.

-Cariño... -me dijo-.

-No, no quiero que te excuses. Quiero que me escuches. Logan, este es tu trabajo. Tienes que hablar con él como una persona profesional. Tienes 27 años, como si quieres tener la casa como un cubo de basura, es tu vida. Él solo tiene que asesoraros. Si quieres causar una buena impresión... No lo se. Levántate temprano, pídenos ayuda. Y sobretodo, no te comportes como un idiota conmigo. -le dije-.

Me quité la toalla para poder ponerme la ropa interior mientras esperaba una respuesta.

-Tienes razón. Es solo que... No se, me estreso rápido con cosas del trabajo. -me dijo-.