♂ Contrato de Almas ♀

El equipo más fuerte I

Miró en derredor, el examen habia sido completado, ella estaba fuera de la capsula de analisis, pero aun seguia sintiendo un hueco terrible en el estómago...

-¿Por qué?...- preguntaba con frecuencia -¿Por qué no puedo ser como los demás Nasods?-

Adrian se dio media vuelta, mirando a su pequeña, pensando en qué podía decirle , cuando ella cambió abruptamente de tema.

-¿Fue por culpa mía?-

Aun pensaba en el incidente de la tarde pasada, la razón por la cual había sido revisada. Y aunque el plan del padre Nasod iba viento en popa, eso no quitaba que la más joven de sus creaciones se sintiera confundida y torpe.

Para lo joven que era, ya podía identificar el sentimiento de culpa, y la sensación, no cambiaba, ni en ese tiempo ni en otro.

♂♂♂

Add se despabiló en su lugar, dando un pequeño brinco; aquella noche, se había ido a sentar no muy lejos de Eve y de la hoguera, y con tan sólo cerrar los párpados un momento, se había quedado dormido. Ella seguía donde se había quedado, sobre la roca, abrazada de Moby, mientras Remy se encontraba en modo repozo a su lado; le eran leales como un par de mansos galgos.

Se le hizo extraño no mirarse a sí mismo, dormido en el lugar que ella ocupaba, y para corroborar nuevamente, se examinó; era él, de nuevo, y aun así, había soñado con el pasado de Eve; quizás les quedarían secuelas ¿por cuánto tiempo? era una pregunta sin respuesta. El chico se había quedado dormido, sentado y con su cara recargada sobre uno de sus brazos, la extremidad izquierda estaba adolorida y entumecida. Se levantó estirando los hombros y tratando de recuperar la circulación perdida de su brazo, el cansancio que sentió la noche anterior se mitigó, gracias a la infusión que Ciel les ofreció. Caminó en silencio hasta donde ella dormitaba.

Cayó en la cuenta luego de un rato...

El de verdad... ¡había besado a Eve!

Su rostro se prendió de rojo al instante, hasta las orejas.

¿Cómo pudo haber hecho algo tan irracional y peligroso? se había dejado llevar.

Inconscientemente se llevó sus manos a los labios. Imprudente...pero la sensación tan grata, no se la podía sacar de lo profundo de su alma. Era como si, siempre hubiese estado anhelando eso.

Cuándo se acercó más a Eve, no pudo evitar contemplarla dormir por instantes breves. No había manera de que él lo negara, le encantaba observarla. La forma en la que abrazaba a su pequeño Módulo, le brindaba un aspecto enternecedor y muy pacifico, aunque ella no era tan calma, podía ser muy dura y fría, pero era tan...humana, a su modo.

Lo que Adrian siempre estuvo esperando de ella.

Remy detectó una señal cercana a Eve, mandándole la notificación de que había alguien cerca, ella abrió los párpados, sólo para encontrarse al albino, completamente sonrojado.

Los dos se hallaban magullados, pero mucho mejor ahora por la mañana.

-Buenos días- exclamó la muñeca Nasod mientras aún se recuperaba de su letargo.

-Buenos días- Add le trató de contestar indiferente. Se hallaban en total soledad, los demás se habían marchado, al nido de Perkisas, tal y como habían acordado la noche anterior. Tanta paz era sobrecogedora, ya estaban acostumbrados al alboroto que causaban los demás a esas horas. Casi por acto reflejo, Eve invocó a Oberón, y sus ojos resplandecieron de alegría, por tenerlo de nuevo a su lado, después de todo era la familia que le quedaba.