Beneficios

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La cola demoníaca deslizándose suavemente de un lado a otro. La cornamenta en la cabeza de la pequeña chica, decorando sus cabellos pálidos; no había duda. Ese rostro con la expresión certera de que había ganado, le pertenecía solo a Lu. A sus espaldas, Ciel la observaba con atención. Aquel muchacho examinaba con detalle a su ama a cada instante, como si no deseara perderse de un solo detalle de su reacción.

Eve se quedó paralizada, y Add quedó estupefacto, la intervención de la chiquilla los tomó completamente por sorpresa.

Lu estalló de risa al mirar el rostro de la Nasod frente a ella.

-¡Debería de tomarte una fotografía justo ahora!- declaró -¡Quizás me sirva para posteriores intentos de chantaje, Add!- Sus pupilas en forma de cruz nunca se habían tornado tan divertidas y al mismo tiempo, tan malignas como en ese instante.

-No me pongas esa cara de no saber de qué te hablo...ustedes dos son increíbles...-

Después de la conmoción, vino el enojo. Los ojos del albino lanzaban algunas chispas, pero era solo la creciente frustración de Eve.

-¿Cómo lo supiste?- preguntó ella

-¿De verdad pensaron que no me daría cuenta?-

-Chiquilla malcriada ¿Te estás burlando de nosotros?- intervinó Add cerrando el puño.

Ciel dio un par de pasos más hasta llegar donde la pequeña testaruda a quien con tanto esmero cuidaba.

La emperatriz Nasod sintió un profundo temor, pues según el contrato que lo ataba al chico de los Dínamos, especificaba que ellos debían evitar a toda costa que los demás se enteraran...

¿Qué les sucedería ahora? ¿Tan evidentes habían sido? Se lamentó profundamente por haber sido tan descuidada.

-Su rastro espiritual- informó Ciel –es demasiado apestoso- continuó mientras se tapaba la nariz y ponía cara de estar sufriendo.

-¿Ra-rastro espiritual?- tartamudeó Eve.

-No te asustes- la diablilla se le acercó dándole unas palmaditas suaves en los hombros –No sé cómo es que tu contrato esté hecho, pero si hubieras violado alguna regla, ya me hubiera dado cuenta-

Ciel reía por lo bajo. Su ama se estaba divirtiendo de lo lindo. Decidió echarle una mano para que los otros dos pudieran entender mejor la naturaleza de los caídos

-¿Qué son los demonios?- interrogó el muchacho.

Add pensó un instante. En la creencia popular, ángeles caídos, hacedores del mal; en su propia creencia, una fuerza que da balance al mundo y que por desgracia, se salía de control. Desbordándose violentamente como un canal de aguas negras después de una tormenta.

-Una fuerza espiritual, vueltos carne-

Ciel asintió y sus facciones se volvieron como las de un niño.

-Es gracias al poder de Lu, que yo también puedo percibirlo-

El rastreador lo entendía vagamente. Había que ser muy estúpido como para no darse cuenta, que dada la naturaleza de Lu, no le era muy difícil escudriñar en el ámbito espiritual.

Esa enana se había salido con la suya.


♀♀♀


Luego de aquella sorpresa, Lu los invitó a visitar un lugar más tranquilo. Era cierto que ese par estaba metido en un lio muy divertido; de igual forma, también era bastante peligroso.

♂ Contrato de Almas ♀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora