Cuando amanecí, sentí unos brazos rodeándome y no eran los de Rocío.
Aún dormido, Joaquín me acercó más a mí. Creo que pensaba que era Rocío. Yo también pensaba que ella estaba con nosotros; sin embargo, cuando desperté, ella no estaba. ¿Dónde se habrá metido, esta niña?
Joaquín ponía una cara tierna cuando dormía, que me daba ganas de abrazarlo más, no obstante, recordé lo que me dijo Joaquín ayer. Él estaba confundido. No me enojé, todo lo contrario, me pareció excelente que me haya dicho la verdad y que no me mintiera; eso tal vez signifique que esté cambiando.
-¡Despierten!
Rocío se tiró encima de nosotros, haciendo que Joaquín se despierte sobresaltado. Dándose se cuenta que me estaba abrazando, me soltó lo más rápido posible. Yo fingí haberme despertado recién, así Joaquín no pensaría que lo dejé abrazarme.
-¡Calma, calma!-tranquilizó Joaquín a la niña hiperactiva, quien no paraba de saltar- ¿Qué pasa?
-¡Hay visitas!-exclamó súper activa- Está en la sala, es muy linda.
Joaquín y yo nos miramos asustados. Rocío acaba de dejar pasar a una desconocida sin supervisión. No sé si ver quién es o desmayarme. Esperen...
No puede ser, no pudo haber llegado tan temprano. Joaquín dijo que llegaría en la noche.
Como un rayo, salí de la cama y me dirigí corriendo hacia la sala acompañada de Joaquín, quien también se lo veía nervioso. No me importa que me viera en pijama, ya que espero solamente verla una vez.
Cuando llegué, mis dudas se esfumaron. Era ella. Martina había llegado antes.
Me empezó a doler la cabeza, debido a que recordé que Rocío dijo que le abrió la puerta, de seguro han hablado. Rocío acaba de ver a su verdadera madre y no lo sabe.
-Hola, Joaquín-sacó una sonrisa dulce.
Martina era más bonita de lo que pensaba. Su cabello era de un bonito rojo y era largo y lacio. Me quedé totalmente impresionada de sus bellos ojos cafés y de su perfecta tez amarilla. Ya sé por qué a Joaquín le gustó ella.
-Vaya, te has casado...
Ahora se sonrisa dulce, se veía forzada. ¿Por qué tenía lucir tan dulce? Por un momento casi me sentí como si fuera la mamá mala que le quitó la hija a la madre biológica.
-Mamá-Rocío me jaló del brazo-¿Qué es el casamiento?
Noté la mirada triste de la pelirroja.
-El casamiento es una ceremonia donde una pareja decide compartir su vida para toda la vida.
-¿Cómo tú y papá?
Casi me voy de espaldas cuando dijo eso. A Joaquín se le notaba que le seguía gustando Martina, yo era una más. Es mejor alejarme de esos sentimientos que no me van a llevar a nada bueno.
-Depende-le respondí.
-¿Por qué lo preguntas?
Esta vez, fue Joaquín quien el que preguntó; estaba con el ceño fruncido y su rostro mostraba interés por lo que pasaba en la mente de Rocío.
-Es que Mauricio, mi amigo, me dijo que cuando crezcamos, nos vamos a casar.
El rostro de Joaquín se tornó rojo.
-¡Qué, qué!-explotó, haciéndome reír- ¡Carolina, nuestra hija quiere casarse! ¡Te dije que se acercaba una boda prohibida!
-Relájate, Joaquín, es una niña.
La que dijo eso no fui yo. Los dos volteamos y nos encontramos a Martina conteniéndose la risa. Me había olvidado que ella estaba aquí.
-¿No me presentarán a la pequeña?-preguntó dejando su mochila en el suelo.
Me quedé como una estatua por dos cosas: 1) Joaquín dijo "nuestra hija" y 2) creo que perderé a mi hija hoy.
Joaquín, quien se veía nervioso, agarró a Rocío cuidadosamente de las manos y la acercó a Martina, quien estaba arrodillada esperándola con una sonrisa de oreja a oreja.
-Rocío, te presento a tu mamá.
Rochi la miró confundida, pero después de observarla unos minutos más, sonrió y la abrazó con todas sus fuerzas.
-¡Eres tú!-dijo mientras estaba siendo cargada por Martina- Viniste por mí.
-Sí, mi cielo, vine por ti.
Yo, mientras observaba la escena con el corazón a la mitad, decidí dejar sola a la familia que ahora se había vuelto a unir.
***
-¡Me caso, Carolina!-gritaba mi amiga totalmente emocionada y contenta.
-Felicidades, Emi-la felicité- ¿Cuándo pasó todo?
- Ayer en la noche, él estaba repasando su guion y yo lo estaba ayudando. Entonces, cuando llegó a la parte romántica, no dijo los versos del guion, sino se arrodilló y me propuso casamiento. Al principio yo pensé que estaba actuando, pero revisé el guion y me di cuenta que no. ¡No puedo estar tan feliz!
-¿Y estás bien con las terapias?
-De lo mejor- escuché que lloraba de felicidad.
-Sé serás feliz con Pedro-le aseguré feliz de que vaya a comenzar una nueva vida.
-Me enteré que la madre biológica de Joaquín apareció.
-Hazme recordar que tengo que golpear a Joaquín por contarle todo al Barney.
Escuché unas risas por parte de ella.
-¿Estás bien, Caro?
¿Estaba bien? En realidad, no sabía, estaba totalmente pensando por lo que podía llegar a pasar, que me olvidé de mí. Yo quiero mucho a Rocío; sin embargo, ella estuvo esperando toda su pequeña vida a que su verdadera madre apareciera. No podía arrebatarle ese sueño que se había vuelto realidad.
-Claro que estoy bien, ni que vaya a perder a Rocío para siempre.
Dudé.
El timbre de la casa sonó.
-Bueno, amiga, me voy, están tocando el timbre.
Las dos nos despedimos prometiéndonos conversar más seguido. Luego fui a abrir la puerta. Y cuando esta se abrió, apareció el cartero.
-¿Carolina Domenech?
-Sí, soy yo.
Me entregó una carta en un sobre amarillo. Puede que sea...
-Muchas gracias, hasta luego-cerré la puerta.
Respiré hondo.
Temblando, abrí el sobre despacio. Era de Harvard. Obviamente estaba en inglés, no obstante, no tuve ningún problema en traducirlo.
Lamentamos decirle que usted, Carolina Domenech, no ha podido ingresar a la Universidad de Harvard.
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NOT EASY
FanfictionTodos me ven y piensan: -Esa chica es tan hermosa y perfecta , de seguro tiene la vida soñada. Pero están equivocados. Si leen esto, van a saber que mi vida no es tan fácil como parece...