Segunda parte:15

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Carolina y Joaquín Ochoa:

Nos encantaría decirles que han sido cordialmente invitados a la boda de la joven Emilia Fuentes y el joven Pedro Smith. La ceremonia se realizará el 13 de junio en la casa de la familia Fuentes.

Esperamos ansiosamente su compañía.

Otra boda...

No es que no esté feliz por mi amiga, al contrario, estoy tan contenta que podría saltar y nunca parar; sin embargo, esto me hace sentir raro. Aún no sé por qué me siento mal al recordar mi boda con Joaquín.

Hoy me enteré que él le dijo la verdad a Martina, explicándole que nosotros no estábamos de acuerdo y que no sentíamos nada entre nosotros, que solo fingíamos estar casados para no hacer sentir mal a Rocío. Si no hubiera aparecido Rochi, tal vez no querría llorar ahora.

Además, con la carta de rechazo de Harvard, desearía un montón desaparecer y no existir más. Era un gran sueño para mí y ahora ese sueño se fue a la basura. Recuerdo que mi abuelo me decía: "El éxito no se espera, si no, hay que esforzarse y correr hacia el objetivo, no importa que tan lejos estés de lograrlo, tarde o temprano uno siempre llega a la línea de meta."

El abuelo era un genio.

Decidí salir de mi cuarto, donde había estado todo el día deprimida. Cuando me dirigí a lo cocina a tomar un vaso de agua, me sorprendí al ver que ya era de noche. Rocío estaba viendo televisión, pero a Joaquín no lo he visto desde ayer y no parecía que estaba en la casa.

De pronto, el cerrojo de la puerta de movió, indicando que alguien iba a entrar. Supuse que era Joaquín, así que me escondí detrás del sillón; no quería que me viera en mi estado de depresión y con un aspecto de animal.

Sin embargo, Joaquín no llegaba solo, Martina lo acompañaba. Los dos estaban completamente empapados y no paraban de reírse.

Sigilosamente, subí mi cabeza para ver mejor.

-¡No puedo creer que hayamos corrido todo ese camino para venir aquí!-exclamó Martina entre jadeos- ¡Con tremenda lluvia...! -no terminó de hablar por lo cansada que estaba, no obstante, miró a Joaquín dulcemente y dijo:- Gracias Joaquín, me divertí mucho hoy.

No me había fijado que ha estado lloviendo. La gente tiene mucha razón cuando dicen que una vez que entres a tu cuarto, pierdes la noción del tiempo y del espacio.

De la nada, los dos empezaron a acercarse y empezaron a unir sus labios para crear un suave beso.

Ahogué un grito. Rápidamente me tapé la boca y me agaché lo más que pude. Espero que no me hayan escuchado.

Cuando por fin se separaron, Joaquín dijo con una sonrisa en sus labios:

-Podemos repetirla cuando quieras.

-Muy bien- agarró su bolso- Nos vemos mañana, Joaquín.

Y la chica se fue al cuarto de Rocío, donde ella se alojaba ahora. La niña quería que su madre durmiera con ella, hasta que le cuente cuentos. ¿Saben lo que ella le contó? Sobre una princesa que había perdido a su hija y que la tenía raptada una bruja mala. ¿Ahora entienden por qué me siento una carga?

Ahora Joaquín estaba solo, bueno, también estaba yo, pero eso no contaba. Raramente, el chico seguía parado en el mismo lugar, no se movía.

-Carolina, ya puedes salir de allí-dijo, haciéndome sobresaltar.

Lentamente salí de mi escondite avergonzada, no quería que pensara que era una chismosa. También tenía un pésimo aspecto, esa fue la primera razón por la que me escondí, tenía el pelo alborotado y llevaba puesto una pijama de corazones. Además, creo que tenía los ojos rojos.

NOT EASYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora