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Narra Nat:

Después de que Jason se fuese no tenía nada que hacer así que como me aburría me puse a repasar apuntes de clase y a pasar a limpio los que tenía en sucio, ir al instituto me aburría mucho porque entendía todo a la primera y lo que hacía era ponerme al fondo de la clase y dormir. Cuando acabé con los apuntes me senté en el sofá y empecé a pensar en lo que hace unas horas casi ocurre.

Dios!!!!! Casi me acuesto con un hombre mayor y además no se ni la edad que tiene ni nada de su vida, podría ir a la cárcel o le podría pasar cualquier cosa... Esto no puede volver a ocurrir, él me gusta pero es mucho mayor que yo y no puede ser aparte que seguro que me quiere para echar un polvo y ya. Es imposible que una chica como yo le guste a un tipo como él.

Yo soy una chica del montón, mido 1'73, tengo el pelo castaño o casi negro aunque llevo pensando bastante tiempo en teñirme las puntas de rojo, tengo unas tetas normales que si las comparas con las de las chicas que están en el club se quedan en nada las mías y mis ojos son, de un color muy común, marrones y soy una inexperta en lo que a sexo se trata.

Él en cambio es un tío de casi 2 metros de altura, moreno de pelo y de piel también, tiene un cuerpo de diez y por su erección del otro día puedo asegurar que la tiene bien grande, sus ojos son de un verde avellana igual que los de Bestia y seguro que él tiene a muchas pretendientas que estarán muy dispuestas a satisfacerle en todo lo que él quiera y con más experiencia que yo.

Y con estos pensamientos tan depresivos me quedé dormida en el sofá. Me desperté y me sentía sucia y pegajosa, de repente me di cuanta de un sonido de una alarma que no sabía de donde venía, cuando me incorpore vi que me encontraba en mi habitación. Me asusté mucho porque no sabía como había llegado ahí, me acerqué a mi escritorio y abrí una caja que yo no había puesto ahí, había un móvil (el que emitía la alarma) y una nota.

Hola pequeña:

Hoy no te podre acompañar a clase pero he mandado a alguien a que te acompañe, te he comprado un móvil nuevo y no te preocupes que he sido yo quien te ha llevado a la cama esta madrugada.

Te deseo, Jason.

Me tranquilice un poco pero me ponía nerviosa no saber que había estado aquí y encima me había llevado a la cama, mejor voy a dejar de pensar en eso de momento y voy a empezar a prepararme para el instituto, me di una ducha y desayuné. Cuando acabé alguien llamó a la puerta.

- Hola - me saludó Angela - Jason me dijo que te acompañase al instituto.-

- Yo lo mato, siento molestarte tú deberías estar en casa descansando por el bebé. -

- No te disculpes, me ofrecí yo porque me han contado el incidente que tuviste con el pijo.-

Fuimos andando hasta el instituto y en el camino me contó muchas cosas de ella y de su hijo Steve y de su bebé, al llegar vi a Alice y a Candy muy acaramelados los dos.

- Hola - saludó Angela - bueno yo ya me voy, que tengáis buen día y Candy te aconsejo que corra el aire entre Alice y tu.- se fue riéndose y dejando a Alice y a Candy sonrojados.

Sonó la campana que indicaba que era hora de entrar a clase  y eso hicimos a la hora de la comida no vi a Alejandro por ninguna parte y eso hizo que me relajara y a la vez que me pusiera nerviosa porque alomejor Jason le había hecho algo.

Al acabar las clases le dije a Alice que me iría a mi casa porque estaba cansada pero era mentira, fui a buscar trabajo debido a que necesitaba dinero y pronto. Cuando llevaba ya tres horas buscando en cafetería y demás noté como alguien me estaba siguiendo, me metí en un callejón y me escondí detrás de unas cajas y cuando el sujeto que me seguía pasó por enfrente me lancé hacia él y le hice una llave.

- Wow pequeña, recuerdas bien lo que te enseñe - dijo y esa voz solo podía ser de una persona - ahora que ya has visto que no soy un violador me podrías saludar como es debido.-

Yo estaba en shock, el no puede estar enfrente mía, es imposible. Como él vio que no reaccionaba me abrazo y yo me puse a llorar como hacía años y él se limitaba a acariciarme la espalda intentando que me tranquilizase.

Narra Jason:

Antes de ir a recuperar la sección del norte me pasé por la tienda de móviles y le compré a Nat el mejor móvil que había en el mercado y cuando llegué a su casa entré con la copia de sus llaves. Ahí estaba ella, en el sofá y con los apuntes. La cogí y la lleve a su cuarto, emitía gemidos y supe que estaba teniendo un sueño húmedo, le toque el coño y estaba muy mojado. Me saqué la polla y con mis dedos le estimule un poco el clítoris para que se mojase más, recogí con mis dedos sus jugos y embadurne mi polla con ellos y empecé a mover mi mano arriba y abajo sobre mi erección mientras ella emitía gemidos por esos labios tan sensuales que tenía.

Me corrí sobre mi mano y embadurne dos dedos con mi leche y se los puse en los labios, ella los chupó como si fuese mi polla y seguro que en el sueño me la estaba chupando, cuando acabó deje el móvil en su escritorio y me fui.

Cuando llegamos a la sección del norte ya habían acabado mis hermanos con los del padre de mi Nat me aseguré que ninguna dama o niño había resultado herido y que mis hermanos que estaban heridos fuesen atendidos de la mejor manera. Regresé al club y la Misa empezó, comunicamos que todo había salido según lo planeado y que ahora solo tocaba ver como reaccionaba Azael.

Me pasé por mi club de estriptis para ver como andaban las cosas por ahí, al llegar me recibieron las chicas que trabajaban ahí pero yo las rechacé. Me metí en mi despacho y alguien llamó a la puerta, deje que pasase y era Mónica. Trabajaba como bailarina y como puta, me acostaba con ella cuando necesitaba despejarme y ella pensaba que en un futuro la haría mi dama.

- Knife, ¿necesitas despejarte? - me preguntó mientras se arrodillaba delante mía.

- No y ahora vete, no voy a necesitar tus servicios nunca más - se levantó y se hizo la ofendida.

- Entonces es verdad lo que dicen de que tienes a otra puta por ahí - me puse de pie porque esta puta ya me estaba cabreando.

- No te permito que hables así y ahora fuera de mi despacho.- la miré a los ojos y salió despavorida de mi despacho. Yo ya estaba cabreado así que decidí ir a mi casa a ver a lo mejor que me había pasado en mi vida y que algún día conocería a Nat.



Los Pumas MC IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora