Los Pumas MC I

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Narra Jason:

Cuando llegué a mi casa nada más abrir percibí el olor de mi madre y el olor de bizcocho de chocolate que ella sabía que me encantaba, entre en la cocina y estaba riéndose con mi hijo Kevin.

- Papi - dijo gritando y abalanzándose hacia mi - te he echado mucho de menos.-

-Yo también te he echado de menos mi pequeño motero, es muy tarde ya. Vete a tu habitación y ponte el pijama que yo en un rato voy a leerte un cuento.- el frunció el ceño y negó con su pequeña cabecita - de acuerdo, no te contaré un cuento si no que te contaré una historia de papá. - salió corriendo a ponerse el pijama.

- Es igual que tú con tu edad. ¿Quién es la chica?- me preguntó y yo no sabía como había descubierto que había alguien - no me mires así, soy tu madre y te he llevado en mi vientre 9 meses, se perfectamente cuando hay alguien más en tu vida.-

- Es una amiga de Alice, todavía no la puedo reclamar porque es menor - le explique.

-¿Le vas presentar a Kevin? -

- No creo que este preparada para dar ese paso todavía, es muy pronto.- ella asintió y yo me fui a la habitación de mi hijo- espero que estés ya con el pijama si no no te contaré la historia de moteros.-

-Papi ya estoy listo, puedes contarme ya la historia - cuando acabé de contarle la historia a mi niño se quedo dormido y como mi madre estaba en casa decidí ir a hacerle una visita a Nat.

Al llegar a su casa abrí la puerta y me encontré a Nat acurrucada con un chico que no sabia quien cojones era, entre en cólera y lo empuje con todas mis fuerzas y empecé a pegarle puñetazos, noté como Nat me abrazaba por la espalda para que me calmase y dejara a ese bastardo en paz. Le solté y me gire para ver a Nat, estaba llorando y me miraba con miedo.

-Quiero que me expliques que hacías abrazada a ese gilipollas ahora mismo.-

Narra Nat:

No me lo podía creer, tenía a Samuel agarrado a mi cuerpo y yo al suyo. Cuando me recompuse de la impresión me decidí a hablar.

- Samuel tu estabas muerto, moriste en aquel almacén por culpa de Luka - dije temblando.

-Fingí mi muerte para protegerte a ti y a tu hermano, deberíamos ir a tu apartamento y ahí te cuento todo.-

Cuando llegamos a mi apartamento me senté en el sofá y el se dirigió a la cocina a prepararme chocolate caliente porque sabe que es mi preferido junto a el café con leche, se sentó a mi lado y me dio la taza.

- Debo de estar alucinando porque es imposible que estés vivo.-

-Nat déjame explicarme, ese día decidí que lo mejor para todos era fingir mi muerte porque si no lo hacía te iban a matar, tenía que protegerte Nat. Eres mi mejor amiga, se podría decir que eres hasta como mi hermana y  no podía dejar que te matasen por un asunto de Luka.- dijo con las lagrima en los ojos.

- Lo pasé fatal, lloraba todas la noches, tenía pesadillas en cuanto cerraba los ojos, no comía nada e intenté quitarme la vida una vez - sollocé y él me abrazó - pensaba que no te iba a volver a ver más y ya me estaba haciendo a la idea. Sabes, iba a visitar tu tumba cada día e incluso creía que me estaba volviendo loca porque te veía a veces.-

- Lo siento mucho, te estuve vigilando para que no tuvieses problemas pero por lo que he visto tienes a otro que cuida de ti.- dijo levantando ambas cejas varias veces.

- Es imposible que lo nuestro funcione, creo que voy a dejar la cosa que tenemos juntos.- dije esto y volví a comenzar a llorar- él es mucho mejor que y seguro que puede encontrar a otra mejor que yo.-