ENTRE DOS MUNDOS ©

JACK

Al dia siguiente

Violet

OMG, son las diez, seguro Max ya está abajo esperando a que salga. Temiendo una respuesta indiferente decidí marcarle.

— Hola, Max...

— Hola, violet ¿ya estás lista?, recién llegué a tu casa.

— Ya salgo y perdón por la demora.

Bajé apresurada tropezando Mike en el pasillo de la salida.

— No vas a ir sola, yo te acompaño.

— como desees — continue con mi paso.

Salimos y fuera de mi casa un Lamborghini rojo espectacular estaba parqueado. Subimos, Mike en el asiento trasero con sus audífonos y yo en el asiento del copiloto.

El ambiente estaba extraño.

Llegamos a una casa inmensa. Max fue con Mike al jardín mientras yo entré al living sorprendiéndome con todo lo que había dentro, aquella vivienda tenía ese toque vintage que todas las mansiones del pueblo poseían. Por dentro era aún más hermosa, cuadros del porte de la pared, jarrones en mesitas, espejos con filos dorados y una gran escalera que llamó mi total atención, mi mirada se posó en el apuesto muchacho que venía bajando las escaleras, el hermano de Max. No sabía su nombre, pero estaba segura de que parecía un príncipe. Nuestras miradas chocaron por un largo rato, haciendo que el aire abandone mi cuerpo por esos segundos que parecieron minutos.

Bajó por completo y me presenté.

— Hola, soy Violet...

— Lo sé — me interrumpió con indiferencia.

— Y... ¿cuál es tu nombre?

— Jack.

— Ok...

Max apareció con Mike y después ingresó a una habitación que estaba a lado de lo que parecía ser la cocina. De ahí salió un hombre y una mujer con Max.

— Ellos son mis padres — dijo Max señalándolos — Collin y Rose.

— Hola, un gusto en conocerte Violet — dijeron a unísono.

— El gusto es mío — Sonreí —. Mi hermano Mike — dije pasándole mi brazo por su hombro.

— Un gusto, señores — dijo mi hermanito.

Max trajo a Jack y nos lo presento

— Mi hermano, JACK.

— Sí, antes nos topamos.

Mike abrió los ojos de par en par cuando vio a Jack, no sé porque paso eso, pero parece que ya lo conocía. Solo se quedaron viendo por un largo rato y reaccionaron de nuevo.

***
Rose llevo a Mike a conocer el resto de la casa, y Max me llevo a conocer su habitación.

Una no tan gótica, por cierto. Las paredes tenían un beige lúgubre, que estaban tapadas con estampillas de muchos países. Una muy ordenada cama adornada con sabanas de seda negra.

— Es muy bonita tu habitación, tan espaciosa.

— No te sorprendas, la de Jack es aún más grande que la mía.

— En serio?

— Ajá, me esperas un momento, ¿sí?

— Claro, no hay problema — sonreí.

Cuando Max salió sentí curiosidad por la habitación de Jack, que quedaba justo en frente. No sabía si entrar o no. La curiosidad me ganó y entré.