¿SECRETO?

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MIKE


Realmente quería irme de ahí pero no podía dejar a Violet sola con estos chupasangres...
***
Llegamos y bajamos del auto de Jack, me encontraba en frente de una mansión que tenía un color cobrizo que parecía las casas de esas películas de terror.

Entramos y ahí estaban Collin, Rose y el idiota de Max , caminamos inspeccionando el lugar ya que daba un poco de escalofríos estar allí.

— hola chicos, pasen, vamos, les mostrare sus habitaciones —Rose estaba tan sonriente como siempre.

Subimos y ella abrió una puerta al comienzo del pasillo:

— Esta será la habitación de Max — señaló la primera habitación.

Abrió otras dos en medio.

— Esta será para Mike y la otra para Violet.


Ella se pasó al frente de la habitación que le había asignado para Violet y abrió otra puerta.

— y esta será para Jack — dijo emocionada.

Cada uno entró a su habitación a desempacar maletas.

Violet


Entré a mi habitación asignada y comencé a desempacar mi ropa y la puse en un closet que había.

Pensé en que podría pasar al estar los tres juntos en la misma casa y la habitación de Jack en frente de la mía...

JACK


Estoy al frente de su habitación, pero debo perecer ante la situación de entrar y estar con ella, ya que Max podría encontrarnos juntos.

Buscaba una cobija que después recordé que se la había prestado a Violet en el avión.
Salí de mi habitación asegurándome que no había nadie y me pasé al frente, a la habitación de Violet, que, aunque no quiera aceptarlo sabía que corría peligro con nosotros.

Toqué y ella abrió.

— ¿Jack...? — dijo un poco confundida y sorprendida .

— ¿puedo entrar? — Interrumpí espabilándola.

— oh, sí, claro, pasa — reaccionó haciéndose a un lado para que pueda pasar y escuché la puerta cerrarse detrás de mí.

— ¿qué pasó? — preguntó nerviosa.

— solo venía a ver la cobija que te presté en el avión — dije tragando saliva y un poco nervioso. Joder como me ponía tan nerviosa estar cerca de esta chica.

— Ah, si ya recordé. Espera, creo que está en mi bolso — dijo caminando hacia la cama donde se encontraba su revuelto bolso.

Me acerqué al filo de la cama y ella se puso más nerviosa mientras buscaba la cobija.

— oh, aquí está — alzó la cobija — toma.

Tomé la cobija y sus dedos rozaron con los míos haciendo electricidad y ella los alejó rápidamente.

— ya no puedo más — dije rendido.

Lancé la cobija sobre la cama y la tomé de la cintura, la acerqué a mí y junté mis labios con los suyos. La besé con delicadeza mientras ella me tomaba entrelazando mis cabellos contra sus dedos. Presionándola más a mi cuerpo.

— Jack... Jack — escuchaba gemir a violet — no creo... que sea correcto... que hagamos esto — decía mientras sus acciones la contradecían, ella estaba rendida a mí y podía notar que lo deseaba tanto como yo.

— ¿por qué quieres que pare? — pregunté besando su cuello — si los dos sabemos que si queremos hacerlo.

Ella no dijo nada y dejó que siguiera besando sus labios tan cálidos.

Cuando nos dimos cuenta ya estábamos sobre la cama, yo presionándome más a ella entre sus piernas y mi mano pasándose debajo de aquel corto vestido amarillo que tenía puesto, luego fueron subiendo por su abdomen y llegando a su rostro tan suave.

Sentimos que nos sobraba ropa y cuando nos dimos cuenta ya estaba ella en ropa interior al igual que yo.

— Jack, para, sí, para — dijo haciéndome volver a la realidad —. ¡JACK !

Se separó de mis labios y me incorporé poniéndome a un lado en la cama.


— ¿por qué lo hiciste? — dije fríamente.


— ¿hacer qué? — frunció el ceño y me miró casi confundida.

— ¿por qué dejaste que te besara?, me dejaste llegar hasta este punto y luego te arrepientes, realmente no te entiendo — miré el techo con el ceño fruncido y con mi brazo bajo mi cabeza.

Hubo un gran silencio en la habitación, Violet se levantó de la cama y se fue al WC, me quedé un rato acostado en la cama y luego me levanté poniéndome mi pantalón y salí de su habitación con mi camisa en la mano...

Violet


¿En qué rayos estoy pensando?, por qué siempre me dejo llevar cuando estoy con Jack, no sé, pero él siempre aparece en el momento más indicado, aunque sé que debo mantenerme alejada de él porque si Max se entera de lo que ha estado pasando con Jack de seguro y comienza la pelea entre ellos dos.

Salí del WC y me di cuenta que Jack se había ido sin su cobija, pero no me apetecía ir a dejársela porque se cómo podría terminar esa entrega.

Me puse un short jean y una blusa holgada con unas sandalias porque amaneció soleada la mañana y el aire acondicionado estaba descompuesto.

Bajé y estaban en la mesa.

— buenos días — dije bajando y examinando para ver donde estaba Jack.

— buenos días corazón, ven siéntate con nosotros — dijo Rose sonriente.

Me senté junto a Mike, le pregunté sobre Jack y alzó los hombros diciendo que no sabía dónde estaba.

Durante el desayuno no se dijo ni una sola palabra. Terminamos y me dirigí hacia el living que realmente era espacioso.
Max se me acercó y me agarró la mano.

— ¿quieres que te muestre algo? — me susurró al oído.

Asentí y salimos hacía donde estaba parqueado su auto, subimos, viajamos casi por veinte minutos hasta que llegamos a una linda playa donde la arena brillaba como el oro gracias a los rayos del sol, bajamos y él me agarro la mano entrelazando sus dedos con los míos. Caminamos un buen rato por aquella playa solitaria hasta que Max decidió parar y se puso en frente de mí.

— ¿puedo hacerte una pregunta? — dijo viéndome fijamente a los ojos.

— claro, por qué no — dije un poco confundida ya que no entendía a que venía su pregunta.

— ¿quieres ser... mi novia? — me tomó las dos manos esperando mi respuesta.

ENTRE DOS MUNDOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora