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Capítulo dedicado a @rosamaria2605, espero que tengas un lindo día el sábado.
Feliz cumpleaños un poco adelantado ♥

Próximamente dedicaré más capítulos :)





Capítulo con contenido un tanto sexual.






Se sentía angustiado.

Quería encontrarla, y encontrar su moneda.

Quería destruirla, y por sobre todas las cosas, hacerla vagar por toda una eternidad sabiendo que simplemente no tendría una mísera oportunidad para alcanzar la paz.

Y, por supuesto, iba a conseguirlo.

Se había metido con Crystal y eso no se lo iba a perdonar. Ni a ella, ni a él mismo.

-¡Tenemos que encontrar a Crystal! ¡Ya!- gritaba entre llantos la pequeña Ada- ¡Mío! ¡Hay que encontrarla!

Jaden podía llorar en ese mismo momento.

-¿No está con vosotros?- preguntó un tanto asustado y Abril negó, conteniendo las lágrimas- Mierda.

-Vamos a buscarla- comentó una vez más Ada- Vamos, mío.

-Llevátelas, yo voy a buscarla- comentó Jaden mirando a Isaac, quien asintió.

-Yo voy contigo- gruñó Abril, dando un paso hacia adelante.

-Y yo- se quejó Ada haciendo un suave puchero.

-Aquí nadie la buscará excepto yo- comentó Jaden suavemente- Abril necesito que salgas de aquí, y que avises de lo que está pasando.

-Pero...- se quejó ésta.

-Los del consejo- comenzó éste interrumpiéndola- No han conseguido salir, y los profesores están intentando sacar a todos los que pueden.

-Y a tí no te puede ver el Alpha, ¿No?- comentó Isaac haciéndole entender que sabía quien era.

-Tú mejor cállate y llévatelas, estoy perdiendo tiempo- gruñó Jaden desapareciendo entre los pasillos.

Estúpido Sheran.
Estúpido Isaac.
Maldito estúpido, estúpido.

Pensó Jaden mientras avanzaba por uno de los pasillos que iban hacia uno de los tantos gimnasios.

Porque sí, sabía que Crystal había utilizado la última moneda.

Sin embargo, a unos cuantos metros de él la niebla comenzó a aparecer.

-Juro que encontraré tu maldita moneda- gruñó adentrándose en la niebla.

Porque sí, a él no le afectaba en lo absoluto.

-Dame mi maldita moneda- gruñó el hombre un tanto impaciente- ¡Ya he hecho tu maldito favor!

Crystal suspiró frustrada y extendió la moneda para dársela. Sin embargo, él fue más rápido y se la arrebató, deshaciéndola.

Mi dulce niña.
Pensó Jaden revisándola.

-¡Mi moneda!- gritó el hombre totalmente indignado.

-¿Estás bien, cielo?- preguntó suavemente y ésta asintió.

Jaden por fin pudo liberarse de todo el estrés que la situación le había provocado.

Gracias a aquel hombre ella estaba bien. Jaden más que nadie lo sabía.

También sabía que él había cumplido su favor, y que por ende, debió obtener su paz entregándole la moneda.

Crystal #2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora