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El día había sido realmente agotador.
Agotador e irritante.

Sin embargo, para Ada había sido todo lo contrario.

Había conseguido hacer dos amigas, y movilizar a toda la clase en una protesta contra matones.

Y sí, había conseguido ridiculizar al gorila de su clase, quien nada más verla entrar decidió intimidarla.

Su día había sido increíble.
Ella en sí era increíble.

Y, sobre todo, estaba destinada a ser protectora.

-Definitivamente esa niña estaba destinada a esto incluso antes de nacer- comentó Dave dándole la razón a su hermana- ¿Y a tí cómo te ha ido?

Crystal arrugó la nariz sin poder evitarlo, y su hermano supo que no le había ido tan bien.

Ella, desde luego, no había montado ninguna protesta contra nada, menos contra un matón.
Ni siquiera había sido capaz de parar al idiota de su director.

Tampoco había conseguido entablar conversación con nadie que no fuera Abril.
Sin embargo, estaba muy contenta de que fuera ella y no otra persona.

Esa chica era genial, y, sobre todo, muy divertida.
Por no mencionar su carácter.

-Tengo una guía- finalizó sonriendo- Se llama Abril y es una chica muy divertida.

-¡Eso es fantástico!- chilló Dave abalanzándose hacia su hermana para darle un gran abrazo.

-Lo es- murmuró feliz.

Realmente es lo único bueno que voy a sacar de esta experiencia como siga así.

Pensó Crystal.

-¿Y las clases que tal?- preguntó su hermano nuevamente serio- ¿Has sido capaz de seguir el ritmo en los deportes?

-Claro que no- contestó ésta algo afligida- Me caía cada tres segundos y a lo único que me he limitado es a correr torpemente y hacer flexiones.

-Crystal- le reprendió su hermano- Sabes que es así, para ti todo va a ser más complicado, pero la recompensa será mucho mejor.

Ella se quedó callada.
Realmente deseaba decirle que quería abandonar, que su director tenía razón, que ella no podía siquiera protegerse a sí misma.

Quería tirar la toalla.

-No dejes que ellos ganen, ¿si?- murmuró el acariciando sus mejillas- Puede que no veas, pero eso no te impide ser quien tú quieres ser ¿si?
Y si quieres patear culos y defender a la gente, estás en todo tu derecho.

-Vale, vale- murmuró ella haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad para no llorar.

-Ya verás como todo se te dará mejor, le cogerás el truquillo y todo irá de maravilla- besó su frente- Ahora te dejo descansar, buenas noches enana.

-Buenas noches, hermanito- murmuró bostezando.

Mañana sería un buen día, o al menos, no sería tan malo como hoy.









Ni siquiera había amanecido, y ya había una pequeña nota esperando para Crystal.

Gisela dio gracias por haberse levantado la primera y haberla visto primero. No quería imaginar que habría pasado si hubiera sido Rick quien la hubiera descubierto.

No estaba dispuesta a aguantar más interrogatorios, así que decidió aplazar el desayuno para más tarde y subió a la habitación de su hija.

Su pequeña y perfecta hija descansaba plácidamente arrullada por un montón de mantas.

Crystal #2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora