Capitulo 13

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Cuándo la enfermera me dijo que podía pasar a verlo sentí que el corazón se me paralizaba. Me enojé mucho pero luego ella dijo que tenía que calmarme y esperar unos minutos. Me llevó a la sala de espera en donde me encontré con el señor Alvares que estaba por salir del hospital. Me dijo que tenía que ir al aeropuerto a recoger a sus padres que regresaban de unas vacaciones en Italia.

Cuándo se fue tuve que esperar unos segundos para poder levantarme y caminar por la sala mientras pensaba. Todavía no lo había asimilado por completo. Alguien muy importante para mi se encontraba en sus últimas horas de vida y yo no podía hacer nada mas que esperar. Como odio el tiempo.

Cuándo fui hacia la habitación sentí nervios. Yo que soy un persona que no se pone nerviosa tan fácilmente y ya vez. Será por el maldito carácter amargo que aparento llevar día a día conmigo.

Toque la puerta y un suave pasa, casi inaudible se escuchó del otro lado. Las luces brillaban mucho, un resplandor algo molesto para mi gusto. Mire hacia la cama y lo vi.. tenía al menos 5 días o una semana sin verlo. Se veía más diferente. Estaba más flaco. Se veía cansado. Sus ojos color cafés se veían ahora más oscuros rodeados de un principio de ojeras que comenzaba. Conectado a toda esa máquinas se veía extraño. No recuerdo la última vez que fui a un hospital. Quizás desde lo que pasó hace muchos años no volví a pisar otro y por eso no recuerdo si después de eso volví a uno.

Cuando viró su cabeza y me vio, su sonrisa era un poco débil pero aún así lucia preciosa, como acto reflejo sonreí al verlo. Me pidió que bajara la intensidad de las luces hasta un nivel cómodo, pero a la vez oscuro. Me senté en un asiento frente a la venta a su lado, afuera no dejaba de llover. Sujeto mi mano sin darme cuenta y me pidió perdón por no haber asistido a la competencia. Le dije que eso no importaba, que su salud era lo más importante para mi. Me paré del asiento y ante la mirada de asombro de el me acosté a su lado en la camilla. Me acomodé más a él para pegar mi nariz a su cuello y aspirar ese perfume tan suave que siempre me había gustado. Solo estuve un poco enojada con el por no haberme contado nada y alejarse pero en el tiempo que estuve ahí junto a el todo dolor se fue.

Duramos varios minutos en silencio hasta que me pregunto cómo había sido mi vida años atrás. Antes de venir a vivir a la isla. Quería saber de mí. Siempre me lo decía en esto lo que nos estuvimos conociendo. El quería saber por qué era así tan fría y distante cuando el me hablaba de sus sentimientos por mi.
Me dijo que no me juzgaría pero que sea lo que sea el siempre me comprendería.

Debió ser la confianza, protección y apoyo que el me brindó porque empeze contarle todo con tranquilidad. Junto a él ya no me dolía tanto recordar.

Le conté una historia de una chica que tenía muchos sueños y metas en la vida. No tenía nada especial ante los ojos de todo el mundo pero para su papá ella y su hermana eran su todo. Ella desde pequeña era despreciada por muchos por ser gordita y muy inteligente para su edad. El único amigo que pudo hacer fue un chico del que todos se burlaban por ser gay. Se conocieron en 10mo grado y fueron buenos amigos por mucho tiempo. Aunque esa amistad se fue distanciando por una persona que la quería a ella como un premio del que podía ganar con una malvada apuesta. Llegó el día en el que se graduaron y pasaron para la universidad pero ella no volvió a ver a su migo desde la graduación.

Días después se enteró de que el padre del chico lo había asesinado en una fuerte discusión domestica luego de enterarse de que era homosexual. Desde ese día ell se quedó sola, sin nadie con quien hablar y que la defendiera de todas esa gente mala que quería burlarse de ella. Su hermana está en otra escuela, una especializada para jóvenes atletas. Su mamá no le prestaba atención ya que estaba separada de su padre y demás se veía con hombres a espaldas de el, incluso cuando estaban casados. Los únicos que podían darle el amor que necesitaba eran sus abuelos que aunque la distancia los separara siempre se mantenían en contacto y cada verano los iba a visitar allá en la República Dominicana o cuando podía volvía a su isla querida.

Las cosas se pusieron feas cuando conoció a un chico en la escuela llamado Scott.. un chico popular que se acerco a ella diciendo que le gustaria ser su amigo pero lo que realmente queria era aprovecharse de ella. La utilizo de la peor manera que se puede utilizer a alguien. Primero se hizo su amigo para aprovecharse de que era ingénua y hacer que ella le hisiera favores ''ayudandolo'' con sus trabajos.Luego la invitava a salir pero solo donde se vieran ellos ya que el casi no hablava con ella en la escuela, no la volteaba a ver, como si no querian que supieran que se conocian. La empezo a coquetear secretamente hasta que la enamoro e iluciono.

Su único amigo trato de aconsejaría pero ella no escucho por estar tan deslumbrada por su chico, logrando asi que ella le entregara lo mas valioso que los hombres desean en una chica.... Su virginidad. Su amigo Erick con el que apenas podía pasar tiempo (ya que su padre lo mantenía ocupado en entrenamiento ya que era deportista), le seguia advirtiendo varias veces que Scott no era una buena persona y que tuviera cuidado con el.

Unos meses después se aproximaba la graduación y ella estaba tan ansiosa por que llegará el día, pero cuando llegó a la escuela todos se burlaron de ella. Diciéndole que era demasiado estúpida, ingenua, niña tonta y un sin fin de insultos. Cuándo se encontró con Erik este no pido más que pedirle que se fuera con ella porque ahí las cosas empeorarían si se quedaban más tiempo. Pero saliendo por la entrada se cruzaron con Scott abrasado a la líder del equipo de porristas y se reían de ella. No le dio tiempo en darse cuenta cuando esté estaba en el suelo siendo golpeado por Erik. Logró separarlos pero no sin antes Scott amenazar a Erick de que se lo pagaría muy caro esa humillación.
Cuándo llegaron al parque que está cerca de la casa de la chica él tuvo que contarle lo que había pasado y lo que todos murmuraban. A la pobre chica se le desgarro el corazón y se fue a su casa lorando como alma que lleva el diablo.

Era tanta rabia la que sentía que cuando llegó a su casa se encerró en su habitación, ignorando a su hermana que cuando la vio la siguió para saber qué había ocurrido. Consumida por el dolor se tomó casi un frasco entero de pastillas mientras su hermana tocaba la puerta con desesperación. Llegó a un punto en el que se miró al espejo y se veía como aguien desagradable, entonces tomo la lampara de la mesa y rompió el espejo. Tomo uno de los pedazos y se cortó fuertemente. Unos segundo después callo al suelo inconsciente al poco tiempo su hermana y su madre entraron en la habitación y no paraban de llamarla, que siguiera con ella.
"¡Amy despierta, no te vallas!"

Cuándo termine de hablar estaba llorando, trate de ocultar mi cara en el cuello de Daniel pero el sostuvo mi mandíbula y me miró fijamente con la mirada más hermosa que he visto en toda mi jodida vida. Pero lo que más me sorprendió fue que el estava también llorando silenciosamente.

Estaba débil. Pero aún asi el quería alargar lo más posible el tiempo que nos quedaba juntos. Su mirada fue tan intensa que sentí que podía atravesar mi alma y romper esa barrera que estava rota dentro de mi cada ves que estava con el. Era tarde pero aún así me di cuenta que todo el cariño que creí sentir por el en todo este tiempo era amor. Quería decirle lo que sentía por el pero en ese momento me besó.. me besó como nadie me había besado antes, como si nunca había besado a alguien, y sentí ese palpitar en el corazón que a la vez de punzante te deja pensando si son mariposas o una estampida de leones lo que sentimos en nuestro interior.

Supe que lo amaba en ese momento. El me había demostrado lo que era aprender a amar a alguien y no a ilusionarme.
Separo sus labios de los míos y pude escuchas las palabras mas sinceras que un chico me había dicho jamás

- Te amo, siempre te he amado desde que te conocí y te amaré incluso después de la muerte. No me importava si eras gorda, flaca, fea o bonita. Porque incluso así nada se compararía con la maravillosa mujer de la que me enamore.

Y con esas palabras sus ojos se cerraron lentamente mirando fijamente los míos mientras la máquina indicaba que su pulso estava cada vez mas cerca del cero. Dejándome con una tristeza tan grande después de la muerte de mi padre.

Sexo & Otras AdiccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora