Capítulo 17: Memories

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Sábado 13 de diciembre de 2014


11:00 p.m.


Walt se acercó a Frédéric, tomó su pulso y escuchó atentamente a sus latidos. Todo parecía estar bien, salvo al hecho de que se había desmayado.

— ¿Qué está haciendo él aquí? —preguntó entrecortado Matt. Su tono de voz denotaba enojo, casi ira —. Creí que te había dicho que no quería verlo cerca de ti hoy.

— ¡Dios mío Matt! ¡Nos acaba de salvar la vida!

— Prefería morir antes de que él me salvara.

— No puedes estar hablando en serio

— ¡NO QUIERO VERLO CERCA DE TI! —advirtió molesto. Iba a acercarse a ambos pero el mareo hizo que cayera al suelo.

Walt aprovechó ese momento para sacar su celular en busca del número de Kim.

— ¿Qué... haces?

— Llamando a la única persona que nos puede ayudar en este momento.

¿Hola?

— ¡Kim!

¡Walt, qué bueno que llamas! —exclamó con notoria alegría.

— Kim, luego nos ponemos al día —dijo, interrumpiendolo—. Necesito de tu ayuda.


***


11:33 p.m.


— ¿Va a estar bien? —preguntó Walt.

— ¿Preguntas por tu novio o por Frédéric? —contestó Kim con otra pregunta.

Ambos estaban sentados en el comedor de la casa de Frédéric. Mientras que el francés y Matt estaban recostados en los sofás de la sala.

— Por... ambos.

— Digamos que solo cedé a tu novio. Estará bien en unas horas y con suerte, pensará que todo fue un sueño.

— ¿Qué hay de Frédéric?

Kim lo pensó mucho antes de responderle.

— Estará bien. Solo necesita descansar. Consumió casi toda su energía.

Walt suspiró aliviado.

— Aunque...

— ¿Qué?

— Hay algo más importante con lo tenemos que lidiar.

— ¿Qué es?

— Será mejor que me acompañes —dijo antes de levantarse. Esperó a que Walt hiciera lo mismo y empezó a caminar, con el menor detrás de él.

Walt se percató que estaban yendo a la habitación de Frédéric. Kim agarró la perilla de la puerta con fuerza, suspiró pesadamente y la abrió lentamente.

Al entrar a la habitación, lo primero que vio Walt fue a Trevor aparentemente dormido pero su respiración era agitada y soltaba pequeños quejidos.

— ¿Trevor? ¿Qué le pasó? —preguntó preocupado.

— Fue mordido. Por un alfa.

— ¡¿Qué?!

— Hace un par de días, Trevor me pidió que le enseñara algo que le ayudara a defenderse —comenzó a explicar Kim—. Estaba harto de tener que ser protegido todo el tiempo.

— ¿Y por eso hiciste que lo convirtieran en un hombre lobo? —preguntó molesto Walt.

— No. Primero escucha atentamente —Kim advirtió como los ojos del menor comenzaban a tornarse amarillos—. Le iba a enseñar alquimia, a hacer algunas pociones que le ayudaran a defenderse y artes marciales. Fuimos al bosque en busca de materiales para empezar con las cosas básicas. Ya teníamos casi todo, cuando una pelea entre clanes se desató y por desgracia estábamos en medio de ella —se acercó a Trevor, siendo seguido por Walt. Posó sus manos sobre el pecho del rubio y un destello verde emano de estas—. No puedo evitar que se convierta, pero al menos puedo ayudar a que sea menos doloroso —explicó.

— ¿Por qué no desaparecieron?

— El instinto de tu amigo es correr ante el peligro —respondió—. Llamé a Frédéric. Matamos a cuantos pudimos, pero cuando encontramos a Trevor, ya había sido mordido.

— Por eso es que ocupó casi toda su energía.

— Sí.

Poco a poco, la respiración de Trevor se tranquilizaba. Walt miró a Kim, detenidamente.

— ¿Por qué accediste a ayudar a Trevor? Creí que te caía mal.

— Frédéric tal vez jamás lo admita, pero ambos estimamos a Trevor. Sus estúpidas bromas y ocurrencias alivianaban algunas misiones, pero no fue por eso que accedí a ayudarle.

— ¿Entonces?

— No siempre fui el caster hábil y confiado que ves ahora Walt —retiró su manos del pecho de Trevor—. Frédéric tenía que estarme salvando todo el tiempo, e incluso antes de conocerlo, me la vivía haciendo uso de mis ilusiones para ocultarme y huir. A veces me costaba distinguir la realidad de mis propias ilusiones. Frédéric me enseñó muchas cosas y una de ellas fue cómo defenderme haciendo uso de mi magia.

— Entiendo.

— Simplemente no pude evitar verme en él.

— Pero ahora será un hombre lobo...

— Si la mordida no lo mata —Kim notó como Walt se tensó ante su comentario—. Recuerda que no todos pueden soportar la mordida.

— Lo sé... pero pensé que estabas ayudando en el proceso.

— Solo puedo aliviar su dolor, no puedo revertir la mordida Walt. Mañana sabremos los resultados.  

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[N/A: ¿Qué tal? Espero se encuentren bien. Vengo con la noticia de que esta vez no me tardé tanto para actualizar, YAY~. Sin embargo es un capítulo corto. Esto es por diversas razones pero la principal es que creí necesario separar esto de lo que sigue.

Quiero agradecer a los nuevos lectores que le están dando una oportunidad a TDSOTM. De verdad, muchas gracias. No olviden dejar sus comentarios y darle en la estrellita de cada capítulo si es que les gustó.

Les puedo decir que apenas va a empezar lo intenso de la novela. Estén preparados.

Por cierto, les dejó una foto de DongHae, quien físicamente es la apariencia de Kim. Al menos para mi.

Tengo un nuevo proyecto, el cual es un blog personal pero esa es otra historia y a pesar de eso, prometo no atrasarme tanto. Ya puedo administrar mejor mis tiempos. Ahora solo falta que la inspiración llegué sola (?) jajajaja.

Hasta la próxima~]


The Dark Side of the MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora