[No hay Lemon, en este capitulo]
El líder había dejado a la chica, apoyarse en sus propios pies, mientras ella rodeaba el cuello del mutante con sus brazos; no sabía que hacía, ni le importaba, lo estaba disfrutando y no iba a dejar que una oportunidad como esta desaparezca, tan fácilmente. El de ojos azules, cogió a la bruja de la cintura, y pegándola contra el; no iba a dejar ir, a la chica que empezó a tener sentimientos solo al ver sus preciosos ojos violetas. Cada vez que la chica cogía tiempo para respirar, el mutante atacaba de nuevo, algo que hacía sonreír a la bruja; el mutante no iba a dejarla ir tan fácilmente, y por ser una tortuga podía estar cuarenta minutos sin respirar, algo que hacía más fácil de hacer un beso largo. Algunas veces parecía que la chica iba a morir de no respirar, pero el mutante le dejaba segundos de descanso, suficientes para poder coger aire para los pulmones. Poco a poco, el de ojos azules, llevaba a la de ojos violetas contra la pared, haciendo más fácil que el líder tomase el control de la situación; fue subiendo sus manos, sintiendo cada parte de ese perfecto cuerpo, sin encontrar ningún fallo en ese cuerpo, y la chica solo sonreía y gemía por cada tacto que sentía. Pero en un punto, que el chico encontró la parte en que el traje se podía quitar, la chica se separó del beso y le miro a los ojos; empezando a acariciar la mejilla, del que intentaba ir algo más lejos.
-Leo, ¿estás seguro? Nos conocimos no hace más de dos días, es nuestra primera vez besándonos ¿y ya quieres hacerlo? Entiendo tus emociones, pero esperemos un poco, ¿vale?-, le fue diciendo, mientras le acariciaba y le miraba con ternura. El líder soltó el agarre del punto para quitar el traje, puso sus manos suavemente en las mejillas de la bruja y le respondió:
-Lo que tú quieras, princesa-
La chica, solo río dulcemente y le beso de nuevo al mutante. Después se separó de el, acariciando su piel mientras andaba fuera de su alcance; la chica recogió el libro y volvió la vista para ver cómo su mutante andaba hacia ella, y luego rodeaba la cintura de la chica.
-¿Podríamos dejar esto en secreto, por favor?-, pregunto la bruja, mientas empezaban a andar entre los túneles.
-Cualquier cosa que quieras-, le respondió.
-Gracias, solo es que sé que a tus hermanos no les castigo, que digamos bien, solo por el aroma de maldad que llevo. Si hubieran vivido dónde y con quién estuve yo; lo entenderían-, le explico la chica de ojos violeta.
-No te preocupes, si te hacen algo después se verán conmigo . Y le debo uno a Raph, por haberte hecho ese corte, que ahora que lo noto ¿dónde está?-, le comentó el de ojos azules.
-Como tú puedes curarme a mi, yo también me puedo curar-, le explico mientras apoyaba su cabeza en el hombro del que antes le beso.Después de un bonito paseo por los túneles abandonados, la pareja aparecieron en la guarida. Los que estaban dentro, les miraron raros, por la postura en que estaban; pero solo se separaron lentamente, para luego dirigirse a la tortuga de bandana roja.
-¿Qué queréis?-, pregunto de mala gana el que estaba dando golpes al muñeco de boxeo.
-Una pequeña venganza-, comentó el de azul, mientras se tornaba los nudillos. El de rojo no se creía lo que decía, su hermano nunca fue rencoroso, y ahora intentaba pegarle; en verdad no intentaba pegarle, le había pegado y ahora se encontraba en el suelo.
-¿Qué te está pasando Leo? Tú nunca creías en las venganzas, y de repente aparece esta bruja y te cambia la actitud. Esa idiota te ha hecho algo-, le comentó el que se encontraba en el suelo.
-No vuelvas a llamarla idiota-, le dijo mientras le apuntaba con un dedo, amenizándole con una mirada de odio.
-¡Leonardo!-, le llamo una voz desde atrás.
-Otra vez no, tú otra vez-, murmuró el de azul, que miro a la rata que se encontraba en la entrada de la guarida.
-Leonardo, tú y Onotagui os vais a quedar aquí. Raphael, Donatello, Michelangelo y April, vayan al patrullaje, y si lo necesitan llamad al joven Jones-, ordenó el Sensei. Y sin ningún pero, los nombrados hicieron caso, y una vez que no se podían ver a los que salieron, el hijo mayor grito:
-¡¿CUÁNTO TIEMPO ME TENDRÁS AQUÍ ENCERADO!?-
-¡CUANDO APRENDAS A CONTROLARTE!-
Lo que no sabían, es que los otros pudieron oírlo, ya que no estaban tan lejos y el padre e hijo, habían grito de una manera en que se pudiera haberse oído desde la superficie.La bruja, solo había dado tres pasos hacia atrás, dando camino libre a los gritos de una pelea, entre un hijo y un padre. El padre se había acercado al centro de la sala, delante del televisor, y el hijo, solo se quedo donde se había quedado, mirando seriamente a su maestro rata. Hubo un silencio, antes de que el padre empezara la conversación.
-Hijo mío, ¿por qué ? ¿Por qué tuviste que ser tú el que lo tuviese?-
-Estas sinuando, ¿que no debería tener este poder?, ¡¿que no me lo merezco!?, ¡¿QUÉ NO DEBERÍA TENERLO!?-
-Hijo, no lo veas de esa manera, es demasiada responsabilidad, puedes caer a los pies del mal, si no te controlas. Podrías hacer lo que estás haciendo ahora-, le explico, viendo que desde las manos cerradas de su hijo mayor salía una niebla negruzca. El líder al notarlo, abrió las manos para que se desaviene cierra y volvió a ver a su padre.
-Todos estos años, intentando ser responsable, todos estos años siendo el más maduro; perdiendo mi infancia, perdiendo mi diversión. ¡SOLO PORQUE QUERÍA HACERTE ORGULLOSO DE MI! Y ahora me dices ¿¡Qué no soy lo suficiente responsable?!-
-Hijo tranquilízate-
-¡¿QUÉ ME TRANQUILICE?! ME ESTÁS DICIENDO QUE NO CRES QUE PUEDO SOPORTAR UN PODER ASÍ. QUE NO CRES QUE SOY SUFICIENTE RESPONSABLE, NI PREPARADO PARA ALGO ASÍ. ¿¡QUÉ TIPO DE PADRE ERES?!-, y con esos gritos de parte del hijo, el Sensei noto como algo en él se destrozaba y vio cómo su hijo mayor, se alejaba tirando a la bruja con el, hacia la habitación del mutante.-Solo quería protegerte
de la verdad-
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El lado que escondemos
FanfictionPuede parecer más que un líder, obediente, leal y hermano mayor. Pero desde mucho tiempo, Leonardo, a guardado un secreto o más de sus amigos, hermanos, hasta de su padre. Y ahora tendrá que esforzarse todavía más para guardarlo, después de la visit...