A veces solo hay que seguir intentándolo, hay que decirle ¡Adiós! al ayer y seguir adelante construyendo tu propio camino. Suena fácil, pero no lo es tanto, al menos para mí. Una parte de mi vida se terminó hace exactamente un año cuando mi abuelo falleció. Él era una gran persona que logró muchas cosas en su vida, pero la más importante, según él, fue haber conocido a mi abuela, haberse casado y tener unos hijos hermosos con ella. A él nunca le agradó vivir en este mundo moderno en el cual nos ahogamos más en lo material que en lo familiar, lo de piel, el amor y la comunicación; él prefería comprar muchos helados para todos sus nietos (Me incluyo) y bromear con ellos en el atardecer sin importar lo que dijeran los demás. Él no quería ser un Idiota Americano más, quería ser alguien que infundiera valores a quienes le rodearan y proclamarse un Idiota Alegre.
El cielo está claro en esta noche de Noviembre, la luna viste un tono un poco más radiante de lo común, lo cual ayuda a alumbrar los caminos rodeados de césped y grandes árboles del cementerio en donde vengo a visitar a mi abuelo muy a menudo, lo cual me ayuda a calmarme. También los faroles poseen una capacidad exacta de luz para hacer del ambiente algo más agradable.
-Después de todo este tiempo aún no puedo superar mi ansiedad, no sé a dónde voy a llegar a parar con esto-Me siento cerca de su tumba, luego junto las manos y hundo mi cabeza en ellas exhalando profundamente.
-Quizá deberías dejar de preocuparte por todo, te enfermarás-Mi abuelo me aconseja sentándose a mi lado.
-Ése es el problema, no puedo dejar de preocuparme y anticiparme a lo que se viene.
Y ahora creo que hablo con él, o es solo mi imaginación, o quizás un sueño.
-Esperas lo desconocido, y eso te tiene con los nervios de punta.
-No sé qué hacer, no puedo aprender a ir despacio por las piedras.
Mi vida no ha sido la mejor desde que mis padres se separaron porque mi madre encontró a mi padre teniendo relaciones con mi tía Irina y desde que mi hermana Amanda sufriera una Bulimia descontrolada desde los 11 años llevándola a un nivel de autoestima muy debajo de lo normal.
-Escucha, eres mi orgullo desde que naciste, y ahora que acabas de cumplir 18 años tienes la edad suficiente para saber que eres capaz de controlar cualquier cosa que se enrede en tu cabeza. Todo está en tu mente, debes controlar tus sentimientos y emociones.
-Lo intento, trato y trato y lo único que consigo es vivir una vida con más preocupaciones. Soy el tonto de mi mente, me controla desde que nací, abusa hasta que me oponga, pero aun así no es suficiente para detenerla.
-Eso es complicado ¿No crees? Pero para todo existe una solución y debes hallarla.
Mi abuelo siempre ha sido el tipo de persona que mantiene un misterio dentro de su boca al momento de aconsejar a los demás, es una magia que me encantaba cuando era tan solo un niño que corría alrededor de sus pies porque mis primos me perseguían (Lo sé, no basta con mi mente, sino que también soy un punto de diversión de mis primos).
-No sabes cuánto extraño a tu hermana-Se acomoda de manera rápida.
-Ella ha crecido tanto últimamente, dentro de una semana cumplirá 13 años.
-Y al parecer su Bulimia no se quiere despegar de ella.
-Al menos no sufre de Ansiedad como yo.
-Así como lo veo yo, todos sufrimos algo que nos acomplejará y nos perseguirá constantemente.
-Pero su caso es más que extraño, a los 11 años no puedes sufrir de esa manera.
ESTÁS LEYENDO
Ansiedad
RandomEs difícil saber qué es lo que quieres cuando ni siquiera te quieres a ti mismo. Sin tener lo que quiere, Alex lucha contra sí mismo para poder derrocar aquella ansiedad que tanto lo acompleja, pero todo tiene una razón. Te quieres a ti mismo...