Ansiedad

Treinta y Ocho

—¿La conocías?—Dice Mamá, tratando de pensar en cosas más agradables que todo lo anterior visto.

—¿Ah?—Aún sigo en  "El otro lado del mundo".

—A esa joven del megáfono.

—Pues...

—Ya entiendo, no tienes que decir nada.—Luego, como si no fuera mucho, me abraza repentinamente.—Ella estará bien, te lo prometo.

   Vaya. Pensé que estaría furiosa por haber puesto en riesgo mi vida. Esto no pasa todos los días, asi que le correspondo el abrazo.

—Venga ya, vamos a casa—Su voz connota esperanza, como si nada malo hubiese pasado.

   Y, de repente, la música comienza a sonar. Es un Rock Alternativo ( uno bastante agradable, de hecho), o algo parecido. Inunda el aire de las anchas calles de este hermoso sector; es como si todo lo que buscase es lograr que nos relajemos. Los taxis siguen  su camino sin disfrutar de lo que tanto nos mueve, además ignoran los destrozos causados; Aquí no ha pasado nada.

—Jajaja—Lo irónico de mi risa siempre ha sido algo notorio a simple vista.

—No bajes la guardia—Un grito no es suficiente cuando ya tengo una gran bola de nieve incrustada en todo mi rostro— Vaya !Eres lenta!

—Mira nada más !Siempre tan tramposa!—Cojo un puñado del suelo y se lo lanzo a la cara, pero este solo logra alcanzarle el hombro izquierdo. ¿Qué será lo siguiente?

    Nada. Luego no viene nada, porque el tiempo se detiene. Porque te hace ver las cosas de otra forma. Si, las protestas han tenido sus razones, sus expresiones y sus consecuencias; pero no podemos dejar nos robe el aliento. Además, es muy probable de que a todos a los que la policía se llevó, estarán de vuelta en las calles muy pronto. Así que solo queda olvidarse de ese tema.

  ! Y miren nada mas! La gente se motiva y comienza a jugar  tal como nosotras lo hacemos. Insinúan muy...

   "—...bien, porque se guardan aquella voz de protesta para ellos. Hacen la vista gorda ante las injusticias, cuando ven que las cosas no funcionan como deberían, cuando las autoridades hacen mal su trabajo—Dice Papá mientras termina su chocolate caliente. Afuera hace un frío de terror—¿Algo así estará bien  para tu trabajo, cariño?

    —Claro, ha sido una respuesta muy bien elaborada !Que has estado más de 10 minutos dándole la vuelta al asunto!—Respondo al terminar los apuntes en un cuaderno de finas hojas.

    —¿Sobre qué es esto? Lo olvidé.—Ríe mientras pincha otro malvavisco con su ya quemado palillo. Creo estar segura de haber  divisado entre sus facciones, unas nacientes arrugas muy bien escondidas.

    —El ensayo se llama " La conciencia social: ¿Qué vemos realmente?"

    —Ostia, un trabajo así debería ser para jovenes de cursos más avanzados ¿No lo crees?—Exclama él al abrir un poco la cortina para poder ver  afuera—Al parecer, nevará toda la noche.

    —Y tenemos todo el tiempo del mundo—Respondo  con entusiasmo.—Ya he terminado ¿Qué sigue ahora? ¿Monopoly?

    —Ya me he aburrido de perder contra tu poder capitalista en crecimiento—Dice él, angustiado. Se levanta y se dirige a la biblioteca, y  entre unos sucios libros y llenos de polvo encuentra algo que promete mucho.—¿Qué tal esto?

    —Mmmm... Es...ca.mer...os...

    —Escaleras y serpientes.

    Su motivación, sin duda, animaba hasta al más reacio, hasta al más esquivo de los juegos de mesa.Ese era su don. Ah, y claro... Su centrada crítica social."

   No sé como, pero he logrado revivir un momento que creí olvidado. Uno de los tantos  que pasé junto a él. Es como si  me hubiese tocado el hombro mientras la memoria reproducía fielmente todo aquello !Hace tiempo nosucedía algo como esto!

—!Buuuulla! —Grita mamá, pero cuando ve que caigo entre la nieve su cara se torna seria—Cariño ¿Sucede algo?

   No. O eso creo. Solo fue un buen recuerdo, así que no debería de ponerme mal.

—Nada, es solo que...—La voz se me detiene.—Es solo que...

—No, no lo digas, creo saberlo.—Luego, el silencio nos rodea.

   —Bueno, es hora de ir a casa !Quizá hasta cuando no tendré mis clases!—Reacciono tras suspirar profundamente—Además... !TENGO HAMBRE!

—Ya me lo imaginaba yo.

    Claro. Me conoce muy bien... ¿Iré a cambiar algún día?