-¡¿QUEEE?!- no pude procesar las palabras que Joaquín acababa de decir. Nos encontrábamos en el medio de la nada, no había forma de nadar hasta la orilla porque era demasiado lejos y no vendrían por nosotros en un buen rato.
-Joaquín por favor dime que es mentira- le dije a punto de llorar.
Al ver mi cara Joaquín se echó a reír.
-Era una broma Constanza- me dijo entre risas.
-Te voy a matar Joaquín- le dije molesta, pero tengo que admitir que sentí un gran alivio- casi haces que me ponga a llorar.
-Perdón, pero tenía que hacerlo- al decir esto seguía riéndose.
-¿Por qué nos detuvimos aquí para empezar?
-Porque aquí normalmente hay delfines y el sonido del motor de la moto les asusta.
-¿Y dónde están esos famosos delfines?- le dije mostrándome irritada.
-Tenemos que esperar un momento en silencio para que se acerquen.
-No esperare mas de 10 minutos, ¿ok? Si durante ese tiempo no aparecen nos vamos.
-Esta bien, como tú digas, pero créeme que es lo más lindo que vas a ver en mucho tiempo. Vale la pena esperar.
Esperamos ahí un poco más de 5 minutos cuando pudimos ver al primer delfín asomándose a la superficie. Después vinieron muchos más y empezaron a nadar al rededor de la moto y a saltar.
Nunca había visto un delfín tan de cerca y Joaquín tenía razón, era algo único y hermoso que creo que nunca más volverá a repetirse.
-¿Estás lista para regresar?- me preguntó Joaquín mientras yo estaba completamente perdida pensando en lo hermoso que todo era.
-La verdad no. Quisiera quedarme aquí el resto de mi vida y olvidarme de todo.
-Podemos regresar cuando quieras- me dijo- pero ahora de verdad tenemos que regresar o se nos va a hacer muy tarde.
-Okay, pero prométeme que mañana regresamos.
-Te lo prometo- me dijo mirándome a los ojos.
Después de un último vistazo, Joaquín dio la vuelta y regresamos. Ya todos estaban esperándonos en la playa, creo que nos tardamos más de lo esperado.
-¿Dónde estaban?- dijo Mathias al vernos llegar- ¿por qué se tardaron tanto?
-Lo siento bro, pero Constanza no quería regresar- le dijo Joaquín entre risas, y me guiñó el ojo.
-¿En dónde estuvieron tanto tiempo? Es el mar, no creo que haya algo tan entretenido como para demorarse tanto- dijo Mathias un poco molesto.
-Solo estuvimos dando vueltas por ahí- le dijo Joaquín.
No entendía la molestia de Mathias, al final él fue quien decidió quedarse con su amiga Vanessa, ¿por qué tendría que estar tan molesto con nosotros? Su actitud me irritó un poco, pero trate de ignorarlo y disfrutar.
Los muchachos hicieron una fogata y nos sentamos alrededor mientras contemplábamos el atardecer.
-Es mucho más lindo verlo aquí que desde el balcón- le dije a Gaby.
-Todo es más lindo aquí amiga- me dijo, y tenía razón.
Joaquín se sentó a mi lado y sacó su guitarra. Empezó a tocar canciones que yo me sabía así que empecé a cantar con él mientras el resto contemplaba el atardecer.
Joaquín y yo no podíamos dejar de mirarnos a los ojos mientras él tocaba y yo cantaba.
Había algo lindo en él que me atraía y no pude evitar sentir mariposas en el estomago cada vez que me veía.
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El Chico de la Capital
Teen Fiction¿Quién se imagina que unas simples vacaciones de verano te pueden cambiar tanto? Una conversación con la persona correcta y Constanza Hadelmann encontró eso que le hacía falta para preocuparse menos y empezar a disfrutar del mayor milagro de todos:...