Capítulo #25

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Joaquin nos llevó a una playa alejada de Casablanca, pero mucho más hermosa. Los chicos descargaron sus tablas del auto y Gabrielle y yo nos quedamos en la playa tomando sol mientras ellos surfeaban.
-¿Qué fue eso antes de salir Constanza?- me preguntó Gaby.
-¿Qué cosa?-le pregunté fingiendo no saber a lo que se refería.
-Ese beso- me dijo clavándome la mirada.
-Solo me estaba arriesgando, como tu sugeriste- le dije con una sonrisa algo avergonzada.
-Tú y el hacen linda pareja- me dijo.
-Lastima que eso nunca sucederá- le dije lanzando un suspiro.
-¡Constanza! ¿Podrías ser menos pesimista al respecto?- me dijo con una mirada asesina.
-Gabrielle, tú sabes que entre el y yo nada va a pasar, solo míralo- le dije mirando hacia dónde el estaba- claramente chicos como el no se fijan en alguien como yo.
-¿Estás escuchándote a ti misma?- me dijo Gabrielle molesta- ese chico claramente ya se fijó en ti, no entiendo por qué a ti te cuesta tanto aceptarlo.
-¡Porque esto no tiene futuro!-le dije levantando mi voz- no quiero terminar ilusionada como una idiota por alguien que acabo de conocer y que seguramente se va a olvidar de mí en el momento en el que me vaya de aquí.
-¡¿Y a ti quién te ha dicho que eso va a pasar Constanza, ahora ves el futuro o algo así?! Disfruta el verano, es lo único que nos queda antes de que nuestras vidas cambien por completo... Aparte, estoy segura que Joaquín te quiere, ¿no lo ha demostrado hasta ahora?
-¡No Gabrielle, no me quiere! ¿Podrías dejar de crear falsas expectativas en mi?- lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, ni yo misma entendía qué me pasaba en ese mismo momento.
¿Por qué estaba llorando? ¿Acaso era por aquel tipo que acababa de conocer? ¿Acaso me gustaba tanto que tenían miedo de enamorarme?
Cuando Gabrielle notó las lágrimas caer por mis mejillas, ninguna de las dos volvió a decir una sola palabra más. Simplemente nos quedamos en silencio mirando al horizonte hasta que los chicos vinieron e interrumpieron nuestros pensamientos.
-¡Vamos Constanza quiero llevarte a uno de mis lugares favoritos en la playa para comer muero de hambr...- al notar mis ojos llenos de lágrimas, Joaquin se detuvo en medio de la oración
-¿Acabamos de perdernos algo importante aquí?- preguntó Mathias algo confundido.
Joaquín le clavo los ojos encima para que no dijera ni una sola palabra más y luego volvió a mirarme.
-¿Estás bien Constanza, que sucedió?- preguntó con un tono tierno, pero igual de confundido que Mathias.
-¿Sabes algo Joaquin? En caso de que no lo notaste, pues si, obviamente algo me pasa! ¿Tú crees que disfruto llorar sin ningún motivo?- le conteste muy molesta y llorando aún más- ¡Obviamente existe un motivo!- al terminar esa frase, sentí una gran necesidad de huir de ahí, y eso fue exactamente lo que hice.

El Chico de la CapitalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora