Capítulo 30

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Sugu estaciona el auto a unos metros de la entrada principal del Prince. Lo apaga y nos quedamos en silencio. Recuesta su cabeza en el respaldo del asiento y cierra los ojos.

Debe estar cansado.

Ladea el cuello hacia su izquierda y masajea su nuca con movimientos circulares.

Debe estar adolorido.

--¿Estás bien?

--Dormí mal--contesta abriendo los ojos.

--¿Y por qué no te quedaste descansando en tu casa?

--¿Y dejarte plantada?

Buen punto. Eso me hubiera enojado. Mucho.

¿Debería agradecer?

Suelta un quejido y sus ojos se cierran de nuevo con fuerza.

--¿Qué pasa?

Está respirado con dificultad.

--Sugu, no me asustes.

--Estoy bien. Es que está sofocado aquí adentro.

--Desabrocha el cuello de tu camisa.

--Pero...

--No sé si lo recuerdas pero ya estoy enterada. De tu cicatriz--agrego.

Enfoca sus ojos en mí.

--Lo sé pero...

--¿Quieres que lo haga por ti?

Un poco de confianza no le hace daño a nadie. Me quito el cinturón y me acerco lo más que puedo. Sólo voy a desabrochar uno.

O tal vez tres.

--¿Mejor?--le pregunto cuando acabo.

Asiente despacio y vuelve a recargar su cabeza en el respaldo.

--¿Necesitas un masaje?

Me ve de reojo con un gesto divertido.

--Prometo no hacerte daño.

Sonríe ante mi promesa y asiente. Me acomodo entre ambos asientos con las piernas cruzadas y pongo mis manos en su cuello.

Se queja despacio cuando la yema de mis dedos pasan por su cicatriz.

--Lo siento.

--No importa, ya me acostumbre.

--¿En serio?

Me sorprende que alguien pueda acostumbrarse a tener una marca en su piel con el paso del tiempo.

--¿Desde cuándo la tienes?

Vuelve a verme de reojo pero esta vez está más serio.

--No tienes que decirme si no quieres...

--No, no es eso. Es que de verdad no muchos saben como la tengo, o no saben que existe.

Su mirada tiene un toque triste. Comienzo a masajear su cuello para eliminar un poco la tensión acumulada. En su cuello y entre nosotros.

--Fue en una pelea.

¿Sugu peleando? ¿Cómo puede ser posible? Estoy a punto de decir algo estúpido cuando habla de nuevo.

--Él estaba molestando a mi hermana de en medio cuando llegué. No sé quién era y nunca quise saberlo, pero no iba a quedarme de brazos cruzados.

Su cuello se tensa de solo recordarlo. Intento concentrarme mientras sigue hablando.

--No sé en qué estaba pensando. Es obvio que él quería matarme, sólo me rozó el cuello con una navaja. Pero yo...yo me descontrolé. No podía parar--se detiene y toma aire--. Jamás supimos nada del chico después de eso.

Presiona sus ojos en dos líneas rectas haciendo que me sorprenda.

--Dios mío. Ah.

Un gesto. Dos palabras. Un suspiro. Dos teorías. O le está doliendo o le está gustado.

Vamos a averiguarlo.

--¿Te estoy lastimando?

Su boca sigue abierta tras el último suspiro.

--Si sigues haciendo eso voy a quedarme dormido.

Ahora se muerde el labio.

--¿Quieres que me detenga?

--No, por favor.

Suspira. Alto y grave. Lo está disfrutando el muy desgraciado.

Y yo también.

Muevo mi mano un poco más arriba. Justo en la línea de su cabello. Sugu inclina su cabeza a un lado y sus labios se entreabren de nuevo. Santa madre. Si así se pone con mi mano en su cuello como se pondrá con mi mano en su cuerpo.

Nota mental: El chico es sensible al tacto.

--Tienes razón--me detengo de golpe--. No puedes dormir ahora. Vas a conducir.

Parece decepcionado cuando quito mis manos de su cuello .

--¿Donde aprendiste a hacer eso?

Trato de inventar algo coherente pero no se me ocurre nada. No tengo por qué mentirle.

--Tuve varios novios en la preparatoria.

--¿Varios?

--Está bien, muchos.

Levanta sus cejas en señal de sorpresa. ¿Demasiada información?

--Pero no te preocupes--intento calmarlo--. Has sido el primer chico con el que he salido en seis años.

Sonrío, me acerco a él y pongo un beso en su mejilla.

--Gracias por todo, Sugu.

Regreso a mi asiento y quito el seguro de la puerta.

--Espera--pone una mano en mi hombro.

Volteo y está cerca. Muy cerca.

Su mano hace un recorrido hacia mi nuca. Ve mis labios y empieza a acercarse despacio. Mis ojos se entre cierran.

Joder. Apúrate.

Se detiene.

¿Por qué te detienes?

--¿Debería...?

--Cállate.

Y con ambas manos en su cuello termino lo que él había empezado.

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¡Siiiii! Al fin lo que tanto me estaban pidiendo en los comentarios 😄

Hoy tocaba capítulo largo porque ya se los debía.

Esta historia está por terminar. Yo espero que quede lista más o menos en diez capítulos 👌 pero mientras tanto disfruten las actualizaciones.

Las amu 😘💕

Her name was Kylie |Suga BTS| #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora