|Narrador|
—¿Qué le está pasando a nuestra hija?—le preguntó la madre una vez que había visto salir al psicólogo de aquella habitación donde estaba su querida hija.
—No sé cómo decirles esto para que no se lo tomen mal, pero, su hija tiene esquizofrenia—la mujer se tapo la boca y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, mientras el padre estaba intentado asimilar lo que decía el médico.
—¿Esquizofrenia?—le pregunto la madre con un nudo en la garganta.
—La esquizofrenia es una enfermedad médica que causa pensamientos y sentimientos extraños y un comportamiento poco usual.—hizo una pausa para poder continuar.—El comportamiento de los niños con esquizofrenia puede cambiar lentamente con el paso del tiempo. Por ejemplo, los niños que disfrutaban relacionándose con otros pueden comenzar a ponerse tímidos y retraídos, como si vivieran en su propio mundo Estos niños necesitan planes de tratamiento comprensivo que envuelven a otros profesionales. Una combinación de medicamentos y terapia individual, terapia familiar y programas especializados son a menudo necesarios.—dijo haciendo gestos con las manos moviéndolos de un lado al otro. La madre casi se desmaya pero pudo aguantar gracias a su marido que la abrazó, para darle fuerzas.
—Dios mio—dijo la madre dejando caer sus lágrimas.
—Esta enfermedad se puede tratar, pero no desaparecerá del todo, si ustedes quieren podemos empezar con el tratamiento y si notan una diferencia en casa coméntemela.—dijo intentado calmar a los padres.
—Sí, empecemos con el tratamiento desde ya—dijo el marido.—Sólo quiero que mi hija este mejor—dijo intentado sonreír.
|Narra ____|
Desperté poco a poco y vi como Justin me llevaba en brazos hacía el interior de aquel lugar.
—Sueltame—dije quejándome para que me dejara en el suelo, estaba enfadada con el por lo que dijo en el coche.
—Está bien—dijo algo molesto. Me dejó en el suelo y le miré con odio.
—¿Dónde esta mi cuarto?—le pregunté.
—¿Tú cuarto?—preguntó confuso.—Querras decir nuestro cuarto—dijo acercando su cara a la mía sin apartar su mirada de mis labios.
—¿Nuestro?—pregunté confusa.
—Sí, en este estúpido lugar sólo hay tres habitaciones y por mala suerte debemos compartir una tú y yo—dijo caminando en frente mío, empecé a seguirle para saber dónde estaba el cuarto.
—Pero yo no quiero compartir cuarto contigo—dije mientras seguíamos caminando.
—Yo tampoco, y si pudiera cambiaría de habitación para estar lejos de ti—sus palabras eran cómo unos cuchillos que se clavaban en mi corazón.
—Yo también quiero estar lo más lejos posible de ti, eres odioso—dije con todo el odio del mundo.
—No mientas—dijo deteniendose delante de la puerta. Sacó una llave y con ella abrió la puerta.
—Yo no miento—dije entrando detrás de él, la habitación era bastante grande pero tenía un defecto, sólo había una cama.
—Sí que mientes porque se que en realidad quieres estar cerca mío—el se acercaba hacia mí y yo retrocedía hacia atrás hasta que me di cuenta de que yo misma había cerrado la puerta.
—N-No yo no quiero estar cerca tu-tuyo—dije tartamudeando porque me puse nerviosa al estar tan cerca de Justin. Podía escuchar su corazón latir y cómo respiración chocaba contra mis labios.