|Narra ___|
Poco a poco fui abriendo mis ojos hasta poder adaptarme bien a la luz que había en aquella habitación de paredes blanca. Al fondo de la habitación sentado en un pequeño sofá se encontraba Mario leyendo un libro. Era algo raro verle leyendo un libro ya que era la primera vez que lo veía con un libro en sus manos.
-Hola. -dije con la garganta un poco seca. Él alzo la vista, cerro el libro y se fue acercando poco a poco hasta quedar a mi lado. Antes de que abriera la boca para decirme algo dejo el libro en la pequeña mesilla que había a mi lado y me dio un abrazo.-¡Ah! -me queje de los dolores que sentí en el momento que su ropa rozo mi piel.
-Lo siento mucho. No me acordaba de que tenías quemaduras. -se apartó rápidamente de mi. Yo le mire confusa. ¿Había dicho quemaduras?
-¿Quemaduras? -pregunté mientras observaba mis brazos envueltos con una tela blanca. -¿Qué me ha pasado?- pregunté confusa ya que no recordaba como me había hecho aquellas heridas.
|Narra Mario|
-Por favor, aparten ce. -nos dijo una enfermera a mi y a Ryan mientras se llevaban a Chaz a la sala de urgencias.
-¿Tú crees que hemos llegado a tiempo? -me pregunto Ryan antes de sentarse en una de las sillas que había en medio del pasillo.
-No lo sé. -dije viendo como enfermeras y médicos entraban en aquella sala dónde la vida de nuestro amigo estaba en juego.
Me senté junto a Ryan y nos mantuvimos en silencio todo el tiempo. Ninguno de los dos abrió la boca en todo este gran e incómodo silencio. Yo sabía perfectamente que el no quería hablar en estos momentos, al igual que yo.
El silencio fue interrumpido por una llamada que recibí a mi móvil.
-¿Qué pasa Mike? -pregunté al ver quien era la persona que me había llamado.
-¿Cómo esta Chaz? -preguntó preocupado. Para caer le mal le preocupaba el muchacho.
-No lo sabemos, hace una hora que llevamos aquí y no nos han dado ninguna noticia. -dije levantándome de la silla.
-Enfermera necesitamos a tres médicos inmediatamente. Hay tres chicos con quemaduras de tercer grado y con posibles daños físicos. -dijo un sanitario entrando con la camilla de un chico que estaba recibiendo oxígeno al igual que las otras dos que entraron después de él.
-No es posible. -dije en alto al ver que uno de ellos era Justin. El siguiente fue Luke y por último ___.
-¿Qué pasa? -pregunto. Ryan se levantó de su asiento y observo conmigo como se iban alejando hasta entrar en la sala de urgencias.
-Ven ya. Te mandó la dirección por un SMS. -dije antes de colgar.
-¿Qué crees que habrá pasado en el almacén? -preguntó Ryan cuando mientras observaba la puerta cerrada por la que se había ido nuestros amigos.
-No tengo ni idea. -dije antes de sentarme. Ryan al minuto me imitó.
Estuvimos esperando horas y horas sentados, esperando a que alguien saliera y nos dijera algo. Pero nada. Nadie nos decía nada. Mike llego alterado y chillando. Queriendo respuestas de lo sucedido. Pero nada.
Yo sentía que esto había llegado demasiado lejos. Cuando me metí en esto, sabía que mi vida correría peligro. Pero no sabía que sufriría tanto al ver perder a los míos. Estando yo aqui, de pie. Sin hacer nada.
-¡Estoy harto! - Gritó Mike. Se levantó de la silla y empezó a dar vueltas mientras pasaba la mano por su cabello.
-Tranquilizate Mike. No montemos un espectáculo. -Dijo Ryan mirando su reloj y repitiendo la misma acción de Mike.
