—¿Qué haces tú aquí?—le preguntó frunciendo el ceño.
—Por fin nos vemos, ____—le dijo el médico a ____.
Ella en aquel momento estaba horrorizada, asustada y tenia demasiado miedo de que todos se enteraran de su pequeño secreto.
—¿Os conoceís?—preguntó Justin sin poder quitar los ojos de encima de ____.
—Si, yo soy su médico, desde que era pequeña—dijo él.—¿Sigues tomándote las pastillas?—en aquel momento ella solo quería desaparecer, esconderse bajo tierra.
—¿Qué pastillas?—le preguntó Justin.
Ella hizo un gesto al médico para que no le dijera nada ya que aun no se lo había contado a nadie.
—Unas pastillas para..—se detuvo un momento ya que no sabía que pastillas decirle.
—La anemía—dijo el médico entendiendo lo que quería decirle _____.
—¿Tienes anemía?—preguntó confuso.
—Si—dijo avergonzada mientras desviaba su mirada hacia otro lado que no sean sus ojos.
—Bueno Justin, ya estas bien, así que ya puedes irte—dijo. Justin se levanto de la camilla y se coloco la camisa. Camino hacia ella para coger su mano e irse. Una vez fuera, caminaron hacia el coche viendo como seguía destrozado. El móvil vibró en su bolsillo y ella se detuvo para contestar.
Mensaje de desconocido:
Necesito hablar contigo. Te veo en la habitación número 254.
Guardo el teléfono en su bolsillo y antes de irse miro a los chicos que estaban apoyados en el capo del coche.
—Ahora vengo. Me he dejado una cosa dentro—dijo ella antes de que su mano se separará de la de él.
—¿Quieres que te acompañe?—le preguntó. Ella negó con su cabeza y se fue.
Una vez que encontró la habitación la abrió y entró dentro cerrando la puerta detrás suyo.
—Por fin estamos a solas después de tanto tiempo—dijo saliendo de una pequeña habitación que había en aquel cuarto sin vida.
—¿Qué quieres?—le preguntó mientras observaba como caminaba hacia ella y después se sentaba en la cama.
—Hace 19 semanas que no pasas por mi consulta. Sólo quería ver como estabas después de todo lo que te acaba de suceder—dijo acomodándose mientras ella lo observaba sin apartar su vista.
—Estoy bien—dijo insegura aunque no se notará.
—Llevo contigo desde que eres muy pequeña, se cuando mientes y cuando no—dijo él.
—Me da igual que sepas cuando miento o cuando no. Ha pasado mucho tiempo desde que no te veo y no creo que ahora me conozcas como antes, he cambiado demasiado—hizo una pausa.—Ya no soy la misma cría que hace unos años—dijo antes de cruzar sus brazos bajo su pecho y fruncir el ceño.
—Te conozco perfectamente ____, más de lo que tú crees. Y sino crees mi palabra, pregúntale a tú maravilloso padre porque te conozco más que él—su corazón se encogió y tragó saliva.
—¿De que estás hablando?—preguntó confundida. ¿De que estaba hablando aquel hombre?, él hombre que tenía terapia con ella para tratar su inofensiva enfermedad.
—Tú padre sigue vivo. Así que contacta con él y que te cuente la historia—dijo antes de recoger el bloc y marcharse de la habitación. Ella observó la habitación mientras su mente intentaba asimilar lo ocurrido. ¿Qué era lo que su padre le estaba ocultando? ¿Y porqué aquel hombre sabía que su padre seguía vivo? Todo lo que pasaba por su mente eran preguntas sin respuesta.