Todos estaban nerviosos mientras esperaban a Anthony, menos yo, que estaba en la cocina comiendo unos macarrones que me hizo Mario.
—¿Te gusta?—preguntó mientras entraba a la cocina y se sentaba en frente mio con una lata de cerveza en la mano.
—Sí—dije después de tragar ya que era de mala educación hablar con la boca llena.
—Estoy muy contento de que por fin allás salido de la cama—dijo tomando un sorbo de su lata mientras yo metía otra cucharada de macarrones en mi boca.
—No me iba a quedar allí para siempre—dije limpiándome con la servilleta.—¿De qué crees que nos va a hablar Anthony?—dije agachando la mirada, cogí el tenedor y pinche los últimos macarrones que quedaban para meterlos en mi boca.
—Conociendole no debe ser nada bueno—alcé la mirada sorprendida.
—¿Nada bueno?—pregunté confusa.
—Normalmente las cosas que el dice no son buenas—dijo tomando otro sorbo, pero este era más largo. Entonces el timbre sonó, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.—Ya esta aquí—dijo levantándose de la mesa para abrir la puerta. Yo me acabé los macarrones y dejé el plato en el fregadero.
Vi cómo Anthony entraba en el salón y Mario me hizo una señal para que yo también fuera y así hice, me senté a su lado en el sofá mientras Anthony esperaba a los demás.
—Ya estamos aquí—dijo Mike entrando en el salón con Luke, Jason y Justin.
—¿De qué nos quieres hablar?—preguntó Justin mientras Jason se sentaba a mi lado.
—Siéntate—dijo Anthony con un tono despreciable.
Justin no dijo e hizo nada, simplemente se puso molesto por el tono en el que Anthony le hablo.
—Vamos a ver chicos—dijo pasando su mano por su cara.—Necesito que vayáis a Nueva Jersey—dijo mirando a todos.
—¿Nueva Jersey?—Preguntó Jason un poco confuso.
—Sí, los Yakuza han destrozado uno de nuestros almacenes que tenemos en California y creo que nos atacaran en Nueva Jersey—dijo mirando a todos específicamente a mí.
—¿Por qué me miras a mí?—pregunté algo molesta pero la mirada de todos se posó en mí.
—El hombre que mató a tú madre forma parte de esa banda—dijo tratando de no parecer muy brusco. Tragué saliva y sentí como la sangre se empezó a hervir.
—Ósea que..—tragué saliva y respire hondo para poder continuar aunque tuviera un nudo en la garganta.—.. ¿uno de ellos es el mismo que me secuestró y mató a mi padre?—dije despacio intentado asimilar que volvería ver al hombre que destrozó mi vida.
—Sí—cerré los ojos y bajé la mirada para que ninguno notará que estaba apuntó de llorar. Mi pelo se fue hacía delante y me tapo la cara como si fuera una cortina.
—Hey, no llores—escuche la voz de Mario cerca de mi oído mientras pasaba su mano por mi espalda. Yo no lo pude evitar y escondí mi cara en su pecho mientras el me abrazaba. Estaba demasiado dolida, recordar todo lo que me había pasado me mataba por dentro, nunca le había contado a nadie cómo me sentía realmente y sabía que eso me estaba matando. Mientras Anthony siguió hablando en alto, yo no le escuchaba ya que estaba concentrada en mis problemas.
—Bueno chicos, yo me voy tengo muchas cosas que hacer—escuche como caminaba hacía la puerta del salón.—Llamarme cuando esteís allí, Mike tu estas a cargo de todos así que me informaras de lo que pase—dijo marchándose, escuche unos pasos alejarse poco a poco y salir de la casa.