Capítulo 22 Trampa oculta

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Cap. 22 Trampa oculta

Gualterius, el Caballero Oscuro volvía a su Castillo con un gran pesar. Ver de nuevo a Mirana y escucharla hablar de esa manera removía en su interior un sentimiento que creía dormido. Recordaba aquel tiempo en el que, cuando las reuniones en la corte se celebraban, el clan Hightop siempre se encontraba junto a la Reina Blanca en primer término, compartiendo las decisiones de Mirana y escuchando la manera en que la Reina se dirigía a sus súbditos con respeto y amabilidad. Gualterius era el cortesano que Mirana más apreciaba por su forma de ser, pero no sólo eso...había un sentimiento oculto que los unía a ambos. Tarrant lo sabía y siempre había motivado y ayudado a que Gualterius y la Reina Blanca estuviese juntos...muchos súbditos decían que hacían la pareja perfecta. Pero, cuando en aquella reunión el caballero de la Reina huyó dejándolos a todos a merced de la Sota y del Jabberwocky, la confianza de Gualterius en Tarrant y el cariño por Mirana se guardaron en el fondo de su ser, en la región más oculta, de tal forma que el odio y el resentimiento salieron a flote. Ahora, su único deseo parecía ser la venganza y la destrucción del país. Tal vez si antes de eso hubiera vuelto a Mirana una sola vez, podía haber creído que las cosas habrían sido diferentes. Pero ahora...estaba celoso de lo que él consideraba la predilección hacia Tarrant y estaba dispuesto a acabar con quien consideraba la peor espía de Mirana, Alicia.

¿Pero cómo encontrarla? Ni siquiera la conocía...¿cómo saber que era ella? Sólo a través de Tarrant, si lograba capturarlo podría saber el paradero de ella.

Alicia y el resto habían urdido un plan para poder engañar al Caballero Oscuro. Ésta aún preguntaba a Tarrant.

- ¿Recuerdas al Caballero Oscuro como alguien de tu familia?

- No estoy seguro- contestó Tarrant- me parece que lo recuerdo pero...no sé si es quien creo que es...sólo hablando con él podré darme cuenta si es quien creo que es.

- Con el plan que hemos fraguado, creo que tendrás esa oportunidad...sólo ten cuidado...no debemos dejar que esto se nos salga de las manos...-siguió Alicia abrazando al Sombrerero quien tenía temor por ella...debía encontrar la personalidad oculta del Caballero Oscuro cuanto antes.

Cuando el mismo llegó al castillo, fue McTwisp quien se adelantó y dijo:

- Señor...tenemos a quien usted buscaba...

El Caballero sonrió irónico y fue conducido por el Conejo Blanco al lugar donde parecía estar Tarrant encadenado.

El Gato Sonriente vigilaba las entradas mientras Alicia se acercó donde él.

- Mi señor...-continuó haciendo una reverencia- se colocó una trampa para él y está ahora en el calabozo...cuando quieras puedes hablar con él...

Gualterius dijo a Alicia.

- Ada...princesa mía...por fin tenemos al enemigo en nuestras manos...debemos conseguir que nos diga lo que sabe.

- De eso no debes preocuparte...para eso me tienes a mí...yo puedo lograrlo...ya sabes mis intenciones.

El Caballero acarició con lascivia el rostro de Alicia y añadió:

- Lo sé...eres hermosa...diabólicamente hermosa...es...todo tuyo...espero que de una vez por todas me diga dónde está Alicia...

- Claro...cuenta con ello...mi señor...quisiera saber a qué vino...

- Debe estar buscando las Tijeras Doradas que le quité...pero nunca se las devolveré.

- Mi señor...si es necesario cuidarlas, dime dónde están que velaré para que nada les ocurra.

Gualterius negó:

- No es momento mi niña...no aún... te prometo que en cuanto tú no corras riesgo te diré dónde las tengo ocultas...por ahora...habrá que interrogarlo...iré yo primero...tú espera aquí.

El Caballero llegó donde Tarrant, que parecía maltrecho y cabizbajo. En cuanto lo vio pidió a un par de criados que lo dejaran solo.

- Vaya...hasta que nos volvemos a ver las caras, Tarrant...¿te acuerdas de mí?

Tarrant levantó la cabeza.

- ¿Gualterius? ¿Hermano?

El Caballero rechinó los dientes y continuó:

- Fuimos eso...antes de que me abandonaras por salvar a Mirana...

- Creí que tú lo harías...ibas a casarte con ella...

- ¡Sí! Pero ella te prefirió a ti...

- No es verdad- dijo Tarrant.

Pero Gualterius lo abofeteó y añadió.

-¡Cállate! No puedes negar que Mirana te gustaba...que todo lo que hacías era para ganarte su amor.

- Claro que no- dijo Tarrant algo cansado- siempre la respeté...ella es para mí casi una hermana...y tú, tú la amabas, tú eres quien con su actitud la está traicionando y condenando.

- ¿Tú qué sabes? ¿Por qué no me buscaron cuando el Jabberwocky nos atacó?

- Creímos que habías muerto...Mirana te lloró durante mucho tiempo...por eso nunca más volvió a pensar en el matrimonio...

Las palabras de su hermano tenían sentido. Pero estaba ofuscado y su orgullo era mayor.

- No importa ya...me vengaré de ti...pero primero...necesito que me digas...en dónde está...Alicia...

Tarrant bajó la cabeza al notar que Gualterius estaba detrás de él y respondió:

- Nunca...te lo diré...

Gualterius retó:

- Eso es lo que tú crees...tendrás que revelarme el paradero de Alicia...si no...será Mirana quien pagará las consecuencias...

El Caballero quería poner a Tarrant contra las cuerdas. Pero El Sombrerero tenía confianza en que el plan que había trazado con Alicia, daría buen resultado.


Demente y Maravilloso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora