Han pasado años desde que LadyBug y ChatNoir entraron en acción para mantener seguro a París. Cada vez hay más misterio alrededor de LadyBug y no es hasta que ChatNoir decide investigar al respecto que una cadena de sucesos, secretos y confesiones l...
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Marinette
-ya se ha ido-.dijo Tikki tras la puerta. Suspire.
Deslice la puerta un poco para que Tikki entrará.
-¿me explicaras qué sucedió?-preguntó.
-Después, ahora necesito transformarme.
-Marinette, me temo que yo también necesito decirte algo.
-¡ahí no! ¿Es malo?
-No estoy segura... no-respondió.
Suspire.
-está bien. ¡Tikki motas!-.me transforme en LadyBug y salí lentamente.
Adrien estaba mirando fuera recargado en los cristales, lo contemple un momento. Ambos estábamos descubriendo nuevas cosas del otro, ¿Cómo él podría amarme? No me conocía, nadie conocía lo suficiente a LadyBug, y la única persona que estaba relativamente cerca de conocerla... la idea, pista, corazonada estaba allí, pero como todo ser humano en negación es mejor ponerse una venda en los ojos. O mejor dicho, un antifaz.
Adrien debió notar mi mirada porque se giró y me miró detenidamente.
-Mi... LadyBug-.de nuevo esa familiaridad.
Me acerque con una pizca de desconfianza, me detuve a un metro de distancia preparando mi yoyo.
-Tengo que irme-dije apresuradamente.
-No tienes que hacerlo aun-se apartó del cristal.
-eso tu no lo sabes
-no se muchas cosas debo admitir, principalmente ¿Por qué me miraste o cómo? ¿Cómo sabes que yo soy quien digo ser?-sus preguntas me confundían.
-Adrien, tú no eres del todo quien dices ser. Nadie lo es. Es verdad que eres amable, bondadoso talentoso y comprensivo, pero detrás de ese chico reservado sé que se esconde algo más, lo noto en el brillo de tus ojos, sé que no es malo pero como todos, temes ser juzgado-.mi mente se daba golpes contra un poste. Volvía a meter la pata. Tenía que huir ¡ya!
-¿de verdad lo crees?-de nuevo ese brillo asomo a sus ojos. Sonreí.
-sí-respondí con sinceridad.
-entonces quédate, conoce a esa parte de mi-.toco su pecho. Me aparte.
-Ya he cometido suficientes errores en un día, además... tengo otra vida que me espera.
-solo dime...-me tomó de los hombros y levantó mi mentón al ver que agachaba la cabeza, me miró detenidamente antes de continuar-.dime que yo estoy en ella.
Me mordí el labio. ¿Debería decirlo? Pero si lo hacía ¿cuál era la respuesta? Nos conocíamos sí, pero no lo suficiente para decir que estaba en mi vida.
