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004 | la curiosidad mató al gato...
o no.






EURUS POV'S.











Una sonrisa inunda mi rostro cuando veo en la lejanía a Jesse, este alza la mano y me saluda con cansancio. Acercándome a zancadas grandes pero lentas, estrechó su mano cuando estamos frente a frente.



— Dijeron que hay nuevos ¿Qué tal? ¿Encontraste a los futuros "matones hijos de puta"? — alza sus dedos enfatizando las comillas, con indiferencia me encojo de hombros.



Sentándome en el cofre de su auto color rojo, Jesse, imita mí misma acción y ambos nos limitamos a ver nuestros alrededores con calma.



— Realmente —comienzo hablar, rasco un poco el puente de mi nariz— me dan igual, no me importa lo que le pase a Dwight y a su esposa, después de todo, ya sabemos lo de siempre. La esposa se convertirá en la puta de Negan y el rubio será un hombre al frente de batalla, fingirán que están bien, pero la esposa disfrutará que la polla de Negan entre en su sexo escondido.



Jesse ríe un poco, saca un cigarrillo, lo enciende y lo lleva a sus labios, observándolo con curiosidad, sus manos tiemblan un poco al encenderlo: — ¿Sabes? Quizá no sea tan malo, ese hombre se ve muy diferente a lo que siempre e visto, la mayoría de estos cabrones eran violadores, ladrones... adictos... —lleva el cigarrillo a su boca y da una larga calada— Quizá él, antes se dedicaba a cortar el pasto de los putos jardines, no se sabe.



— Me sigue dando igual su presencia o no, solamente es un salvador más.



Con esa sentencia, Jesse asiente dándole otra calada a su cigarrillo, observando nuestro alrededor, puedo darme cuenta como Dwight sale de su casa, con ropa limpia y su rostro de igual manera. Atrás de esa capa de mugre se encontraba una piel sumamente blanca, y ese cabello se ve aún más rubio que antes; este camina con admiración en todo lo que lo rodea.



Suelto una pequeña risa para mí misma al notar como choca contra el buzón de la casa de a lado, asustado ve hacia enfrente pero se relaja cuando ve que es un simple buzón.



— Creo que macho alfa necesita de tu presencia en estos mismos momentos —murmura Jesse captando nuevamente mi atención.



Negan con Lucille en mano se encuentra en el pórtico de la entrada de su casa, me observa de una manera fulminante y cuando ve que lo estoy observando, me hace una seña con su mano para que vaya hacia él.



— Jesse, encárgate de los mordedores de las rejas, voy en un par de minutos —le ordenó a mi compañero de equipo, este sin dudarlo y sin decir nada baja del cofre del auto y camina sin mirar atrás.




Bajando del cofre, camino con rapidez hacia el líder. Al notar que obedezco su orden, se adentra a su casa y deja la puerta abierta; para otorgarme el paso.




Como era de esperarse, en la sala de estar, varías mujeres completamente desnudas duermen en los sillones o algunas en el piso; el olor a tabaco inunda mis fosas nasales y con asco ante ello, llevo mi mano a mi nariz para tratar de cubrir el olor asqueroso.



Caminando al despacho de Negan, en el momento de entrar, este se encuentra sentado detrás del escritorio color caoba. Lucille reposa en un estante alto, lejos de su alcance, al menos con ello se que no está molesto solo quiere hablar de algo.




— Eres mi mano derecha. —suelta repentinamente, recarga sus codos en el escritorio y me observa de pies a cabeza para después morderse el labio inferior con fuerza—y muy buena mano que tengo... —rodeo los ojos con fastidio ante su actitud— pero ese no es el caso. Quiero hablar sobre Dwight.



— No me interesa Dwight.


— Eso lose, pequeña Eurus. El punto aquí que necesito hombres eficientes, fuertes, valientes, no mariquitas que se esconden detrás de mí
quiero que te encargues de él. Llévalo mañana a la comunidad, enséñale los gajes del oficio, yo mientras hablaré con su esposa.



— ¿Y qué gano con llevarlo conmigo? Solamente será un trasero que cuidar de más, esto no es parte del trato Negan... —reprochó, pero al ver cómo aprieta sus puños decido callar.


— Yo pongo las maldigas reglas y tú solo las obedeces, ese es el trato —dice moviendo a la cabeza a los lados y diciendo con lentitud las palabras, como si fuera una especie de retrasada mental— así que llévate al rubio, dale un par de ánimos como sueles hacerlo. Y deja que su esposa descanse, en una semana le diré sobre ser mi mujer o ir al frente de batalla, ¿de acuerdo?




Asiento sin más, hago una reverencia con gracia y salgo de la habitación, molesta. Apretando los dientes, pasó de largo el alboroto que se encuentra en su sala y salgo de la casa.




— ¡Maldición! —exclamó buscando a Jesse con la vista, al no poder verlo, comienzo a caminar por el santuario con zancadas grandes.




— Oye, ¿pasa algo? —la voz de Dwight hace que detenga mis pasos, deteniendo mis pasos, le doy una mirada de pies a cabeza, después de todo, él no tiene la culpa de nada. Solo es un sobreviviente que a caído por accidente en nuestro camino— al parecer no quieres hablar.



— ¿Cuántas personas has matado?



Ante mi interrupción, se queda rígido, parece que mi pregunta le a afectado ya que su piel se volvió más pálida; — A ninguna, y no mataré a nadie— contesta en voz baja, dispuesta a preguntarle el por qué de su respuesta, interviene— Porque ya no hay marcha atrás después de eso, quiero morir siendo Dwight, no un monstruo.



Ladeo la cabeza y me es imposible no verlo con una especie de burla combinada con ternura, como esperaba de él, es un marica.




— Mañana iras conmigo a nuestro trabajo —le informó volviendo a una posición más recta—el viaje es largo, así que quiero que estés a las 7 en esa puerta —le señaló con el dedo índice mi casa— odio los retardos.




El sonríe y asiente con calma.



— Entonces, hasta pronto.







Viéndolo caminar, no puedo evitar la curiosidad de saber quién se verdad es Dwight.

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