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010| siempre hay un después que nos alegra la vida.





Sobo constantemente mis sienes al malestar que todo esto provoca, Sherry se encuentra temblando y se aferra de una manera exagerada a mi brazo.


— ¡Todos salgan de sus malditas casas! —ordena a todo pulmón Negan— ¡Ahora!



Como la ha dicho, todos asustados salimos de nuestros "hogares" y nos reunimos en el círculo que a improvisado. Sostiene ese extraño bate que le denomina »Lucille« y su rostro parece de pocos amigos, Eurus se mantiene a su lado, firme.



— ¿Quién robó la maldita gasolina? —pregunta entre dientes, con la respiración agitada a más no poder— ¡Si él o la cobarde no piensa hablar los matare de uno por uno, sobrevivientes sobran pero robar a los hombres que les dan todo, es imperdonable!




Silencio.



— ¿Quieren jugar?, así será —sentencia el líder de los salvadores mientras que obliga a la primera mujer del círculo arrodillarse.



Lucille es elevada con rapidez y cae con la misma velocidad destrozando el cráneo de la desconocida, una y otra vez repite la misma acción. — No veas— le susurró a Sherry a la par que trató consolarla en su llanto. Y es en ese momento que el café claro de Eurus choca con mis ojos azules, se le nota sería y sin pizca de dolor, su pantalón rasgado negro comienza a ensuciarse de la misma sangre de la mujer, sin embargo parece no importarle en lo absoluto.


— Siguiente —dice Negan entre jadeos, pero antes de que pueda acercarse al hombre. Una mujer de cabellos negros se abre entre la multitud.


— Fui yo quien robó y trato de huir, no tienen que pagar ellos —la mujer se le nota asustada pero mantiene su espalda recta y firme ante Negan.



— Tráiganla.



En ese momento Eurus junto con Jesse, caminan hacia la mujer y la toman de una manera sumamente brusca.



— Matarte será liberarte de la culpabilidad de esta muerte. Así que... Muestra la mano con la cual robaste —dice cínicamente Negan, la mujer sin alternativa extiende su mano—puedes llorar, puedes gritar, puedes dejar de respirar.





Y en menos de un segundo, aplasta su dedo índice con Lucille, provocando el grito desgarrador de la misma. Tragó saliva asustado ante lo que veo y no puedo moverme hasta que algo tira fuertemente de mi. Sherry llora a un lado mío, asustada tiembla.




Jesse y Eurus se encargan de hacer volver a la gente a sus casas, y acercándose a mi, desvía la mirada.


— No salgan hasta mañana —ordena viendo a mi esposa— vayan.

Sherry, adelantándose me deja junto con la castaña.


— ¿Quiénes son ustedes? —pregunto en un susurro.

Nosotros —corrige— también eres parte de esto, y lo serás. Así que por primera vez podrías hacer caso a lo que te digo, pronto sabrás todo lo que quieras ¿vale?


— Siempre mientes —escupo con recelo.



Ella desvía su mirada al árbol que se encuentra a un lado de mi casa, sonríe de una forma divertida, toma mi hombro con fuerza.



— Te veo después —se despide sin más y vuelve a caminar hacia dónde está la mujer probablemente inconsciente o muerta.



— Claro —respondo para mí mismo.

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