缓和

zero.

006| no importas.

Puedo observar los muros de la comunidad que está enfrente nuestro, metal sólido. Una sonrisa inunda mis labios al notar como tocan la puerta como si fueran de esta dichosa comunidad –son salvadores, realmente pienso el significado de esa palabra es literal, ellos salvan personas– pero todo eso cambia cuando observó a las personas... llorando.

— ¿Tan temprano empezamos con lágrimas y las súplicas? —exclama con fuerza y gracia el rubio de ojos azules que se mantiene a lado de Eurus junto con un hombre calvo— se supone que esto debe ser divertido muchachos.

— Jesse, por favor cierra la boca —ordena la castaña cruzándose de brazos y volviendo su vista a las personas, hace una mueca de disgusto — ¿Qué están esperando? ¿Una invitación? ¡A guardar las cosas en el camión!

Y dicho lo anterior, varias personas se acercan al camión que conducía que responde por el nombre de –Jesse–, comida, cosechas, ropa, municiones, suben y suben al camión hasta que este se llena por completo, Eurus se recarga en este y observa con cuidado las acciones.

— ¿Qué están haciendo? —cuestionó en voz bajita, suficiente para que ella me mire con burla— no le veo lo chistoso a esto.

—¿Pensabas que veníamos de día de campo—cuestiona sin borrar su notable burla— mira, Dwight. Hay cosas que no eres capaz de entender, por más que tratará de explicártelo jamás entenderías ¿por qué? Porque eres débil, piensas que las personas se arriesgarán por ti, crees que vale más la moralidad que la sobrevivencia. Y déjame decirte que eso es de gente débil y tonta, déjate de rodeos ¿de acuerdo?

Sus palabras salen con fuerza y sin vacilación, tragó saliva asustado. Todo rastro de lo que me pareció una bella sonrisa había desaparecido, ella no le importa nadie que no sea su estúpido trasero.

— Da igual —suelto un poco cohibido— esperaré afuera.

Con ese pequeño comentario, en mi mente me imagino que ella podrá detenerme y explicarme las cosas, sin embargo no lo es. Me encuentro afuera de ese extraño momento y a ella no me da ni siquiera una mirada; definiría su personalidad como... asquerosa.

— ¿Vienes con los salvadores? —dice una voz a mis espaldas.

Girando sobre mis propios talones, veo a una mujer de ojos azules, rostro pálido y cabello negro, esta me ve con pánico, aunque quisiera decir que no, asiento levemente con la cabeza y es en ese momento, ella desenfunda un revolver.

— Debo hacer esto... yo... lo siento mucho— tartamudea un poco y entre lágrimas quita el seguro de su arma.

¡Genial! Segundo día con ellos y ya quieren matarme, este es mi jodido día de suerte. Sin alguna otra opción, alzó mis manos en rendición, pero antes de que ella pueda jalar el gatillo, un cuchillo traspasa su frente. Eurus se encuentra empuñando el arma blanca y de la misma forma en que clavo el cuchillo en su nuca, lo retira.

— Que puto asco —suelta y patea el mismo cuerpo sin alguna pizca de respeto —Pinkman–llama al rubio, este da un paso enfrente mientras que la ve fijamente— tira el cuerpo de aquí, dáselo a un mordedor o algo parecido. Ve.

Jesse, sin dudarlo, toma el cuerpo para después adentrarse al bosque, mientras que el resto del grupo me ve con burla y la castaña, fulminante. Se cruza de brazos y lanza la cadera hacia un lado.

— Normalmente cuando alguien te apunta, le apuntas de la misma manera —reprocha mientras que niega con la cabeza— ¿Qué clase de sobreviviente eres?

— No lo soy...
— Ya me di cuenta.

Aquel comentario provoca que los hombres que están detrás de ella, se rían en mi cara y como siempre, no le importa. Él rubio que sale del bosque entre jadeos provoca que las risas se detengan de poco a poco.

— Pinkman, ira contigo de regreso, yo iré con White —dice la líder del pequeño grupo volviendo a caminar a la camioneta donde hace momentos yo había subido.

"Pinkman" hace una señal con su cabeza para que lo siga, este se sube al camión y imito su acción, ahora nosotros guiamos a los demás carros mientras que Eurus está detrás nuestro.

— ¿Ella siempre a sido así?— me atrevo preguntar, Pinkman me ve de reojo con una ceja enarcada, niega con la cabeza a la vez que se encoge de hombros, como si no me entendiera— Que si siempre Eurus a sido burlona, y desinteresada con los demás. Odio que se ría en mi cara.

— Si pudiera definir a Eurus sería... —piensa un poco, relaja sus hombros y deja caer su espalda en el respaldo— antigua y inteligente.

— ¿Antigua?

— Mira, conocí a Eurus cuando todo este caos comenzó, creo que dijo que era— chasquea los dedos— ¿Antropóloga? Viejo, la verdad no recuerdo. Pero joder en algún momento cuando ella decide hablar... que no es casi siempre... ¡Es la persona más puta interesante que conozco! Te habla como si fuera de otra época, prefiere hacer las cosas a la antigua, habla de todo como si no supiera nada ¿me entiendes? Es tan... —se encoge nuevamente de hombros— perfecta.

— No creo que lo sea, es tan jodidamente pesada.

— No confía en las personas, se siente agredida siempre. Solamente son ella y los malditos libros que tiene en su casa; llevas un día en este lugar y quieres volar ¿me entiendes? —me ve—tú aquí eres el extraño, no ella, ni yo, a parte acostúmbrate.

— ¿A qué?
— A que ella nunca cambiara, para ella eres un cero a la izquierda, y siempre lo serás.