*HARRY (PV)*
Este mapa es un poco difícil de entender y el camino es muy complicado, entre el peso de las maletas y los árboles y las piedras entre las que tenemos que caminar esto se hace muy duro. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa ¿no? Pues mi recompensa está asomando por este extenso bosque. Des de aquí ya puedo ver un enorme terreno lleno de árboles y flores, una granja con caballos, gallinas, etc., y una enorme cabaña de madera muy bonita. Para entrar al terreno tenemos que abrir una pequeña puerta y, al hacerlo, ya estamos dentro del terreno. Un fuerte aroma a naturaleza invade mis fosas nasales, como habría deseado crecer aquí...
Caminamos hacia la cabaña y abro la puerta con la seguridad de que estará cerrada, pero para la sorpresa de todos, está abierta. Dejamos las maletas en el acogedor porche y entramos lentamente. Guau... Esta casa es muy acogedora y cálida. Está decorada con muebles de madera, pero todo muy moderno. Por lo que veo en esta planta hay una cocina, un enorme salón, un baño y una sala que no sé que es, pero no quiero entrar ya que sería de mala educación... Esta no es mi casa y tengo que tener un respeto.
Nos acercamos al salón, donde se está muy calentito ya que la chimenea está encendida. De un momento a otro Zayn toca mi brazo y me giro para ver lo que está señalando. Al hacerlo me encuentro a Heaven dormida en el sofá, con el pelo despeinado y colocada de una forma muy extraña, está adorable cuando duerme, parece un angelito...
-Le dolerá la espalda -susurro.
-Creo que puedo arreglarlo -contesta Zayn sonriendo y cogiendo a Heaven entre sus brazos con delicadeza -Voy a llevarla a su habitación -susurra. Yo asiento y observo como lo hace. Cuando los dos desaparecen y los demás se sientan en el porche a tomar el aire, yo empiezo a caminar por el salón, observándolo todo con detenimiento. Habría dado mi vida por conocer a mi madre...
Camino hacia una foto encuadrada que me llama la atención. La cojo entre las manos con cuidado y la observo detenidamente. En ella hay una mujer de pelo castaño rizada con unos enormes ojos de color verde, muy hermosa la verdad, y es clavadita a Heaven, así que supongo que será nuestra madre. Abrazo con fuerza la foto y me aferro a ella mientras las lágrimas caen por mis mejillas. Dejo la fotografía en su sitio y voy hacia la cocina, el camino me ha hecho entrar sed. Abro cuidadosamente la nevera, como si fuera a romperse, y cojo una botella de agua y un vaso. Dejo el baso en la encimera y vuelvo a meter la botella en la nevera. Justo cuando voy a beber escucho unos pasos detrás de mí y me giro rápidamente, encontrándome con una Heaven adormilada y despeinada con un bate de madera en las manos, preparada para golpearme la cabeza. Levanto rápidamente las manos y tiro un poco para atrás, algo alterado por esta escena tan sorprendente.
-He Heaven soy yo, no me mates -digo sobresaltado.
-Me has asustado, joder -se queja dándome un pequeño golpe con el bate en el hombro. Auch. Se queda mirándome unos segundos y se tira a mis brazos -¡Harry! -exclama apretándome fuertemente hacia ella -¿Qué haces aquí? ¿Cómo has llegado? -
-Te recuerdo que me diste la dirección exacta y un mapa por si algún día venia para que no me perdiera -le recuerdo. Se separa lentamente de mí y, por alguna extraña razón, noto como mis ojos se cristalizan, amenazando con soltar lágrimas.
-Harry... -susurra pasando las yemas de sus dedos por mis ojos -Ahora mismo te hago una vista por todo esto, pero antes respóndeme a una pregunta ¿has venido sólo? -
-No, hemos venido todos -contesto sorbiéndome la nariz para evitar las próximas lágrimas.
-¿Todos? ¿Eso incluye a Zayn, verdad? -
-Sí, pero antes de nada quiero que sepas que esta idea ha sido de Zayn, él ha sido el que ha planeado todo esto. Heaven Zayn te quiere, lo que siente por ti es muy fuerte, nunca le había visto preparar tal alboroto por una chica. No lo pierdas, en serio, Zayn vale la pena -le aconsejo. Por mucho que me duela es verdad, Zayn está enamorado de Heaven, y como buen hermano yo deseo lo mejor para ella y ahora mismo Zayn es lo mejor.
-Gracias Harry -agradezco -¿Dónde están los demás? -
-Están esperando en el porche, el aire aquí es muy fresco y natural, todos estamos muy sorprendidos -contesto. Salimos al porche y ahí empiezan las explicaciones, sacando como conclusión que Heaven nos permite quedarnos aquí. Cuando terminamos de hablar le seguimos hasta la planta de arriba y reparte las habitaciones, dejándome a mí como el último... Ahora tan solo queda su habitación y la de mi madre.
No me puedo creer que Heaven me deje quedarme en la habitación de mamá, ese es un enorme acto de confianza hacia mí y no sé como agradecérselo. Hay algo que no me permite abrir la puerta, siento como un nudo en la garganta que no me deja respirar, pero finalmente, con la ayuda de Heaven, consigo abrirlo. Al hacerlo una habitación muy bonita, con una cama de matrimonio en el centro y algunos muebles de madera, ocupa mi campo de visión. Es preciosa y aquí todo huele a mi madre... Aunque nunca la haya olido hay algo dentro de mí que reconoce ese perfume como familiar.
Después de que Heaven se vaya me quedo mirando una fotografía de mi madre, de cuerpo entero, de cuando era joven, se parece mucho a mí... Con el pelo rizado, el rostro y los hoyuelos que se forman cuando sonríe... Aprieto la fotografía contra mi corazón y cierro fuertemente los ojos, al mismo tiempo que noto como las lágrimas recorren mis mejillas rápidamente.
Sin apartar la fotografía de mí, camino por el resto de la habitación y me acerco a su armario. Dejo la fotografía en la mesita de noche y abro las puertas del enorme armario. Al hacerlo muchas prendas de ropa aparecen delante de mí. De forma instantánea acerco mi nariz a la ropa y inspiro fuertemente, notando como su dulce y cálido aroma envuelve mis fosas nasales. Observo cada prenda y después voy hacia unos cajones que se encuentran debajo de la ropa. Abro el primero y encuentro un montón de fotografía y lo que parece ser un diario. Saco el cajón cuidadosamente y lo dejo encima de la cama. Empiezo a mirar las fotografías mientras más lágrimas caen por mis mejillas. Son fotografías de mi madre y de Heaven, pero lo que me sorprende más es que hay una de mi padre... ¡Espera! Puedo distinguir un sobre entre las fotografías y lo cojo. Lo abro cuidadosamente y al ver su contenido siento como si mi corazón se deshiciera de la dulzura. Son unas cuantas fotos mías y trozos de revistas y recortes... Eso quiere decir que pensaba en mí, que me tenía en cuenta...
Vuelvo a guardarlo todo en su respectivo sitio y meto el cajón donde estaba, quedándome con el diario. Me quito los zapatos y me tumbo delicadamente en la cama, con la cabeza hacia abajo. Coloco el diario en la almohada y empiezo a leer y leer, disfrutando la forma en la que se expresaba mi madre y la delicadeza con la que lo escribía todo hasta que me quedo dormido.