A Través Del Tiempo

Capítulo 14

Pueden escuchar la música que les puse en multimedia mientras leen la novela :D

-Sinceramente Aurora, no puedo, de verdad que no puedo. Necesito volver a mi época, a mi casa, a mi familia.- Como si Theo supiera de mi inquietud, comienza a revolverse en mis brazos.

 - Querida, conoces muy bien toda la leyenda en torno al collar, por lo tanto sabes cuál estu destino y  mientras antes lo lleven a cabo. Será mucho mejor para todo elmundo. Y ahora si me disculpas  debo seguir con mis actividades como señora deeste castillo y debo preparar la llegada de mi hija Elspet.-dijo levantándose del sofá y tras darme un ligero apretón en el hombro derecho, salió rumbo a la cocina.                                                                                                                       Me quedé mirando el lugar por donde Aurora se fué, pensando en sus palabras y en el libro que aún tengo en mis manos. Me levanto cuidadosamente con Theo aún en brazos y dejo el libro en el mismo lugar de donde lo sacó Aurora, pero al momento de dejarlo, siento mi mano arder y mágicamente el libro resplandece y la palabra DESTINO, resalta.

Han pasado dos semanas desde la conversación con Aurora en la biblioteca y aún no me he decidido, nosé cual camino escoger. Kendric ya no me habla, ni siquiera me mira, es como si realmente yo nunca hubiera aparecido. Cada vez que trato de hablar con él, me rehuye y las pocas veces que me mira, lo hace con desprecio. Esto lastima en gran manera a mi corazón, he tratado de que no me afecte, pero lo hace y cada ves duele mas. He intentado acercarme, de veras lo hago, pero es como si me odiara, ya ni siquiera juega con Theo y cada vez que Aurora le habla del matrimonio, golpea la mesa o grita que son mentiras que ya no cree en nada de eso y se larga del castillo por horas, hasta que Theo y yo nos vamos a nuestra habitación e incluso ha cerrado con llave la puerta que comunica nuestras habitaciones. Creo que lo mejor será que me vaya de este lugar. Buscaré la forma de volver a mi casa y recordaré esto solo como un mal sueño y todo volverá a la normalidad.                                                                                                                                   Theo está al cuidado de Johanna, mientras me dirijo hacia el salón azul, porque sé que Kendric está ahora en el. Voy ataviada con un vestido azul, con  puños sueltos y con bordado de oro, mi negro cabello suelto y encima del  vestido llevo el manto de los MacHunter, porque según Aurora debo llevarlo siempre a parte de que me protege del frío. Al llegar al salón azul, golpeo suavemente la puerta.

-Adelante.-exclama e ingreso al salón. Me mira fijamente y noto una mueca de desagrado en él.- ¿Qué quieres Elayne?, estoy bastante ocupado con unos papeles, así que si no te importa, me gustaría que te fueras.

-Es por eso que necesito hablar contigo.-inhalo y exhalo lentamente el aire y continuo.-Me voy, hoy mismo si es necesario. Recuerdo que un día Branwen me dijo que si la necesitaba, podría llamarla y ella vendría, además buscaré la forma de volver a mi época y nunca mas sabrás de mi. Lo prometo.

-¿¡Qué!?.-dice mientras se levanta tan abruptamente de su silla que cae estrepitosamente y me mira con su cara llena de confusión.

-Eso, ya tengo todo listo para partir.-Y una traidora lágrima resbala de mi ojo izquierdo. Ojalá no se haya percatado de eso y me felicito mentalmente porque en ningún momento mi voz a temblado.

-No, tu no puedes irte.-susurra mirándome fijamente.- ¿Qué pasará con Theo?

-Él estará bien, Johanna dijo que se haría cargo de él y lo criaría como a su propio hijo.

-¿Y qué hay del destino?.-pregunta airadamente.

-El destino puede joderse, Kendric. Me importa un pimiento todo, solo quiero alejarme de tí y de todo esta estupidez.

-No Elayne. No voy a permitir que huyas de tu destino, no en vano viajaste a través del tiempo.-dice agarrándome firmemente del brazo y sin previo aviso me besa. No es un beso tierno, es uno brusco y lleno de algo que no logro distinguir, podría ser rabia o desprecio. Pero nadie besa de esta forma a alguien a quien odie, por lo tanto la esperanza en mi se renueva. Poniendo mis brazos alrededor de su cuello, le correspondo al beso y es en ese instante en que su beso se vuelve mas tierno y delicado, poniendo sus manos en mi cintura me pega mas a él y continuamos besándonos. Han pasado siglos que hemos estado besándonos y lentamente Kendric se separa de mi para tomar un poco de aire.

-Así que... gatita, ¿nos casamos hoy o mañana?, lo que es yo, no tengo problema en pasar a nuestra noche de bodas ahora mismo-susurró junto a mi oído.- Más que airada, me separo lejos de  él y trato de poner una considerable distancia entre nosotros.

-¿Te burlas de mí?.-grito.- Primero aceptas nuestro destino, luego me rechazas a cada momento y ni siquiera me miras y ahora nuevamente quieres casarte conmigo. Pero claro, no tomemos en cuenta los sentimientos de la estúpida Elayne, una simple enfermera de veinticuatro casi veinticinco años.-grito sarcásticamente.

-NO-gritó Kendric.- no puedes irte, no lo voy a permitir,  si es necesario te encerraré, pero no puedes huir de este lugar y nunca viajarás a través del tiempo. No si puedo evitarlo.- mirándome fijamente, salió del salón haciendo retumbar las paredes al cerrar tan fuerte la puerta. Y yo jamás comprenderé la actitud de este hombre. Primero, odiaba la idea de casarse conmigo y ahora, disque no puede vivir sin mi.                                                                                                                                       No puedo quedarme quieta y voy a buscarle, para terminar de una vez por todas esta discusión. Lo encuentro en los establos, luchando con otro soldado, puedo ver su musculoso y ligeramente bronceado torso, con leves gotitas de sudor correr por su espalda y su tartán moverse al compás de sus rápidos movimientos. El otro soldado al verme hace una leve reverencia y se va a los establos.

-Hola... podría hablar contigo un momento. Por favor. –pregunto.- Voltea rápidamente hacia donde estoy y no puedo distinguir la expresión de su rostro.

-La verdad es que, después de la pequeña discusión que hemos tenido, pensé que ya no querías ni verme Elayne.-dice secándose el sudor de su rostro con un paño blanco que tenía anudado a su tartán.

-Sí... confieso que en un principio, odiaba la idea de venir a conversar contigo, pero creo que es necesario que lo hagamos. Y así se aclare todo esto y pueda tener más claros mis pensamientos.-Realmente la belleza de este hombre no debería ser legal.

 -Meparece perfecto que lo hagamos, te confieso que desde que te vi, te desee comonunca he deseado a una mujer- susurró mientras  se acercaba lentamente a mi y su mirada era la de un depredador a punto de cazar a su presa. Y yo me ponía tan colorada que prácticamente podría derretir un iceberg con mis mejillas.

-Así que gatita...ahora que lo sabes. La pregunta es; que vas a hacer al respecto-Y así, vestido con tan solo el tartán azul y verde y el pecho completamente desnudo Kendric sin previo aviso, me tomó por la cintura con una mano y con la otra acarició mi nuca, mientras acercaba muy lentamente su boca a la mía y así lentamente me besó.