Envolví a Theo en un montón de mantas de lana gris y lo dejé apoyado contra un árbol mientras dormía. Me dirigí al establo y cogí una pala, me puse a cavar un agujero cerca de un abeto, en el cual alcanzara toda la familia. Me llevó todo el día conseguirlo, paraba solo para darle de comer a Theo y ver que se encontrara bien, ni siquiera yo comía, porque... sinceramente no tenía hambre y así logré terminar de cavar la tumba de aproximadamente un metro y medio de profundidad y de dos metros de ancho.Una vez finalizada; envolví a todos individualmente en unas sábanas que encontré en la casa y como pude arrastre los cuerpos al agujero y les fuí depositando uno por uno; la señora Leila, a su lado su hijo James, al medio sus cuatro pequeños y finalmente a mi amiga Lorabeth. Lágrimas calientes no cesaban de caer y rompí en un llanto agudo, mientras desgarradores sollozos escapaban de mi. En mis dos años de enfermera, me enfrente a la muerte de muchos pacientes, pero jamás nada me había preparado para presenciar la masacre de una familia completamente inocente. Duele, duele mucho. Elevo una pequeña oración por mis buenos amigos y procedo a echar la tierra sobre ellos, una vez listo esto, pongo una cruz improvisada de madera para recordar el lugar donde yacen los cuerpos y así, si algún día Theo quiere saber donde están, yo pueda decirle y traerle aquí.
Nosé cuanto tiempo ha pasado, pero me encuentro aún de rodillas frente a la tumba y es el llanto de un bebé que me hace reaccionar. Me levanto lentamente y observo al cielo, que comienza a oscurecerse a pasos agigantados. Se acerca una tormenta, como si el clima sintiera mi dolor, también comienza a llorar. Recojo a Theo del suelo donde estaba y lo abrazo mientras las primeras gotas de lluvia comienzan a caer. Nos adentramos en el granero, dejo al bebé cerca de un montón de paja y vuelvo a la casa a recoger algunas cosas que resistieron el asalto de esos infelices. Consigo ropa de Theo, algunos vestidos de Lorabeth, utensilios básicos como jabón, un peine, mi bolso con mis cosas y la improvisada mamadera de Theo, algunas mantas, fósforos,un cuchillo y la espada del señor James y vuelvo donde Theo, el cual está acurrucado chupando su dedito pulgar, lo que me indica que tiene hambre.
Cuando ya he ordeñado a la cabra y le doy la leche a Theo, le cambio los pañales y es bastante difícil porque son de tela. Como extraño la comodidad del siglo XXI. Theo eructa mientras le doy pequeñas palmaditas en su espalda y me hace sonreír. Lo recuesto en nuestra improvisada cama y me acuesto al lado de él y por fin el sueño viene a mi y ambos nos dormimos.
-Ahora es tu turno de morir pequeña bruja.-dijo el hombre de ojos negros, que aparece en todos mis sueños.
-¡No!... ¡Aléjate de mi, animal!.-digo mientras me suelto de su agarre y corro por alrededor de la casa de los Kirkpatrick y es cuando veo a Lorabeth.
-¡Amiga, huye de este lugar tan rápido como puedas!.-dice mientras agita sus manos dándole énfasis a sus dichos.
-¡No escaparás esta vez perra, juro que te mataré y no dejaré que encuentres a Kendric. Antes estarás muerta!.-Grita y lanza su espada directo a mi corazón. Oigo el grito de un gato, muy fuerte cerca de mi y como puedo reacciono y me doy cuenta de que es otra de mis pesadillas con el tipo de pelo y ojos negros, el grito que oí era del bebé pidiendo su desayuno.
******************************************************************************************
-Dios mío, que haré contigo Theo. Yo no pertenezco a este lugar; ¿qué será de nosotros ahora?, no conozco a nadie, no tengo a nadie. Ni siquiera sé hablar el idioma de estas personas. Debo salir adelante, debo mantenerme con vida y mantenerte a salvo Theo. Tengo que ser valiente por los dos, no puedo dejarte abandonado a tu suerte, le prometí a tú madre que cuidaría de ti y eso es lo que haré. Sobreviviremos en este mundo ruin y despiadado, saldremos con vida de esto. Iremos a un lugar seguro y te criaré como si fueras mi propio hijo. Mientras con sus grandes ojos azules me mira y sonríe
Una vez lista nuestra rutina de aseo y alimentación, arropo a Theo, lo dejo en un lugar seguro, empaco las pocas pertenencias que puedo llevar, las amarro junto a la silla de montar que he puesto anteriormente al caballo marrón, amarro a la cabra también puesto que es la principal fuente de alimento de Theo. A él lo amarro a mi pecho con una sábana, así como las mujeres indígenas amarran a sus bebés y monto en el caballo, me cuesta subirme pero al tercer intento lo logro y que Dios nos ampare, porque no tengo idea de hacia donde debo ir.
Tras dos días de cabalgar sin descansar por mucho tiempo, solo para dar de comer a Theo y yo comer algo de pan y queso además de cambiarle pañales. La falta de sueño me hace tener los nervios de punta pero no puedo dormir porque en cualquier momento pueden volver y acabar con nosotros. Theo es un ángel, no ha llorado en los dos días que llevamos cabalgando, solo da unos pequeños gimoteos cuando tiene hambre o necesita un cambio de pañales.
Me acuerdo de mis sobrinos, eran unos llorones. Lágrimas vuelven a caer de mis ojos cuando recuerdo a mis padres, van casi tres semanas que no sé de ellos ni si ellos saben ya que ocurrió conmigo, si me estarán buscando o no. Trato de no pensar mucho en eso y concentrarme en mantener con vida al bebé y a mi.
-¿Dios, que voy a hacer? ¡Estoy perdida, en esta tierra de nadie!-dije gritando con todas mis fuerzas, mientras lagrimas incesantes corrían por mis mejillas.
Mientras lloraba recordando toda mi vida pasada, pensando en que nunca más volvería. Ante mí apareció una luz tremendamente potente, por un momento pensé que quedaría ciega, luego una fuerza sobrenatural me empujó tan fuerte que caí al suelo tratando de proteger con mi cuerpo al bebé, así como vino la luz, también se fue. Como pude me levanté del suelo, calmando al bebé y a los animales, los amarré a un árbol y con el bebé en brazos me dirigí al lugar de donde vino la luz. Con cautela me acerqué y vi en el suelo un agujero enorme, del cual salían restos de humo. Al observar bien detalladamente el agujero, pude darme cuenta de que todo el contorno estaba quemado, como si alguien hubiera hecho una fogata en ese lugar. Pero lo que llamó más mi atención, fue ver un collar al centro del círculo, un collar que nunca antes había visto. De una belleza extraordinaria. Una piedra preciosa como un diamante pero de color rojo sangre, casi del tamaño de mi puño. Lo tomé entre mis manos. Ardía pero increíblemente no me lastimó. Al observarla más de cerca pude ver que tenía una palabra grabada en el centro "DESTINO" decía. Estaba en un idioma que no conozco, nosé como, pero entendí lo que decía. La apreté entre mis dedos y cerré los ojos. Lo que vi me dejó impactada. Pude ver a un hombre altísimo, vestido de armadura y su roja cabellera al viento, en un momento, como si el supiera de mi existencia, volteó a mirar y nuestras miradas se encontraron. Ahí fué cuando me dí cuenta que era el mismo hombre que vi en el hospital, pude ver claramente sus ojos como dos piedras preciosas de amatista, en mi vida había visto ojos más hermosos. Fue como si el tiempo se detuviera y solo existiéramos nosotros dos. De pronto sus ojos refulgían de furia, pero no dirigida a mí, sino a alguien que estaba delante de él. Al mirar quien era, mi respiración se atascó en mi garganta, me era imposible respirar. Sentía que me ahogaba, él... el mismísimo bruto que en sueños quiso matarme,no una si no tres veces, el moreno de ojos negros. Como si supiera de mi angustia el pelirrojo de ojos violeta sacó su mirada de mí y la posó en el extraño, luego su mirada volvió a mí y con un grito espeluznante arremetió contra su enemigo. Abrí mis ojos y me encontraba en el mismo lugar y de rodillas ante el agujero, Theo se removió entre mis brazos y reaccioné. Fue lo más extraño que me ha pasado, más extraño que todo lo acontecido antes. Con piernas temblorosas me dirigí al caballo, con el collar entre mis manos y monté en él y continuamos nuestro viaje por las orillas del río.

ESTÁS LEYENDO
A Través Del Tiempo
Storie d'amore¿Qué son los viajes a través del tiempo? Para algunos son meras fantasías, inventadas por el hombre. Para otros son historias reales que han acontecido a lo largo de nuestra existencia. Pero para Elayne Torres, una enfermera de 24 años, quien...