Capítulo 9

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una semana ha pasado desde que dejamos atrás la tumba de los Kirkpatrick. Pensamientos, pensamientos. De nada me sirven ahora, como quisiera abrir mis ojos y solo pensar que fue un mal sueño, que pronto despertaré y vendrá mi madre a preguntar si tengo ropa sucia que lavar, o a mi padre preguntándome si podría acompañarlo a la ferretería a escoger cualquier herramienta que no tenga. Esos pequeños detalles son los que más extraño. O los días Domingo; cuando iban a casa mi hermana, su esposo y mis dos sobrinos. Dios... como los extraño, es tanto el dolor que no creo que pueda soportar vivir aquí, en esta época donde no se las costumbres, no hay higiene, hay bestias dando vueltas por ahí, acechándonos para comernos en el primer momento en que nos descuidemos. Mis lágrimas no han cesado de caer, odio estar siendo una llorona, jamás había llorado tanto como lo hago ahora. Un momento... abuela Eloísa. Ella antes de viajar a Escocia  me dijo algo solo a mí. Detengo el caballo delante del río, lo dejo beber junto a la cabra. Aprovecho el descanso para cambiar el pañal de Theo. Una vez limpio, le doy un poco de leche de cabra y luego duerme plácidamente. Me dispongo a lavar los pañales sucios y mientras hago esto recuerdo lo que mi abuela dijo ese día.

  -Querida Elayne... siempre fuiste, eres y serás mi nieta preferida.-dijo tomando de mi mano y mirándome con sus ojos marrones iguales a los míos- Hay algo que debes saber. Algo que siempre quise decirte, pero no era capaz de hacerlo.                                                                                 Hace mucho tiempo atrás, tuve una experiencia un tanto extraña. Estaba yo caminando por el campo que era de mi padre, cuando una mujer vestida de blanco de cabello rubio y de piel muy pálida se acercó a mí y dijo que una de mis nietas, la más amada por mí, sería la guardiana del destino. Luego de eso desapareció y nunca más la vi. Al principio yo no la creí, porque en ese entonces solo tenía quince años y no me había casado, ni siquiera estaba en mis planes conocer a tu abuelo y casarme con él, pero siempre pensaba en eso, no es que a tus primos y primas no los quiera, pero es algo que va más allá Elayne a ti te amo más que a tus primos y creo que eres tú... que siempre fuiste tú la destinada a ser guardiana. Al momento de tu nacimiento, cuando te tomé en mis brazos, recordé a la mujer rubia y sentí una presión en mi pecho y oí una voz tan suave como la brisa de  primavera, que me decía que tú eras la escogida. Nosé si me creerás querida mía, pero con el tiempo y cuando suceda, sé que lo harás.

Continuaba lavando los pañales de Theo y dos vestidos que había usado, de pronto el relincho de un caballo me hizo volver a la realidad, asustada voltee mi cabeza para ver quien era. Al ver quien era mi corazón se detuvo, literalmente y el mundo también. No puede ser, esto no es real, no puede ser real. Pero en el fondo de mi mente, sé que es bastante real y que en cualquier momento esto sucedería.

 ¿¡Qué haces aquí!?- Esto no puede ser real, debo estar dormida o si no porque se aparecería ante mí.

-Por lo que tengo entendido... soy bastante real para algunas personas, Elayne.-dijo mientras me sonreía.

-Pero tú... nooo, me niego a creer en esto- de verdad esto no es real. Elayne reacciona, trata de abrir los ojos o pellízcate, pero esto no es real. Nada lo es, cuando despiertes estarás cómodamente durmiendo en tu habitación de la posada, y estas tres semanas han sido absolutamente un mal sueño.

-¿Por qué piensas que es un sueño, Elayne?-susurra.

-¡DEJA DE DECIR MI NOMBRE!, no me conoces.- ya es el colmo, agarro puñados de mi cabello y los jalo fuertemente para lograr despertarme, pero el dolor es un indicador de que esto que acontece es bastante real.

-Elayne, si tan solo me escucharas.-Me mira tan lastimosamente con esos ojos  tan claros como un cielo de verano, que ya no logro negarme más y acepto sus palabras.

A Través Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora