Capítulo 32

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Nuevo día, nuevos desafíos. Estoy frente al lago, luego de un mes desde que vieron a Balthair por última vez frente al castillo. A tan solo un día de realizar nuestro plan.

La carta a Balthair ya ha sido enviada y espero que haya creído lo que decía, para de una vez por todas acabar con él. Kendric no sospecha absolutamente nada, porque el embarazo ya ha sido confirmado y todos en el castillo están exultantes de alegría. Por supuesto yo también estoy contentísima, por mi primer bebé, estoy anhelando el poder tenerlo entre mis brazos. Doy media vuelta y vuelvo al castillo, ya que ha comenzado a caer una leve llovizna y es mejor estar en el castillo cuando llueva.

-Hola bonita- susurra Kendric a mis espaldas

-Hola bonito-y correspondo a su abrazo

-Has estado un tanto distante, ¿estás feliz por el bebé?-pregunta un tanto preocupado

-Kendric...te amo y también amo a nuestro bebé-tomando sus manos y acercándolo nuevamente a mí, pongo mi cabeza sobre uno de sus hombros y siento que se relaja notablemente.

-También te amo, y a nuestra pequeña también... porque será niña y será tan hermosa como tú

-Ja ja ja, ahora eres adivino-digo entre risas

-No, pero estoy segurísimo de que será así. Te amo. Y ahora debo ir a arreglar unos asuntos con mi amigo Caleb... ya llegó de su luna de miel así que es hora de ponerse al día en algunos temas. Te amo-dice besando mis labios y saliendo de la habitación.

-También te amo-susurro y una corriente fría se extiende por toda la habitación y un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Rápidamente corro a cerrar la ventana, pero grande es mi sorpresa al comprobar que esta se encuentra cerrada.- ¿Qué está pasando?-susurro y una sombra se levanta desde una esquina de la habitación y se acerca amenazadoramente hacia mí, rápidamente tomo el medallón entre mis manos y lo aprieto.

-Todos los tuyos morirán y nada podrás hacer para salvarlos-dice con una voz espeluznante

-¡Silencio!, vete de aquí

-Me iré, pero volveré cuando no estés...

Y así sin más, desapareció. Quedé mirando el lugar en donde estaba la sombra pero no hay indicios de absolutamente nada, un extraño presentimiento recorre mi cuerpo y sé que algo terrible va a suceder, ruego que Branwen venga a ayudarme pero nosé que cosa estará ocurriendo, ya que no viene hacen un par de meses y no veo señales de nada de parte de druidas... realmente estoy temiendo lo peor y es momento de actuar. Me visto rápidamente con la típica ropa de la época, me calzo un par de zapatos y cojo mi capa y corro escaleras abajo en busca de Thomas. Lo encuentro en los establos cepillando a Sky, la yegua que me regaló Kendric hace una semana.

-Buen día Thomas

-¡Milady!, buen día

-Thomas, ¿alguna novedad?- pregunto mientras acaricio el lomo de Sky

-Sí, milady. La respuesta llegó esta mañana y...-dijo buscando en los bolsillos de su tartán- aquí está la carta.

-Dice que sí. Que accede a hablar con nosotros, mañana al medio día- termino de leerla y la doblo, mientras la guardo en un bolsillo de mi vestido

-Bien, milady. ¿Qué haremos?

-Iremos al lugar de la reunión y acabaremos con Balthair de una vez por todas-digo mirando hacia el frente

-Como usted diga milady-asiente con un movimiento brusco de cabeza- Voy a ver a Jane, si no le molesta

-Adelante, ve a verla...

A Través Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora